Evaluación.... para la reflexión y la acción

Los últimos días hemos sido testigos de la presentación en el Senado de un proyecto que propone eliminar las notas numéricas hasta cuarto básico y utilizar sólo criterios cualitativos.

La discusión en el Senado de este proyecto tiene el valor de poner sobre la mesa un tema relevante en torno a uno de los elementos fundamentales del curriculum –la evaluación-, invitándonos a todos a pensar en la educación que queremos para Chile y los chilenos, en cuanto se transforma a su vez en un modo de pensar la sociedad y, desde ahí, bienvenida la invitación a todos para opinar, argumentar y descubrir nuevas miradas.

Sin embargo, es importante también generar un gran espacio de análisis y discusión académica al interior de las Facultades de Educación, respecto de la formación de profesores y cómo desde ese espacio es posible levantar una visión de la evaluación como un proceso vivo y en constante evolución, que permite conocer el nivel de logro en los aprendizajes de los estudiantes pero fundamentalmente tomar decisiones sobre qué y cómo enseñar para brindar oportunidades equitativas de aprendizaje y participación para todos, en el marco de une educación inclusiva, donde la evaluación mutua, la co evaluación y la autoevaluación sean de verdad parte de las prácticas pedagógicas que modelen la formación de personas reflexivas, protagonistas de su desarrollo.

Esto que puede parecer tan obvio en realidad no lo es, y corremos el riesgo de quedarnos en el reduccionismo de la nota y no en la importancia de re conceptualizar el proceso de evaluación, si no se abren estos espacios de discusión académica profundos y transformadores de visiones en esos lugares que, desde su origen, están llamados a abrirse al dialogo para construir conocimiento, las universidades.