ERRORES DE BASE

ERRORES DE BASE

Puede parecer un titular algo pretencioso si lo interpretamos como un juicio o una pretensión de certeza o veracidad, y nada más lejos de mi intención, por lo cual me incluyo a mí misma en lo que aquí expongo.

Podríamos analizar todos y cada uno de los aspectos de nuestra vida y seríamos muchos los que encontráramos un puñado considerable de estos “equívocos elementales”.

Si nos enfocamos en el aspecto laboral, tropezamos con infinidad de desatinos fácilmente detectables con solo poner un poco de atención en ello.

¿Estoy en lugar en el que quiero estar en este momento de mi vida?

Si periódicamente revisamos y actualizamos procesos, presupuestos, estrategias o resultados y esto es algo que consideramos imprescindible, quizás deberíamos incluir entre los elementos a reconsiderar, nuestra propia motivación, aquello que en su momento nos impulsó hacia aquel proyecto profesional.

Puede que nuestro rumbo profesional vaya teniendo variaciones a lo largo del tiempo, no podemos dar por válida de forma permanente ninguna elección en este sentido. 

Está bien cambiar de idea, es perfecto buscar nuevos proyectos y darnos permiso para revisar todas las veces que sean necesarios, nuestros sueños y propósitos en esta área. Nunca es tarde para emprender, para formarse o para inventarse de pies a cabeza.

En lo que a vínculos personales se refiere, parece que es de obligado cumplimiento establecer y perpetuar determinados lazos carentes de sentido y faltos de sinceridad.

Es cierto que los seres humanos somos sociales pero no todas nuestras relaciones necesitan llevar en mismo grado de afinidad, intensidad o durabilidad. A lo largo de nuestra experiencia de vida vamos a establecer distintos tipos de nexos, algunos serán esporádicos, otros ocasionales, en algunas circunstancias serán fugaces y en menor medida serán de larga duración o para siempre. Incluso la forma de llevar a cabo estas relaciones se va modificando y adaptando con el paso del tiempo.

No hay texto alternativo para esta imagen

Aquí el error podría ser querer aferrarnos a algunas personas a sabiendas de que esa relación ha llegado a su fin. En este marco se pueden englobar las amistades, las parejas o cualquier relación en la cual alguna de las partes haya dejado de encontrarse a gusto.

Cuando hemos asumido que no estamos aportando nada saludable o no nos están aportándonos nada saludable a nosotros, lo mejor puede ser cerrar esa etapa y seguir avanzando.

Todo cambia constantemente y es necesario ir adaptándonos y revisando nuestros principios y valores, nuestras relaciones, los objetivos que nos marcamos e incluso las cosas materiales a las que nos aferramos sin sentido alguno.

Es saludable soltar todo aquello que nos lastra y nos resta energía. Dejar ir un trabajo, unas expectativas frustrantes, una relación, un proyecto…de este modo podemos dar espacio a nuevas oportunidades y a la llegada de nuevos aires, renovados y frescos que nos ayuden a volver a conectar con la esencia de nosotros mismos.

Suponer y dar por hecho las cosas, así como resignarse y asumir que las cosas son así sin posibilidad de cambio es un error en el que podemos caer por falta de energía, por frustración o desánimo, por desconocimiento de otras opciones o incluso por miedo a buscar otras alternativas y vernos obligados a salir de lo conocido.

No hay texto alternativo para esta imagen
Cuando tropiezas una y otra vez en la misma piedra, repites conductas buscando resultados distintos y no consigues avanzar, busca tus errores de base, ahí se sostiene todo. Acoge la posibilidad infinita de cambiar y seguir creciendo.

Inicia sesión para ver o añadir un comentario.

Más artículos de Paloma García de la Fuente

Otros usuarios han visto

Ver temas