Es más importante tener los pies sobre la tierra que estar ocupado.

Hay mucho para hacer. El tiempo parece no alcanzar. Además, la hiperactividad está bien vista alimentando la autoestima.

El tiempo que queda “libre” se lo ocupa en relajar, la mayoría de las veces en distracciones, donde las pantallas suelen tener la pole position.

¿Qué tiempo queda para uno mismo? ¿qué tiempo dedicamos a mirar adentro?

La persona que no se mira a sí misma termina ciega.

Quien no autoreflexiona (flexionarse sobre sí mismo) desaprovecha una enorme oportunidad, que es la de conocerse, compadecerse, corregirse, aprender y, por sobre todas las cosas, poder estar en condiciones de servir y ayudar a otros.  

Dediquemos tiempo para nosotros. No para mantener la figura yendo al gimnasio, sino tiempo para el necesario encuentro personal, para preguntarse y escuchar lo que tenemos para decirnos.

No tengamos miedo al silencio, al tiempo en soledad, al vacío. De allí brota la comprensión, la conexión verdadera, la real, también la creatividad.

Es más importante tener los pies sobre la tierra que estar ocupado.