Errores de traducción famosos y sus consecuencias en negocios internacionales
En el mundo empresarial, la comunicación es clave, especialmente cuando se busca conquistar nuevos mercados en diferentes idiomas y culturas. Pero ¿qué pasa cuando esa comunicación falla? A veces, un simple error de traducción puede hacer que una empresa pierda millones o, peor aún, que termine siendo el hazmerreír del mercado. Hoy vamos a revisar algunos de los errores de traducción más divertidos (y costosos) que han cometido grandes marcas y las lecciones que todos podemos aprender de ellos.
1. KFC en China: De “delicioso” a “peligroso”
Cuando KFC lanzó su famosa frase “Finger-lickin’ good” en China, seguramente no esperaba que los consumidores chinos interpretaran su mensaje como “Cómete tus dedos”. En un país donde la comida rápida ya era una novedad, este error de traducción transformó lo que debería haber sido un mensaje atractivo en algo francamente perturbador. La lección aquí es clara: lo que suena pegajoso en un idioma, puede ser espeluznante en otro.
2. Pepsi y los antepasados resucitados
¿Pepsi o magia negra? Esa es la pregunta que se hicieron en China cuando el eslogan “Pepsi te hará volver a la vida” se tradujo como “Pepsi trae de vuelta a tus antepasados de la tumba”. Este error cultural no solo fue confuso, sino también ofensivo en un país donde el respeto a los antepasados es sagrado. Las consecuencias fueron nefastas para la marca, que tuvo que invertir en redireccionar su estrategia y aclarar el malentendido. Al final, nos recuerda que cada cultura tiene sensibilidades propias, y que los traductores profesionales son esenciales para evitar que una bebida refrescante se convierta en una broma de Halloween.
3. HSBC: “No haga nada”
El banco internacional HSBC lanzó su eslogan “No asuma nada” en una campaña global, pero en algunos países, la frase se tradujo como “No haga nada”. Esta desafortunada interpretación le costó al banco millones de dólares en una nueva campaña de rebranding. ¿La moraleja? La traducción debe mantener el tono y el mensaje original, especialmente en la banca, donde el cliente espera ser “impulsado a la acción”, no a la inacción.
4. Ford Pinto en Brasil: Un nombre para el olvido
A veces el error de traducción no es una frase sino un nombre. Ford lanzó su modelo “Pinto” en Brasil sin saber que, en portugués brasileño, “Pinto” es un término coloquial para describir ciertas partes de la anatomía masculina. Al descubrir el problema, Ford tuvo que hacer cambios urgentes para evitar que su coche fuera el blanco de bromas. Las palabras pueden sonar bien en un idioma y muy mal en otro, y este es un ejemplo perfecto de cómo un nombre “atractivo” en inglés puede convertirse en una mala broma en otro idioma.
5. Electrolux: El succionador de clientes
La marca sueca Electrolux lanzó su campaña en el mercado estadounidense con el eslogan: “Nothing sucks like an Electrolux” (“Nada chupa como un Electrolux”). La intención de la marca era destacar la potencia de sus aspiradoras, pero los consumidores estadounidenses entendieron la frase como algo mucho menos positivo. Este error de doble sentido nos recuerda que, en ciertos contextos, el idioma puede tener matices que es mejor evitar en marketing.
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6. La famosa “Mist Stick” de Clairol
La marca de productos para el cabello Clairol lanzó su rizador “Mist Stick” en Alemania, sin darse cuenta de que “mist” en alemán significa “estiércol”. Así que, básicamente, intentaban vender un “Palo de Estiércol” para el cabello. Como es de esperar, las ventas no despegaron y la marca aprendió una lección invaluable: antes de entrar en un mercado nuevo, siempre revisa que tu producto no suene como algo desagradable.
¿Qué aprendemos de estos errores?
1. Inversión en traducción profesional: Ahorrar en traducción puede costar caro. Contratar a traductores con experiencia y conocimientos culturales evita que el mensaje de la marca se convierta en un meme o en una ofensa cultural.
2. Pruebas de mercado: Siempre es buena idea probar el mensaje en un grupo focal en el mercado de destino. Un pequeño cambio en el idioma o la cultura puede cambiar radicalmente el significado del mensaje.
3. Evitar traducciones literales: Lo que funciona en un idioma puede sonar ridículo o incluso ofensivo en otro. La adaptación cultural no es opcional; es crucial.
4. Conocimiento del mercado: No basta con saber el idioma; conocer las costumbres y el contexto cultural es clave. Las traductoras y traductores son los guías de las marcas en este proceso, asegurándose de que no se pierdan en traducciones desastrosas.
No todo es risa en los negocios
Si bien podemos reírnos de estos errores ahora, las empresas involucradas no estaban tan felices cuando se dieron cuenta de sus deslices. Las malas traducciones pueden costar mucho más que dinero: dañan la reputación y el posicionamiento de marca. La traducción profesional y culturalmente sensible no es solo un detalle; es un pilar en la estrategia de expansión internacional.
Así que, la próxima vez que tu empresa esté lista para conquistar nuevos mercados, no olvides contar con blarlo traductores profesionales. Después de todo, evitar que tu eslogan invite a “comerte los dedos” es un buen comienzo para ganar la confianza del cliente.