¿Es suficiente emprender sólo con ideas?
Por Nathalie Cardona C & Laura Cadavid G - www.imloom.design

¿Es suficiente emprender sólo con ideas?




A la vista de un soñador se puede lograr cualquier cosa en la vida y en cierta medida no dista de la posibilidad, pero es probable que, si el soñador se aleja de la realidad, no tomará un rumbo consciente y detallado de lo que quiere realizar. Generalmente, como seres humanos, somos creativos y eso es algo inherente en cada uno; sin embargo, el gran error que cometemos es pensar en que si a alguien le funcionó a mí también me va a funcionar o, de otra manera, podemos tener una gran idea, pero no saber darle forma y finalmente se convierte en una combinación de cosas que no lograremos, terminando en el fracaso. De esta manera, el emprendimiento queda detenido junto con una sensación de frustración, derrota y desespero debido a que muchas veces los emprendimientos nacen a partir de la necesidad de generar ingresos.

Principalmente, empezamos nuestros grandes proyectos con lo que nos ha formado toda la vida; por ejemplo, si yo soy Chef entonces voy a abrir mi propio restaurante. En este punto el Chef invierte sus ahorros o en casos extremos consigue financiamiento de terceros; es decir, su emprendimiento comienza con una deuda, pone precios a sus platos y comienza con un mínimo viable, pero adicional a esto se debe dar a conocer, entonces invierte en lo que para él es publicidad (en la mayoría de casos son volantes) y, por supuesto, con todo el empeño está en su negocio religiosamente de 7am a 9pm ya habiendo establecido un horario. Pasa el tiempo y logra notar que el negocio no está generando el retorno que debería dar, que si acaso se puede sostener para suplementos, servicios y renta ¿Qué pasa?

Podemos empezar a tratar de inferir tres posibles situaciones: ¿será el producto? ¿será el precio? ¿o acaso hace falta más "publicidad”? A esto le puedo contestar con total seguridad que pueden ser los 3 así como podemos ser nosotros mismos. Hoy en día los negocios no pueden ser vistos como “lo que da”, los emprendimientos son de ideas innovadoras, seguras y del entendimiento de suplir necesidades además del mismo contenido que esta ofrezca, es algo como una historia que siempre tengo presente por parte de un pariente, una persona exitosa en los negocios que siempre me decía:

"Emprender no es de saber hacer, es de saber hacerlo funcionar. El panadero puede ser el mejor panadero, pero eso no le garantiza el éxito."

Así su experiencia, con unos pocos ahorros y en un lugar ajeno a su casa debía saber exactamente cuál paso seguir en esa época. Entre los años 1990 - 2000 hizo un pequeño estudio del mercado, preguntó y testeó la zona para saber qué necesidades tenía la comunidad, un pueblo cerca a la costa con más de 30°C diarios donde el sol es inclemente y sólo uno puede pensar "acá prosperaría una heladería"; no obstante, el estudio arrojó que el lugar necesitaba era una panadería. ¿Cómo es posible que en un lugar como este la gente necesite pan o café? era un resultado extraño y volvió a corroborar los datos confirmando esa necesidad. Siendo así y en su investigación se dio cuenta que en dicha región las panaderías brillaban por su ausencia ¡quién lo diría!.

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.Este personaje de la única manera que había conocido el pan era comiéndolo, pero no tenía idea del proceso que iba detrás, así que se rodeó de gente que conocía del tema y así dio inicio a su pequeño emprendimiento. Contrató al mejor panadero, quien le menciono qué maquinaria y suministros necesitaba para empezar, pero, justo en el momento de dar inauguración, el panadero decidió irse del pueblo y sin más dejar a este empresario, como se dice en esta tierra, "vestido y alborotado" ante la situación el empresario lo llama y le pide el favor de volver: “¿Qué fue lo que le disgustó?” le preguntó el empresario y el panadero respondió: “Es mucho trabajo para tan poquita paga patrón”. Cuando recibió la llamada, el panadero iba a mitad de camino de donde lo estaban esperando y mientras tanto, el empresario con todo un entable esperando por la estrella del momento y una cantidad de gente enfurecida con aquel panadero por el desplante que le había hecho al empresario. Sin embargo, y a pesar de que la gente le decía al empresario que no le rogara, el empresario decide ofrecerle un aumento (teniendo en cuenta que el negocio no había ni siquiera inaugurado) a lo que el panadero acepta y decide regresar.

Ante esta situación tan poco profesional, el empresario le dice a su gente: “en este momento perderíamos más nosotros, tenemos una inversión acá, es lo que tenemos y no lo podemos dejar morir por algo de ego y rabia, yo sé mejor que nadie eso, pero a veces estas decisiones se tienen que tomar”. Pasó el tiempo y la panadería se convirtió en un negocio próspero y concurrido por la comunidad que tiempo después daría paso al emprendedor para expandirse en otras localidades, pero nuevamente el panadero tenía una inconformidad y esta vez decidió que se iba a retirar y abrir la competencia de su actual empleador, su argumento ahora era que la panadería había crecido porque él era el que sabía hacer el pan y por consiguiente él era quien debería ser el dueño.

 Esta vez el empresario lo dejó ir y le deseó muchos éxitos en su emprendimiento, cada uno siguió su camino, pero esta vez el empresario sabía de fórmulas, procesos, técnicas, materias primas y sobre todo sabía administrar su empresa, manejar el dinero, calcular minuciosamente cada peso y gramo, cómo invertir, promocionar y posicionar su negocio; no obstante, la historia para el panadero no fue similar, puesto que puso su panadería y al principio si logró acoger una gran cantidad de público al ser la novedad, pero tiempo después fracasó ¿por qué? simple, el panadero no tomó la iniciativa de aprender, de entender el ADN de una empresa y es que lo que no muchos entienden es que no sólo es un producto que se pone en una vitrina, sino también un mundo de variables que siempre van a afectar cualquier negocio, como el manejo del dinero siendo uno de los valores más volátiles de una adquisición. Sin reinversión el negocio pasa al paisaje, al déficit y finalmente a no poder costear buenos implementos con los cuales poder competir, este último fue la daga al corazón del emprendimiento del panadero y por tal motivo, así sea uno el mejor en lo que hace, si no entiende el mercado o las necesidades y sale de lo operacional, muy posiblemente resulte en la situación de nuestro amigo panadero.

Emprender no es fácil pero claro que es posible

Tenemos que salir de nuestra zona de confort y enfrentar grandes retos, seguramente estaremos entre las épocas más complicadas y oscuras, pero de ahí surgen las ideas más geniales que con investigación y estudio seguramente se podrán posicionar.

Así que ánimo con ese proyecto en mente, investigue, siga un plan, manténgase firme,  con voluntad y sobre todo persiga ese sueño.

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