España 2024: Un fútbol mejor ¿es posible?

España 2024: Un fútbol mejor ¿es posible?

Si el fútbol español fuera una persona, ¿cómo sería? Piensa un segundo en su personalidad y su carácter. Retén esa idea hasta el final.

Cuando me hago esta pregunta, me la imagino de la siguiente manera:

En España, el fútbol no es uno, sino muchos. Es una familia numerosa, integrada por diversas generaciones, con mentalidades y gustos diferentes, pero con un mismo contexto en el que han crecido. Todos ellos han construido un imperio, que mueve masas y que afronta importantes retos.

El negocio familiar no corre peligro, pero debe adaptarse a esta nueva realidad. ¿Sabrá hacerlo?

Foto de familia de los directivos de LALIGA y los clubes españoles. Fuente: LALIGA.

Los valores de la industria del fútbol

No voy a generalizar. No sería justo. Pero si todo esto ocurre de manera recurrente, tenemos un problema:

Insultos racistas a jugadores en los estadios.

Episodios violentos cada fin de semana en las gradas.

Agresiones de padres a árbitros en las academias de fútbol.

Peleas entre aficionados dentro y fuera del recinto deportivo.

– Casos de corrupción.

– Prohibición del consumo de alcohol para evitar altercados.

– Normalización de la violencia verbal en los partidos.

Hipermasculinización de la industria.

– Temas tabú como la homosexualidad o la igualdad.

El fútbol no es solo esto. No es de recibo reducir nuestro deporte a lo negativo. El fútbol genera empleo, conecta con millones de personas, ayuda a visibilizar aspectos sociales, impulsa proyectos solidarios mediante fundaciones, educa a los jóvenes en el esfuerzo y el trabajo en equipo, entretiene y genera conexiones emocionales únicas.

Ultras Sur en las inmediaciones del estadio Santiago Bernabéu. Foto: ISABEL PERMUY

Lo bueno lo sabemos, nadie lo pone en duda. Nos debería preocupar lo malo. O como dice Paco López, entrenador del Cádiz Club de Fútbol SAD :

"Un problema no me preocupa, me ocupa y trabajo en cómo solucionarlo"

Una brecha con la realidad actual

La situación me invita a pensar que existe una ruptura bastante grande entre la realidad social de la España de 2024 y la realidad del fútbol de 2024.

En la calle, hay un consenso generalizado sobre la necesidad de abordar aspectos que en el pasado no se consideraban importantes. Por ejemplo, estas semanas se debate sobre la reducción de la jornada laboral para mejorar la conciliación de los trabajadores y aumentar la productividad de las empresas.

En los últimos años, el movimiento feminista ha ganado fuerza para reivindicar los derechos de las mujeres y abogar por una sociedad más igualitaria. Antes, fueron los colectivos LGTBI los que derribaron muros. Y podríamos seguir hablando de muchos más casos: sostenibilidad, acceso a la vivienda, la no-violencia, pobreza... porque la historia se escribe así, con pequeñas (o no tanto) revoluciones sociales.

Igualdad, homosexualidad, derechos laborales, racismo... ¿Cuál es la postura que adopta el fútbol? Por descontado, ningún profesional de la industria se pondrá en contra de estas reivindicaciones, pero sabiendo que de manera implícita le afectan a ella, la cuestión es saber qué podemos hacer para sumar a la causa.

Y es que hay una diferencia enorme entre ser reactivo y ser proactivo. Es decir, no es equiparable cumplir con los preceptos de sostenibilidad que marca LALIGA a los clubes con crear el programa "Forever Green" y convertir el Real Betis Balompié en un club modélico en el cuidado del planeta.

Otro ejemplo: LALIGA ha lanzado estos años una iniciativa propia para erradicar el odio a la que ha llamado "LALIGA VS". Con la vuelta al cole, estas jornadas se está poniendo el foco en luchar contra el bullying.


Presentación de las camisetas 2024/2025 del Real Betis.

Me parece una buena idea y los equipos se han sumado a ella. La pregunta es: ¿Qué más están haciendo? Dicho de otro modo: ¿Están adoptando en primera persona el compromiso de luchar contra el acoso en las aulas? ¿Van a desarrollar más acciones y un proyecto completo sobre ello? ídem para LALIGA VS Racism.

La clave, para mí, es la consistencia y la coherencia. Como decía antes, los avances sociales no se consiguen de la noche a la mañana. Hay que ser persistente.

Si una entidad quiere sumar, debe hacerlo de manera prolongada en el tiempo y demostrando que de verdad le importa.

Cuidar más y mejor a las personas

– "Luis, todo esto no es tan importante. Esto va de ganar partidos y dinero"

Cuando pensamos así, las personas se convierten en simples medios para lograr un fin. Eso nos empequeñece. Y el fútbol es muy grande. Gigante.

El deporte tiene la potentísima habilidad de movilizar a miles de personas de manera orgánica y periódica. Y cuando lo hace, genera un conjunto de emociones únicas en las personas. Ese poder de convocatoria es un don. Por tanto, esto sí va de personas. De cuidarlas y entenderlas.

Campaña del Norwich City para ayudar a las personas con problemas de salud mental.

Tampoco nos olvidemos de que un club es una empresa y al final de año hay un balance económico al que debemos enfrentarnos. Pero generar ingresos no está reñido con empatizar con los aficionados.

Hace poco tuve el placer de asistir a la charla de Thomas Rypens , Director D2C del Club Brugge y me maravilló su forma de trabajar. El club belga organiza con frecuencia focus group con diferentes perfiles de fans. Cuando detecta un aspecto de mejora concreto, profundiza más en él y prepara una encuesta que envía a cientos o miles de aficionados.

Con los resultados en la mano, extraen conclusiones y elaboran nuevos productos que cubran las necesidades de su gente. Primero escuchan y luego trabajan. Sé que pueden equivocarse igualmente, pero reducen el margen de error. Ahorran recursos y aumentan el rendimiento económico de sus acciones.

La premisa es sencilla: Dale a las personas lo que quieren. Y para eso, necesitas preguntarles. La investigación de mercado es una herramienta que todavía tenemos que explotar mucho más.

El Levante se reúne con sus abonados mensualmente para escuchar sus opiniones. Foto: Levante UD

Aquí en España, Juan Esteban Gomez Llamas explica a la perfección la situación del Sevilla FC con sus trabajadores. En el conjunto hispalense, cuidan especialmente la relación con el empleado, les ofrecen formación, potencian la comunicación interna e implantan metodologías innovadoras de trabajo, entre muchas otras cosas. Es una manera excelente de retener talento y mejorar la vida de sus integrantes. El club también son ellos y así se lo hacen saber a diario.

¿Por dónde empezamos?

Primero, la voluntad de cambio. Para modificar nuestra conducta, debemos identificar el problema. Reconocer que podemos mejorar nos hace más fuertes. No es una señal de debilidad, al contrario.

Aspirar a la excelencia, sabiendo que es casi imposible conseguirla, es el camino para ir creciendo cada día.

Por si sirve de inspiración, podemos empezar por fijarnos en aquellos países donde se cuida especialmente la relación club-fan y donde los aficionados tienen un peso mayor. A priori, pienso en Inglaterra y Alemania.

El Manchester United me enviaba hace unos días por mail un survey titulado "Old Trafford Regeneration", una macro consulta a su fan base sobre cómo le gustaría que fuera la remodelación del estadio. ¿Os imagináis que el Real Madrid C.F. hubiera hecho eso antes de plantear las obras del Bernabéu?

El Aston Villa Football Club sometió a votación el cambio de su escudo, incorporando elementos que representaban al equipo y que sus aficionados decidieron. Quizá clubes como Atlético de Madrid o Real Valladolid Club de Fútbol explorarán esta vía en un futuro antes de acometer cambios en el diseño de su escudo.

El Liverpool Football Club tiene su propio "Supporters Board" o Junta de Aficionados, un mecanismo que garantiza la comunicación bidireccional entre directiva y afición donde ambas partes discuten decisiones y aspectos relevantes del club. ¿Creeis que el Cádiz podría evitar la polémica sobre el cambio de nombre de su estadio si incorporara algo así?

El Arsenal F.C cuenta con "The Gay Gunners", un grupo de fans que luchan contra la homofobia en el fútbol. ¿Podría fomentar el Valencia CF la creación de una peña de aficionados que luchen contra el racismo en Mestalla?

Son solo analogías, que nos marcan el camino del cambio de mentalidad que podríamos empezar a implantar desde ya mismo.

Y para terminar...

Vuelvo al principio. He dicho que el fútbol es una familia al frente de un negocio millonario.

Su socio fundador, LALIGA, ha sentado las bases durante mucho tiempo y ahora aspira a dejar un legado a los clubes, pero son estos quienes deben tomar las riendas.

LALIGA ha acelerado la profesionalización y el crecimiento de los 42 clubes. Y ahora sus pupilos tienen que empezar tomar decisiones relevantes de manera independiente.

Es hora de que los clubes forjen una personalidad fuerte, cimentada en valores como el progreso, la eficiencia, la empatía, el liderazgo o la estrategia.

Ojalá que sí, que dentro de 10 años la sociedad se sienta identificada con este fútbol, que los profesionales hayamos construido una industria mejor y hayamos demostrado que este deporte avanza al mismo ritmo que su entorno, adaptándose a los retos que se le presentan.

En ese momento, cuando preguntemos en la calle "Y para ti, ¿qué es el fútbol?", las respuestas serán: orgullo, ejemplo, apoyo, familia, valores, oportunidad. No habrá debate.

Un fútbol mejor SÍ es posible. ¡Seamos valientes!


Roberto Sánchez Figueroa

Sport Business | Negocio digital 𝘺 𝘱𝘳𝘰𝘨𝘳𝘢𝘮𝘢𝘥𝘰𝘳 𝘸𝘦𝘣 | No - Code | 𝘙𝘦𝘵𝘢𝘪𝘭 | 𝘌𝘹-𝘫𝘶𝘨𝘢𝘥𝘰𝘳 𝘱𝘳𝘰𝘧𝘦𝘴𝘪𝘰𝘯𝘢𝘭 𝘥𝘦 𝘣𝘢𝘭𝘰𝘯𝘮𝘢𝘯𝘰

2 meses

El fútbol está totalmente desvinculado de la sociedad, de las personas y de muchos de los valores del deporte. Bueno, no todos por que las generalizaciones son malas, pero la gran mayoría. El deporte es un sitio de resguardo donde los niños, niñas y adultos están a gusto, se encuentran queridos y aceptados. Sin embargo, la imagen que transmite el fútbol y sus futbolistas es de confrontación continua y chulería. Cosa que acaban haciendo los niños y niñas, por tanto, ese lugar seguro de muchos deja de ser seguro para ellos. Por que en el campo no hay puños, pero en la vida real hay bullying y hay puños porque no saben diferenciar entre realidad y ficción. Y los futbolistas (deportistas) deben darse cuenta que tienen una gran responsabilidad en sus manos. "Lo que hace Vicente lo repite la gente", estando claramente demostrado este sesgo humano.

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