Estresado por compromiso

En el mundo no hay estrés, lo que hay es gente escogiendo pensamientos estresante” decía Wayne Dyer.

¿Qué me dirías si te dijera que el estrés que sufres, se desvaneciera respondiendo a una sola pregunta?

Vivimos estresados. Desde que nacemos hasta que nos morimos, siempre estresados.

Estresados porque tenemos que elegir una carrera que nos determinara nuestro futuro profesional. Estresados porque tenemos que elegir bien nuestros amigos. Estresados porqué depende de la pareja que presentemos nuestra familia nos pondrá una cara u otra.

Luego llega la edad “inmadura” donde creemos que solamente el estrés está relacionado con el trabajo. Estresados porque tenemos trabajo y no llegamos a las exigencias. Estresados porque no tenemos trabajo. Estresados porque tenemos que irnos de viaje por temas profesionales. Estresados con el compañero de trabajo…

Más y más estrés.. Y luego en verano, estresados porque nos tenemos que levantar temprano para tener sitio donde poner la sombrilla en la playa.

Vivimos en un mundo lleno de estresados. ¿Pero cuál es la raíz de esta lacra?

Muchos dirán que vivimos en un mundo competitivo. Quien no coge la oportunidad, que no la espere porque se la quitarán tras haber tenido su oportunidad.

Otros dirán que el estrés lo produce el querer llegar a unos canones que esta sociedad impone. Estresado por tener un cuerpo “fit”. Estresado por tener una cuenta en redes sociales con seguidores de todo el mundo o que seas considerado como “cool” por tu forma de vestir.

Estoy totalmente de acuerdo. Nos estresamos para llegar a las cotas que nos pide la sociedad, a ser como las personas que son inspiración en esos momentos o alcanzar las cotas de fama que necesitamos para sentirnos alguien en esta vida.

Y como creemos que nunca las alcanzaremos, que nunca satisfaceremos las expectativas de nuestro jefe o pareja, pues…Por eso estamos estresados, PORQUE ESTAMOS COMPROMETIDOS CON UNA VIDA QUE ES LA QUE NOS IMPONEN O CREEMOS QUE QUEREMOS TENER.

Ahí va la pregunta que desvanecerá tu estrés: ¿Estas de verdad comprometido con la vida que te produce ése sin vivir? ¿Te comprometiste con ella, por que querías alcanzar cierto estatus o por qué así lo sentías?

Creemos que estamos estresados porque debemos, que no es lo mismo que queramos, llegar a alcanzar unos canones, un estatus, ser considerado como alguien importante. Pero si nos preguntaramos si realmente queremos de verdad alcanzarlos, la gran mayoría, respondería: “Menuda perdida de tiempo estoy provocando en mi vida, cuando realmente a mí me gustaria…”.

Una cosa es estar preocupado por un tema y otra muy distinta es estar estresado.

Pensamos que estar estresado es que nos importa de verdad el tema. Y lo peor de todo, que es “cool”.

Que queremos que salga bien. Que podamos decir que hemos alcanzado lo que los demás esperaban de nosotros o deseábamos para sentirnos satisfechos con el trabajo realizado, cueste lo que cueste.

Pero yo ahora te pregunto: ¿Realmente racionalizas cuando estas estresado? ¿Tú crees que algo es tan importante como para que te den ataques de ansiedad? ¿Es algo tan esencial en tu vida para que pienses hacer lo que sea, para conseguirlo?

Porque cuando estamos estresados no piensas de forma racional, te mueves por impulsos. No te gusta lo que te dicen, sólo quieres soluciones para antes de ayer. Cuando estas estresado no duermes ni descansas y la sonrisa solo aparece en televisión, no en tu cara.

Nunca tomaremos la mejor elección, ya que la desesperación y sin razón, no nos dejan ver cual sería la mejor en nuestra ocasión. De ahí nacen la infidelidades entre parejas o con tu empresa, buscando trabajo en la competencia sin que nadie se entere de lo que te pasa. De ahí nace la opción de ocultar lo que nos pasa a través de la rienda suelta a adicciones o rezando para que nadie se entere lo que no pasa de verdad.

Cuando estás estresado, no quieres parar y ver realmente lo que sucede. Quieres una solución que te saque cuanto antes del lugar donde te encuentras y si te puede llevar más rápidamente al éxito, mejor.

Y aunque encuentres un placebo, ( una solución a corto plazo que crees que te solventará el problema para siempre), te aseguro que cuando menos lo esperes, te estará esperando para decirte: “¿Me solucionas de una vez o qué?”.

Vamos a darle la vuelta a la tortilla. En estos días, todo el mundo hablará de la vuelta de vacaciones. Del estrés que produce volver al trabajo, la rutina y lo bien que se estaba en el chiringuito con la cerveza y la tapa. Hagamos una prueba, pregúntale a esas personas: ¿Estás COMPROMETIDO con tu trabajo, con la vida que vas a retomar, con la pareja que vas a ver? Y mira a ver la cara que ponen.

¿Por qué los domingos por la tarde es el día de la semana que más se llora? No porqué nuestro equipo haya perdido, sino porque no queremos volver al trabajo que tenemos, a ver a ese compañero o a nuestro querido jefe.

Pero como sabemos que ése trabajo, nos da el estatus deseado, esa seguridad anhelada y el reconocimiento deseado, mejor nos limpiamos las lagrimas y a aguantar.

Cuando tú estás comprometido contigo mismo , el domingo por la tarde es un aliciente a lo que deseas que pase el lunes por la mañana.

Estar ocupado es estar comprometido/focalizado en lo que realmente te importa, en lo que quieres, en lo que sueñas. No en lo que te “recomiendan” que sería bueno para ti.

Cuando estás comprometido en ti, eres dueño de tus pensamientos en todo momento. Sabes cual es la realidad, tanto si la has cagado como si estás en el camino correcto, lo que ha pasado y a donde te quieres enfocar.

Ahora sé que mucha gente dirá, ¿Qué pasa, que los que se comprometen consigo mismos, no conocen el estrés? ¿Les importa todo por el pito del sereno?.”.

¡¡Para nada!!.

Pero utilizan cada situación como un aprendizaje para futuras ocasiones, no como una limitación. Así la proxima vez que nos ocurra, seremos más productivos que a través de lamentos y la desesperación.

Aún más, les importa mucho más lo que están haciendo, sus proyectos, las personas que tienen a su alrededor. Pero la forma de afrontar las dificultades , que no problemas, es totalmente diferente.

Creemos que comprometiéndonos con los demás, con los exigencias que la sociedad nos demanda a ciertas edades, con el concepto de éxito que se nos promulga, el estrés, el miedo, la impaciencia, no existirá y seremos felices y comeremos perdices.

Comprométete contigo mismo . Firma un contrato en el que te comprometas que serás SIEMPRE TÚ mismo ante toda situación, trabajo o relación, ANTE TODO.

Empezarás a PRE-Ocuparte a Ocuparte de ellas. Del estrés a la serenidad y a la coherencia.

¿Por qué crees que sientes ese estrés? ¿Por un compromiso que no crees romper o por una vida que no es la tuya? ¿Vas a firmar por fin ese compromiso contigo mismo?

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