ESTO ME HUELE A INDIA
Es casi imposible viajar a India y no volver con la mente llena de deliciosos aromas. Algunos puede que lo consigan, pero entonces es que no han viajado realmente a India. Por lo menos, no a mi India.
Unos días antes de que mi sobrina la mayor viniera a visitarme a India le avisé de que se preparara para disfrutar de aromas increíblemente maravillosos (hay otros que no lo son, pero de esos no hablamos hoy).
Pues va a ser que no, me dijo, porque sufro de anosmia.
¿Se os ha quedado la misma cara que a mí? ¿Anosmia? Ni idea de qué me hablaba.
Menos mal que era una conversación por teléfono y no me veía la cara de tonta que se me había puesto y, sobre todo, que inmediatamente me aclaró que es como se denomina a la pérdida del sentido del olfato.
Me quedé un poco triste, pensando que no iba a conocer todos los aromas que a mí me habían hecho enamorarme de India, y como ella es muy lista, se dio cuenta.
Guayaba – Guava- Amarood – अमरूद
En la ciudad de Bangalore, capital del estado indio de Karnataka, hay una calle muy concurrida tanto por turistas como por por locales. Se llama Commercial Street y como su nombre indica, está llena, pero llenísima, de tiendas.
Seguro que había visto guayabas muchas veces antes, pero el primer recuerdo que tengo de la fragancia de la guayaba fue en Commercial Street. Pensé que, si no existía, alguien tenía que hacer un perfume con un toque de guayaba.
Foto by Sakurai Midori
En los meses de agosto, noviembre, diciembre, marzo y abril puedes ver cómo los vendedores de frutas cortan las guayabas por la mitad y las espolvorean con una mezcla de sal, polvos de chile y las especias que le parezca bien a cada uno.
Bueno, eso si no le dices antes que la quieres tal cual, que es lo que hago yo siempre. Te aviso, te mirarán raro. Pero para gustos, los sabores.
Por cierto, hay muchísimos perfumes y colonias con notas de guayaba. Las descubrí en esta página que es el paraíso para los que somos frikis de los olores.
La guayaba es el cuarto cultivo frutal más importante de India, tras el mango, los plátanos y el limón.
Por lo visto, la guayaba, además de tener un olor delicioso, tiene hasta cuatro veces más de vitamina C que la naranja.
En este punto, la boca se me ha hecho no ya agua, sino río entero, pensando en las guavas de los vendedores callejeros de Commercial Street.
Foto by Dr.Santulan Mahanta en Flickr
Jazmín- Jasmine- Chanelee – चमेली
El jazmín me produce tanta alergia, que incluso cuando escribo la palabra, estornudo.
No es broma.
La primera vez que me pasó pensé que era coincidencia, pero ahora tengo claro que es una variante de la terrible alergia por sugestión.
En el sur de India las mujeres decoran sus brillantes trenzas color azabache con blanquísimas guirnaldas de flores de jazmín recién tejidas a mano.
Si coincides con ellas de mañana en el autobús, terminarás con borrachera de jazmín y si, como en mi caso, tienes alergia, empezarás a llorar y a estornudar como si no hubiera un mañana. Y, aun así, no me lo perdería por nada del mundo. Es un olor alegre y con música.
En India, y especialmente en el sur, las flores de jazmín son símbolo de buena fortuna. Los altares de los dioses se adornan, entre otras, con flores de jazmín.
Flores que son imprescindibles en cualquier boda, como lo eran hace años las almendras confitadas con un baño de azúcar, en las bodas en España.
En Madurai, una ciudad en el estado de Tamil Nadu, se producen anualmente 9.557 toneladas de jazmín.
La fragancia de estas flores dura 36 horas, como consecuencia del tipo de suelo donde se cultiva. Sus pétalos son más gruesos y ayudan a la flor a retener la humedad y retrasar el marchitamiento. Solo florece después de las 6 de la tarde, se mantiene fresca durante más tiempo y no deja olor una vez que se marchita. De color blanco verdoso cuando se arranca de la planta a primera hora de la mañana, al cabo de unas horas se vuelve de color lechoso y, por la noche, de un blanco cremoso y brillante.
Fue en esta ciudad, a las puertas del templo dedicado a Shiva danzante, donde conocí a María. María vendía pulseras, collares y de todo lo que hiciera falta para ganarse unas rupias. Estuvimos mucho tiempo hablando y algún día os contaré su historia.
Cuando me quise dar cuenta ya habían cerrado el templo y no volvían a abrir hasta las 4 de la tarde.
María, viendo mi cara de desilusión me dijo, “¡espera un momento”! y salió corriendo. Al poco volvió con una preciosa tira de jazmín enjaretado.
Se quitó una horquilla de su trenza y me colocó el jazmín en el pelo: ahora eres del sur de India, me dijo. Volverás muchas veces a Madurai y verás el templo de Meenakshi todas las veces que quieras.
Lo cierto es que he vuelto muchas veces y siempre me he encontrado con María. Espero que la próxima vez que vaya, la encuentre de nuevo vendiendo sus pulseras y collares y que lleve jazmines adornando su trenza.
"Lo primero que hay que hacer para entender un nuevo país, es olfatearlo."
Rudyard Kipling
Incienso- Incense – Agarbattee - अगरबत्ती
Si sales a la calle en cualquier lugar de India cuando las tiendas empiezan a abrir, te encontrarás rodeado de miles de aromas diferentes. Efluvios que te reclaman desde todas partes, algunos en voz alta y otros con tan solo un susurro.
Es el perfume del incienso, que se prende durante las poojas (pronunciado puyas) o ceremonias para honrar a los dioses hindúes y pedirles que protejan los negocios y lugares de trabajo.
Según se quiera complicar la ceremonia, se pueden llegar a mezclar varias sustancias: el agarbatti o varillas de incienso, alcanfor, resinas de diferentes árboles como guggal, olíbano y el kasturi o almizcle, o el chandan (sándalo).
Se cree que estas sustancias purifican el aire y atraen las buenas vibraciones. Lo cierto es que más de una vez he entrado en una de las tiendas siguiendo la llamada de un efluvio especialmente seductor algo he comprado, así es que las puyas conmigo, está claro que son efectivas.
Si una de estas mañanas te animas a hacer una sencilla ceremonia de purificación y gratitud, te dejo este documento titulado Oraciones para puyas de incienso del Lama Zopa Rinpoche, que además de ser un reconocido maestro del budismo tibetano, construyó en Nepal el monasterio de Kopan, al que le tengo un especial cariño.
Mango – Mangoe- Aam - आम
¿Sabes cuántas especies de mangos hay en India?
Vamos, di un número, que más te da, si nadie te va a oír.
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¡Has acertado!
En India se cultivan unas 1.500 variedades de mangos, de las cuales se comercializan 1.000.
¿Qué que hacen con las otras 500? Pues no lo tengo claro, pero lo investigaré.
De entre esas 1.000 variedades, la más apreciada es la llamada Alphonso. Toma su nombre de Afonso de Albuquerque, almirante portugués que conquistó Goa en 1510. Se le conoció también como «El Grande», «César del Oriente», «León de los Mares», «El Terrible», o el «Marte Portugués», pero en India es conocido por dar nombre un tipo de mangos. Eso sí, muy famoso.
Foto by Asit K. Ghosh
En 2006, George Bush viajó a India y probó estos deliciosos mangos. El gobierno indio llevaba más de 20 años intentando que se permitiese la importación de mangos a Estados Unidos. Parece ser que tras probar los mangos Alphonso, Bush llegó al acuerdo de permitir la entrada de la fruta a cambio de que se redujeran los aranceles de importación de las motos Harley-Davidson. Y esta es, en resumen, la historia de cómo entró Harley en India. Luego llegó Donald Trump y lo embarullo todo, pero esa es otra historia.
No se me ocurre mejor broche para este recorrido por mis olores de India, que la receta de un delicioso postre que reúne las esencias del mango, el cardamomo y el azafrán.
Kulfi de mango
El kulfi se parece a un helado, pero no es un helado, aunque está congelado. Es un postre tradicional indio que sorprende por su cremosidad. Puede hacerse con diferentes frutas. La receta de hoy es de mango.
Ingredientes:
· 2,5 tazas de leche de almendras más un poco más para disolver la harina de arroz (paso 3)
· 2,5 tazas de puré de mango. Aproximadamente 3 a 4 mangos de tamaño grande
· ¼ de taza de azúcar
· 5 cardamomos verdes triturados o ¼ de cuchara de polvo de cardamomo
· Un pellizco de azafrán. 3 hebras
· De 12 a 15 pistachos sin sal, remojados, pelados y cortados en rodajas. Reservar algunos para decorar.
· 2 o 3 cucharaditas de pasta de almendras. Si no tienes, tritura unas almendras y mézclalas con leche evaporada hasta formar una pasta
· 3 cucharadas de harina de arroz que vamos a disolver en la leche de almendra que habíamos reservado.
Manos a la masa:
1. Poner la leche de almendras y el azafrán en un cazo. Calentar a fuego lento sin que llegue a hervir.
2. Añadir el azúcar y remover hasta que se disuelva.
3. Mezclar la harina de arroz con la leche de almendras. Añadir la mezcla a la leche caliente con azúcar y azafrán sin dejar de remover para que no se hagan grumos.
4. Añadir el polvo de cardamomo o los cardamomos bien triturados.
5. Seguir cocinando a fuego lento removiendo de vez en cuando hasta que la mezcla espese. Es muy importante que la mezcla quede espesa, como una maicena, ya que si se queda líquida se formarán cristales de hielo al congelarla.
6. Apagar el fuego y añadir la pasta de almendras removiendo bien hasta que se integre completamente.
7. Dejar enfriar completamente.
8. Cuando esté frío, añadir el puré de mangos y los pistachos cortados en láminas finitas y remover.
9. Verter el contenido en unos recipientes que puedan meterse en el congelador. Puedes utilizar los envases de los yogures y así de paso reciclas. Dejar en el congelador toda la noche.
10. Para servirlos, desmoldarlos y decorarlos con un poco de polvo de cardamomo, trocitos de pistachos un poquito de azafrán y un pétalo de rosa, si tienes.
Por cierto, sobrina vino a India y se enamoró del país.
En el aeropuerto, a punto de entrar en la terminal para tomar su vuelo de regreso a España, se acercó y al oído me dijo que tenía la cabeza llena de aromas, aromas que se olían con los ojos y que estaba segura de que nunca olvidaría.
Ya os dije que mi sobrina era muy lista, mucho más lista que yo.
Foto by Imo Flow en Pixabay
Directora de Publicidad
3 añosQué razón tenía tu sobrina! Leyéndote se me ha llenado la cabeza de olores y aromas guardados en mi memoria. Qué buenos recuerdos, qué maravillosa es India con sus aromas, sus colores, sus sonidos, sus paisajes y sobretodo...sus gentes. Gracias Silvia.
Consejera Asesora y Socia Directora
3 añosCómo lo pasamos de bien! Gracias Silvia Riaño Rufilanchas por enseñarme a disfrutar