Espacios de colaboración
Recientemente hemos decidido ampliar nuestras oficinas en Madrid dentro de un (ambicioso) plan de expansión. No, no tenemos oficinas en ningún otro lugar, pero quería situar la escena debidamente.
Para ello, los nuevos 250 m2 vendrán a llenar una necesidad clara en cuanto a nuevos espacios de colaboración y mayor cantidad de puestos de trabajo. Aunque ahora mismo no sepamos aun quien va a ocuparlos.
Investigando acerca de las últimas tendencias en disposición de oficinas, y observando los ejemplos reales que puedo ver en grandes clientes con los que trabajamos o he tenido el lujo de poder visitar, me llama poderosamente la atención el mimo con el que todas se han volcado en la innovación en estos nuevos espacios de colaboración.
Realmente creo que es un magnífico momento para el trabajo en equipo y la productividad, y dentro de este marco, nace el concepto que estamos puliendo en Invesyde de Greenergy: Espacios de colaboración muy verdes que aporten energía al trabajador, no solo en un aspecto vital, si no también productivo, ya sea a través de reuniones, compartir un café, o aislados del resto del (ruidoso) mundo.
Espero más adelante poder darle forma a este concepto y todo lo bueno y positivo que hay detrás de él, explicando desde cero cómo lo estamos enfocando y los pasos para alcanzarlo. No será fácil. Lo intentaremos al menos.
Volviendo al mimo, debatía con algún compañero la necesidad de dejar pocos cabos sueltos en esta iniciativa, cuando en busca de inspiración, la serendipia hizo acto de presencia. De nuevo.
Ya no es tanto cómo sea la sala, que espacio ocupe o los colores de la misma. Que también. Además, una (simple) buena temática, o nombre aislado, puede promover por si mismo el uso de dicho espacio y una actitud más positiva al entrar en él. Un nombre. Solo un nombre.
Así que nos enfrentamos, en breve, a nombrar nuestros nuevos espacios Greenergy. Y tengo la impresión de que todo el tiempo y esfuerzo de diseño, además del presupuestario, tienen todavía un aliado más en pos de alcanzar el éxito más absoluto. Un aliado barato, aunque retador: una simple y adecuada elección de nombres.