Es el momento de la Innovación Disruptiva…
Tras varios años en los que la “transformación digital” ha sido la excusa para llenar múltiples líneas de artículos, charlas de café y la aparición de los “directivos gurús” en las empresas, cabe preguntarse si realmente se ha conseguido un cambio sustancial y que ciertamente aporte un valor diferencial a la mayoría de las compañías de nuestro país. Sinceramente pienso que no. Es más, la esperada transformación ha contribuido en múltiples ocasiones con más costes, más ruido y más conflictos que con un valor positivo para las organizaciones.
Si bien es innegable el tremendo salto que la tecnología ha dado durante estos últimos años, desarrollando nuevos modelos de uso y de consumo, así como maximizando el valor de la información existente, a mi juicio, las empresas lejos de mejorar su competitividad, han incrementado sus gastos de estructura y no han conseguido ni ser más eficientes ni elevar significativamente sus cifras de negocio. En un momento en el que la evolución tecnológica nos permite cambiar y optimizar todo, muchas compañías se limitan a desarrollar una nueva jerga con nuevos conceptos y creación de nuevas cajas con sofisticados nombres en el organigrama, si bien en general, no mejorando en nada la realidad de sus negocios.
Si queremos realmente realizar la ansiada digitalización y sacar el máximo provecho a las ventajas que nos brinda la tecnología, debemos empezar por transformar nuestras organizaciones: Tenemos que cambiar las estructuras y eliminar el modelo de jerarquías establecidas. Tenemos que prescindir del puesto del “directivo que solo sabe dirigir” y que poco o nada aporta al negocio. Hay que definir una estructura organizativa basada en modelos de responsabilidad con reconocimiento en base a la contribución individual objetiva al beneficio de toda la compañía. Tenemos que dar acceso a los jóvenes y a perfiles diferentes que nos aporten una visión más amplia de las necesidades del mercado y de las nuevas herramientas tecnológicas. Necesitamos aplicar modelos que eviten la burocracia, faciliten la flexibilidad y nos aporten una real conciliación de la vida profesional y familiar. Por último y quizás lo más importante, debemos crear una cultura general que eleve el nivel de exigencia en la entrega de cada individuo en la organización, huyendo del conformismo, evitando la mediocridad y buscando la excelencia.
Si conseguimos lo anterior, habremos dado el primer paso. Ahora tocaría dar el segundo y quizás todavía más complejo para lograr nuestro objetivo transformacional: Es el momento de la Innovación Disruptiva. La conquista de nuevos mercados y la creación de productos que permitan establecer claras ventajas competitivas, es el fin para el que la tecnología como medio, puede contribuir de manera significativa. No obstante, en muchas ocasiones, en las grandes compañías no existen ni los perfiles ni la mentalidad para desarrollar un cambio radical, que colisiona con la forma de hacer las cosas que hasta el momento ha mantenido el “business as usual”. Por ello, para poder desarrollar la Innovación Disruptiva es preciso nuevas formas de ver y de desarrollar la tecnología, confrontándolos con los nuevos nichos de mercado.
En 2017 Enimbos cumplirá su primer año de vida. Nacemos sumando la experiencia y juventud de un equipo amplio de profesionales con el objetivo de desarrollar los servicios cloud para la optimización de las infraestructuras IT. Apostamos por un modelo organizativo basado en la cercanía y la flexibilidad, con foco en contribuir con nuestra visión y avanzado conocimiento de la tecnología para lograr la Innovación Disruptiva de nuestros clientes.
9/01/2017 Artículo en el anuario 2017 de Computing