Estructuras del aprendizaje digital en una nueva sociedad (Educación Disruptiva)

Estructuras del aprendizaje digital en una nueva sociedad (Educación Disruptiva)

 

Juan Domingo Farnos Miro

Echemos un vistazo más de cerca a nuestro cosmos. Parece que las posibilidades se engloban en el ámbito de tres campos de aprendizaje digital:

    a-El aprendizaje en hipertexto.

    b-Red de aprendizaje (PLE–PLN).

    c-Aprendizaje a través de la comunicación virtual.

El nuevo mundo de aprendizaje se basa en una nueva forma de pensar:

    a-Intercambio de información en lugar de escondimiento.

    b-Colaboración en lugar de instrucción.

    c-Proacción en lugar de reacción.

    d-La tecnología nos permite apoyar los procesos de aprendizaje en las empresas en el ámbito laboral. Hoy en día es más importante que nunca para estar al día.


¿Cómo puede refundarse una nueva sociedad y cómo debiera de funcionar. ¿Qué se requiere?:

    a-Reformas estructurales racionales.

    b-Una nueva concepción de Estado (más diversificado, más sencillo, más operativo).

    c-Se avecinan nuevas formas de vivir, cuya adopción supone la desaparición del yugo de las jerarquías verticales. Como hemos explicado en numerosas ocasiones, el modelo de redarquía contempla los conceptos de «derecho» y «obligación» como dos caras de una misma moneda y que deben ser sustituidos por RESPONSABILIDAD Y COMPROMISO.


Todo esto implica que debemos llevar a cabo infinidad de análisis (prognosis y diagnosis –de manera permanente y continuada–). Desde este punto de vista, las mismas Constituciones se presentan como «escollos»; por tanto, no nos sirven. Ergo, no hay que modificarlas, sino prescindir de ellas. Esto es, no nos valen ya los «dogmas», sino las acciones, a saber:

    a-Causa-efecto.

    b-Acción-reacción

 

Naturalmente en nuestros trabajos presentamos el aprendizaje como acción+reflexión, con matices:

     -La primera noción es que el ciclo de acción / reflexión es el proceso, no el resultado. El resultado, técnicamente, es una nueva respuesta a los mismos estímulos.

En resumen, actuamos y reflexionamos para desarrollar nuestra capacidad de hacer algo diferente y presumiblemente mejor.

     -La segunda es que esto está separado de la instrucción, que es la acción diseñada y la reflexión guiada. El autoaprendizaje, sin embargo, requiere una acción auto-diseñada y una reflexión autoguiada.

 

Investigar procesos de acción-reacción entra en un proceso de sistemas de pensamiento, que Elliot (1991) describe como un ciclo de desarrollo profesional de la acción-reflexión que determina el proceso de gestión del cambio cualitativo de cómo el profesor puede experimentar con su plan de estudios.

Elliott ha retomado con fuerza la tesis aristotélica de la racionalidad en el contexto de una teoría de la acción. Así, la racionalidad no es tanto una facultad como un método, es decir, un estar en el camino, un estar en marcha o estar instalado en el tiempo, que es lo que significa métodos en griego clásico.

Desde esta perspectiva, lo que da sentido a la reflexión educativa no es la aplicación de las reglas de la técnica, sino el hecho de comprender el significado final de una acción en un contexto específico, considerar los valores en los que esta acción se apoya, además de buscar de una relación de coherencia entre dichos valores y la práctica mediante la cual estos adquieren una dimensión real.

 Ello descarta el principio de que la teoría precede a la comprensión de los fenómenos, de que primero se aprende y después se aplica.

No se olvide que un rasgo de la praxis es su naturaleza holística, es decir, reflexión y acción se conjugan de forma funcional de acuerdo con la necesidad de comprender, pero no de un modo predeterminado y jerarquizado, por lo que el campo de la investigación educativa no puede desvincularse de los problemas de los prácticos, los cuales son indispensables en el reconocimiento y la formulación de los problemas (Carr, 1996).

Así, la investigación en la acción puede ser un método para el diálogo reflexivo. Gadamer (1993), quien ha ejercido una importante influencia en Elliott, sostiene que la investigación es una continuación del diálogo por otros medios. En este escenario, la investigación en la acción tendría como finalidad hallar el “equilibrio reflexivo” enunciado por Rawls, en el cual los distintos agentes educativos alcanzarían su propio sentido de la dignidad profesional. 

Para ello, nos ayudaremos de la tecnología y de la evolución de la I.A. (i.e.: ‘inteligencia artificial’), la cual puede «dinamitar» la burocracia y favorecer el acometimiento de acciones inmediatas y ubicuas. La localización física y estática quedará relegada al olvido y comenzaremos el desarrollo de una «deslocalización móvil».

De todo este planteamiento –que va mucho más lejos de lo netamente económico– se desprenderán repercusiones en diferentes ámbitos de la realidad social:

    a-Educación y aprendizaje.

    b-Formación permanente.

    c-Trabajo.

    d-Relaciones socio-laborales.

    e-Rango de las tecnologías.

En el ámbito de la educación tradicional y la educación permanente (Lifelong-learning) Como es de sobra conocido, las aplicaciones basadas en wi-fi se pueden utilizar para:

    a-Minimizar los costos de los mensajes de texto, whastapp, etc.

    b-Acceder a Twitter, Facebook, Yammer, etc.

    c-Descargar e instalar una aplicación móvil.


En estas tecnologías, la almohadilla (#), ‘etiqueta’ (en Twitter), se anexa a un epígrafe bajo el cual se reúnen diferentes comentarios (v.gr.: #EducaciónDisruptiva). Así, también el software de aula virtual, como Adobe Connect, se puede utilizar a través de wi-fi. Amén de una infinidad de programas y de apps educativas ...

juandon

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