ESPERANZA 2022

ESPERANZA 2022


 Aún en medio del desastre de salud global de la pandemia, el mundo entero celebra la Navidad. ¿Cuál es el significado real de este paréntesis espiritual que nos sensibiliza tanto a todos? 

 

La celebración de la Navidad, como la conocemos hoy en día, es una mezcla de fiestas paganas y cristianas. Está llena de mitos, leyendas y costumbres que se fueron sumando de diferentes culturas. 

 

Comenzó con las fiestas en Roma del solsticio de invierno. Se pasaba de la noche más larga del año, por la posición de la tierra en relación al sol, a la celebración de la venida de la luz. Este era el paso tradicional que iniciaba la celebración de la llegada de un año nuevo. La gran madre naturaleza brindaba el sol  marcando el comienzo de la nueva cosecha.  Desde entonces ya existía la tradición de dar regalos en esas fiestas.

 

Los cristianos le dieron un significado religioso e integraron, a esas fiestas ya existentes, la celebración de la venida del Mesías como la luz de Dios al mundo. El cumpleaños del niño Jesús es la celebración de la nueva alianza sellada por la venida de un Redentor, hijo de Dios. Renace la fe, el amor y la esperanza al estar nuevamente unidos, Dios y el hombre, para toda la eternidad.

 

La Navidad, para las personas cristianas, representa el nuevo pacto con Dios, el cumplimiento de la profecía de la llegada del Salvador, para la redención de su pueblo cristiano. La esperanza, una nueva luz,  es el regalo espiritual de la Navidad. 

 

La esperanza es un estimulante vital, una fuerza poderosa, una confianza interior para pasar de un deseo a una acción constructiva.  Nos da libertad para soñar y creer que podemos hacer realidad nuestros anhelos cuando los convertimos en metas especificas. Deja huellas positivas en nuestro estado de ánimo y en todo nuestro sistema físico porque calma la angustia y el miedo limitante. Da una convicción interna de que si podemos y vamos a tener logros.

 

La esperanza es como una luz interna en el alma que descansa, alivia y nos alienta a continuar esforzándonos con certidumbre y perseverancia. Es un escudo contra el abatimiento, pesimismo y procrastinación.  Orienta al tomar decisiones, ayuda a vencer obstáculos, re-inventa positivamente realidades difíciles de sobrellevar.  La resiliencia es la capacidad de recuperar la forma original y la persona con esperanza en su corazón supera las tragedias al tomar acción y soltar el dolor con mucha más agilidad y convicción.

 

La esperanza responde a nuestro anhelo de ser felices, aún en tiempos difíciles y durante grandes pérdidas, porque nos sostiene.  Es como un ancla bien afincada cuando necesitamos firmeza, certeza  y fortaleza. Opera en nuestra voluntad de seguir adelante con nuestros propósitos con un espíritu sereno que no retrocede.

 

Hagamos de ese fin de año un período de renacimiento, de renovación y de transformación personal llenándonos de esa energía positiva que nos brinda el vivir con esperanza. Cada uno de nosotros nos preguntaremos: dónde está puesta nuestra confianza y de dónde viene nuestro constante aliento.

 

 La paz a los hombres de buena voluntad, la alegría de recibir una luz espiritual, la esperanza de renovación son frutos espirituales en estas fiestas. De este vínculo de fiestas paganas y religiosas nace para cada uno de nosotros un significado único pero digno de celebración porque nos comprometemos a comenzar un nuevo orden de vida mejor que el anterior.

 

Recibamos el nuevo año 2022 activados por el amor, la paz y la esperanza.

 

Bendiciones, Maribel

 

 

 

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