Exploradores creativos

Nuestra sociedad asiste estupefacta a un cambio de registro. Todavía hay quién cree que lo que tenemos encima son una vacaciones de la economía tradicional de dos o tres meses. Se aferran a la idea de que finalizada la cuarentena esto volverá a ser lo que era sin apenas dilación. Y quién les puede culpar. La fantasía es un mecanismo del hombre para defenderse de la realidad, en especial de realidades tan cruentas como la actual. Pero la fantasía no proveerá. En este sentido, tras el enunciado mayúsculo la letra pequeña que la acompaña revela su naturaleza falsamente inocua. No es neutra, es mala, porque nos hace creer cosas que nunca pasarán solo para demorar el enfrentamiento con el problema. Parece que hablo del Gobierno, pero -de verdad- que me dirijo a personas reales.

A las personas reales les quiero decir que #saldremosdeesta no es suficiente. Sin duda alguna lo haremos. Sin embargo, se impone preguntarnos cómo será la salida y cómo seremos nosotros mismos después de haber salido. Ayer leía a un millennial ¿o era un Z? que decía: "después de la cuarentena en casa me voy a pasar una cuarentena en la calle". En su caso casi lo entiendo, son cosas de la edad. Pero centrémonos en las personas reales que confinadas rumian su temor a superar la inmediatez de abril o la cuesta de mayo o el pico de junio. A esas personas les digo que hay luz al final del túnel y que la iluminación no corre a cuenta ni del Estado, ni de la Unión Europea, ni de la Organización Mundial de la Salud. Todos ellos aportan algo -aunque suele ser bastante inaccesible y confuso- pero quién da la luz somos nosotros, todos y cada uno de los ciudadanos confinados que nos comemos los muñones a la espera de volver a la actividad.

Nosotros seremos la respuesta a la salida de la crisis sanitaria y a la gestión de la crisis económica que la sucederá (empecemos a llamar a las cosas por su nombre). Baso esta afirmación en tres hechos. Como especie somos un exponente maravilloso del proceso evolutivo. Evolucionamos. La curiosidad o la necesidad nos empuja a buscar cosas nuevas. Exploramos. Y cuando no las encontramos, las inventamos. Innovamos. En definitiva, lo que nos define como especie, los que nos define como personas reales no es la fantasía escapista sino la creatividad. Cuando antes recordemos lo que somos antes saldremos de este envite con el destino. No espero dádivas de nadie. Ni de lo público ni de lo privado. Soy un explorador creativo y como tantos otros que nos antecedieron el camino se abre con voluntad, con ingenio y con tesón.

Y ahora quién quiera que hable del aplazamiento de impuestos o de su pago fraccionado. Que lo haga y que espere sentado hasta que lo barra la realidad. Personalmente me conjuro con los #exploradorescreativos.