Evitar las decisiones "sujétame el cubata"
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Evitar las decisiones "sujétame el cubata"

 Una persona toma (de media) 35.000 decisiones al día, y “solo” un 1% por ciento son conscientes, que vienen a ser unas 25 a la hora, una cada 2 minutos cuando estamos despiertos, que no es poco.

Todas las decisiones tienen un impacto, pero las 350 que se toman conscientemente tienen más que las automáticas, algunos muy poco  - ¿Qué camisa me pongo hoy? -  y otras más – aunque no sea en el corto plazo, por ejemplo, decidir no hacer ejercicio.

Esto mismo ocurre en las empresas, muchísimas decisiones individuales o colectivas son automáticas, y unas cuantas son conscientes – ya sea por que son operativas ya sea porque son estratégicas (y por tanto, con un impacto significativo en la organización).

Sobre estas últimas voy a hablar, no sobre su naturaleza sino sobre su origen, creo que hay (al menos) tres tipos base de decisiones:

  • Racionales: basadas en datos y la información
  • Intuitivas: donde se decide con menos datos y manda más la experiencia (sabiduría acumulada o sentido común)
  • Irracionales: en las que no importan ni los datos ni el sentido común, manda la jerarquía o el amor propio o cualquier otra razón "no lógica"

 Y la etiqueta se da en el momento en que se toma, no según el resultado de la misma.

Una decisión racional o intuitiva no tiene porque ser un éxito, pero tiene más números de serlo, una decisión irracional no tiene porque ser un fracaso, pero tiene más números.

Un ejemplo de decisión que se consideró “irracional” en su momento fue la que tomó el secretario de Estado de EEUU (Seward) compró Alaska a los rusos. (“Pero si en Alaska solo hay osos y nieve ¿para que la queremos?)., pero que resultó un éxito.

Cuando la decisión no resulta en un éxito, en seguida aparecen un conjunto de coletillas -excusas – que tratan de desplazar las decisiones irracionales hacia decisiones intuitivas y tratan de explicar el fracaso en motivos exógenos a la misma “no era el momento”, o “no era consciente de todas las limitaciones”

Otra forma más campechana de llamar a una decisión irracional es llamarla una decisión “sujétame el cubata (que voy)”  

 Esto, en la “sociedad civil”, estas decisiones son propias de adolescentes o jóvenes, en general, de sexo masculino (uso expresamente la palabra sexo, no genero) – no lo digo yo, lo dice el profesor Volk de la universidad de Sídney, y con los años, se apacigua.

En el mundo empresarial, estas son muy peligrosas cuando se toman desde puestos más significativos de la organización, y son más independientes de la edad y del género. Una forma de reconocerlas es en los proyectos y que cumplen esta cuádruple característica:

  • El proyecto se presenta como imprescindible y que tendrá un altísimo impacto para mejorar la eficacia, la eficiencia o ventas.  (a mayor impacto más grande es el cubata)
  • Es conocido que otras compañías fracasaron estrepitosamente intentando algo similar  
  • Nadie (que tenga responsabilidad sobre ir adelante con el proyecto – no solo el decisor final -)  muestra verdadera intención en entender por qué fracasaron otros (¿Que yo no puedo hacer eso??? … “sujétame el cubata”)
  • Cualquiera que muestre ciertas reticencias es tachado inmediatamente de derrotista o no alineado

Así que, se arranca “sujétame el cubata” , en un porcentaje muy alto de los casos, se gasta una fortuna y no hay resultados (ni siquiera los suficientes como para “vestir la mona”)

La cosa va más allá .. pero me quedo aquí … y vuelvo a la racionalidad y a mi propuesta de acción 

  • Si bien el hecho es que el mundo está hiperacelerado, no hay excusa para las decisiones irracionales.
  • Es más, como el mundo está hiperacelerado, conviene , cuanto menos, mantenerse en el rebufo y eso implica sobre todo procurar mantener todo el control posible de las situaciones y del entorno.

No podremos controlarlo todo, pero no podemos renunciar a controlar lo que si podemos controlar, y eso significa:

  • Utilizar datos para tomar decisiones, sin volvernos adictos a ellos - el exceso de KPis es una droga tan dura como el fentanilo -
  • Procurar colegiar las decisiones importantes, (aunque el que finalmente la rubrique sea una persona especifica) no solo para implicar a las personas, sino, aún más importante, para enriquecer la decisión y procurar minimizar los sesgos
  • Ser consciente de que la decisión que se toma, es la mejor que toma en ese momento y que el resultado de la misma no está en nuestro control.
  • Y, desde luego, olvidarse de tomar decisiones “sujétame el cubata”, porque aunque hay posibilidades de que salga bien – al fín y a al postre un reloj de cuerda parado da bien las horas dos veces al día – lo más probable es que los inconvenientes superen a las ventajas.
  • Pero si se va a tener que gestionar decisiones de este tipo – confiemos que pocas -  , procurae minimizar los daños a la organización, pero sin convertirse en un héroe muerto.

 Porque como dijo el profesor del IMD Jack Denfeld Wood

 La psique no sólo viene definida por la racionalidad consciente, sino que también incluye el inconsciente y la irracionalidad. Tener en cuenta lo irracional equivale a reconocerlo, reflexionar sobre ello y responder a ello.

 

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