¡NO ES CUESTIÓN DE PACIENCIA!
En una reciente conversación con líderes de la salud yo insistía en la necesidad de generar acciones afirmativas para impulsar la participación de las mujeres en las posiciones de liderazgo en el sector. Para mi sorpresa, uno de los caballeros más letrados me increpó con una frase escalofriante:
“Lo único que se necesita es un poco de paciencia. El cambio será cuestión de 3 o 4 años”.
La escena merece registrarse: todos estaban sorprendidos y en silencio. Los que me conocen mejor, esperaban que arremetiera con una desmedida protesta feminista. Uno de ellos, le respondió en un tono conciliatorio: “estoy seguro que tu hija no tiene paciencia”. Creo que trataba de hacerlo entrar en razón usando un recurso masculino bien conocido por quienes con frecuencia ponemos el tema de equidad de género en la mesa: la empatía basada en la existencia de madres, hermanas, esposas e hijas en la familia.
Recordé entonces un momento parecido: en medio del día internacional de la mujer y en un evento organizado por un medio de comunicación para visibilizar y promover el liderazgo femenino en las empresas, otro caballero, también inteligente, abordó a Pamela Cerdeira, fundadora de Opinión 51, para felicitarla por la iniciativa. Para quienes aún no lo conocen, Opinión 51 es un medio digital de mujeres columnistas, inspirado en una realidad inaceptable: en México los hombres columnistas publicados en un medio son alrededor de 500 en cambio columnistas mujeres, hay menos de 50. Además, tres de cada cuatro mujeres tienen una remuneración simbólica o inexistente. Nuestro caballero en cuestión, después de sus halagos, agregó una frase similar: “Sólo tengo un comentario, no estoy de acuerdo en que sean sólo mujeres, deberían aceptar hombres”. Pamela y yo suspiramos al unísono. No entienden que no entienden.
Regreso a mi cena. Por supuesto no pude resistir la oportunidad de debatir, porque los datos son irrefutables: Las mujeres representan dos terceras partes de las personas ocupadas en el sector salud, pero sólo el 6% de las posiciones directivas son desempeñadas por mujeres. Una de las consecuencias más documentadas y reconocidas de la pandemia, es el retroceso de al menos 10 años en materia de paridad de género. Ellas perdieron el 70% de los empleos, cuidaron de los enfermos y de los niños que ya no asistían al a escuela y fueron las víctimas de la violencia intrafamiliar. Aunque deberían poder decidir sobre todas las cosas que inciden en sus vidas, como la planificación familiar o la lactancia materna, aún hoy los espacios de toma de decisiones siguen liderados por hombres.
Incluso en sectores tradicionalmente estereotipados como femeninos, como salud o educación, ellas tienen una muy pequeña ventana de acceso para incidir en las políticas públicas y las decisiones estratégicas. Esto sin mencionar las dolorosas cifras de feminicidios, trata y abuso sexual en México.
Le recordé entonces que todos los días mueren 10 o más mujeres en manos de feminicidas. Que cada 12 minutos una mujer es violentada sexualmente. Apenas hace unos días una mujer fue asesinada junto con su madre a plena luz del día por su esposo en el Ministerio Público en Poncitlán, Jalisco. Las dos mujeres habían asistido al MP por segunda vez a interponer una denuncia por violencia familiar. ¿Cómo es posible que un doble feminicidio suceda justamente en un espacio de impartición de justicia?
El caballero letrado se puso nervioso. “No quiero parecer un macho retrógrado. Esa situación es dolorosa, pero nada tiene que ver con la dirección de instituciones de salud”. De nuevo se equivocaba. En el estudio que presentamos el año pasado junto con México ¿Cómo vamos?, revelamos indicadores contundentes respecto de las condiciones laborales de las mujeres en el sector salud: ellas ganan 81 pesos por cada 100 de los hombres en trabajos iguales y tienen una dramática sub representación en posiciones de liderazgo.
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Consideremos lo siguiente: el sector público sanitario en México representa el 67% de la capacidad hospitalaria instalada. En un estudio del BID publicado recientemente sobre el liderazgo femenino en los países de América Latina y el Caribe, el porcentaje de participación de las mujeres en puestos de liderazgo en el sector público en México es del 31.1%, sólo por encima de Guatemala y Brasil y muy lejos de Panamá, Paraguay, Colombia y República Dominicana, que presentan avances significativos frente a la paridad.
De hecho, el mismo estudio realiza una segmentación en 4 niveles de liderazgo: ministra (equivalente a Secretaria Federal en México), viceministra, subsecretaria y directora. Mientras en el primer nivel México logra un honroso 38,5% de participación femenina gracias a las políticas de paridad del sector público y a la creciente presión de la opinión pública, en el cuarto nivel, el de las directoras, estamos en el penúltimo lugar de la tabla. Aunque las mujeres en la región tienen casi paridad académica en las disciplinas STEM, (ciencia, tecnología, ingeniería y matemática) están sub representadas en estos ámbitos de decisión.
En el sector privado, tampoco tocan mal las rancheras. Se estima que tan solo el 15% de los hospitales privados en el país son liderados por una mujer. Sin duda, la equidad de género es un reto multifactorial en el que la educación juega un papel prioritario. Seguimos siendo educados bajo estereotipos del pasado que encasillan los roles y hasta los colores que deben caracterizar a unas y otros. Mientras la mayoría continúa perpetuando esos roles, se estima que más de 70 millones de mujeres en América Latina y el Caribe no tienen acceso a internet, lo cual las excluye de posibilidades de empleo, aprendizaje, asesoramiento e información sobre sus derechos y servicios de atención ante la violencia.
No es menos cierto que las mujeres también podemos ser nuestra principal barrera a la hora de escalar posiciones en la vida laboral gracias a nuestra ancestral aversión al riesgo y el aprendizaje milenario de los roles del pasado. Justamente por eso es imperativo trabajar de manera puntual para disminuir las brechas y empatar las estadísticas.
Ya sabemos que la participación de las mujeres en la economía generan cambios radicales en sus comunidades. En la administración pública, las mujeres promueven el avance de las leyes en favor de la igualdad y defienden una mayor inversión en salud, educación y protección social. En el sector privado, las empresas lideradas por mujeres logran mejores condiciones laborales y reducen las brechas salariales.
No caballero, ¡No es cuestión de paciencia!.
Nos negamos a aceptar las estimaciones globales que anuncian entre 100 y 200 años para lograr un mundo con paridad de género. Ya tuvimos paciencia por décadas. Hoy necesitamos líderes más humanos, empáticos y responsables, el liderazgo femenino responde eficazmente a esa necesidad. A nivel individual, es urgente tomar conciencia y asumir lo que nos toca para eliminar las conductas, comentarios y actitudes que permiten los distintos tipos de discriminación y violencia contra las mujeres. A nivel estructural, evidenciar las brechas de género e insistir en acciones afirmativas, radicales y concretas para lograr la paridad de la participación femenina en las decisiones de la salud, le aseguro, salvará vidas.
Finance Leader Latin America | Controller LATAM | Finance & Accountant Director | Finance Public Accountant & Master Finance Administration | Yoga Alliance 1100 hrs. Director Finanzas y Contabilidad. Speakhers Referente
4 mesesGracias por este artículo, sobre la importancia de la mujer en posiciones de liderazgo no solo foco en hospitales, y medicina , sino a nivel general país y en el mundo, abordando la realidad dado que el todo es la suma de las partes, como mujeres lo tenemos súper claro pero todavía hay mucho por hacer para se entienda que toda esta estructura del pasado es generada desde pequeños detalles incluidas frases al hablar, desde la violencia, los comentarios con micronachismos, la posición de desventaja al cuidar del hogar, la problemática en la educación, la cultura, viéndolo desde el todo, y cómo el todo influye en las partes. Sino se hace un cambio radical, el cambio tardará mucho y no nos tocará verlo. En lo que a mí respecta quiero formar parte del cambio y ver a mi hija disfrutando de un nuevo futuro, lleno de posibilidades para ella, para eso me preparo y la preparo. Es una gran líder a sus 10 años.
General Manager, The House of Technology
1 añoPues para mi la participación de las mujeres es algo fundamental y necesario. Afortunadamente tengo muchos años liderando grupos y con gran satisfacción veo como la participación de las damas se ha incrementado y apuesto y deseo que siga en crecimiento
Doctora en Alta Dirección . Maestra en Gestión Directiva en salud , Sistemas de Gestion de la calidad en salud . Auditorias ,planeación estratégica
1 añoCoincido NO es cuestión de paciencia , un orgullo leerla y que existan líderes como usted .
Socio en ROSPER México
1 añoEl momento ya empezó y está dando frutos desde hace tiempo. Que pena con ese comentario. Saludos