Fake persons
Jorge A. Meléndez Ruiz
“No recuerdo si has escrito sobre las ‘fake persons’. Creo que es un fenómeno en aumento en nuestra sociedad mexicana”.
Excelente sugerencia de mi amigo Manuel Farías. Súper tema ahora que estamos sufriendo las campañas políticas. Y sin embargo, como bien dice, es algo que trasciende a la grilla y llega a todos los ámbitos.
Vivimos en la era de la fantochada. Las redes sociales nos invitan a participar en un concurso interminable para ver quién es el más bonito, rico, original o creativo.
Simulaciones por acá y simulaciones por allá que obviamente se potencian en una contienda electoral. Prepárese a ser inundado por candidato(as) fake y promesas fake. ¿Qué hacer?
Primero, hay que identificar a las personas fake:
- Dicen una cosa pero hacen otra.
- Presumen lo que no tienen o lo que no saben.
- Te dicen una cosa de frente y otra distinta por la espalda.
Respecto a las campañas, habrá que vacunarnos contra las típicas estrategias de los candidatos fake:
- Prometer lo que no pueden cumplir. Como una renta universal única que simplemente es un sueño guajiro. Dígame si no: si fuese de $1,500 pesos al mes para cualquier mexicano (apenas 56% del salario mínimo), el gasto anual sería de 2.3 billones de pesos. ¡Ja, es el 60% del presupuesto libre del gobierno (quitando el 28% destinado a pensiones y deuda) para el 2018! O sea, una vacilada populista de don Ricardo. Fake.
- Fingir pureza para distanciarse del sistema del que son parte. Como dice San Mateo: “Nadie puede servir a dos señores; porque o aborrecerá a uno y amará al otro”. Ni modo, don Pepe Toño: con palabras no se borran las acciones del gobierno del que formó parte y que aborrecen tanto los ciudadanos a los que ahora quiere convencer. Fake.
- Esquizofrenia al más puro estilo del Dr. Jekill. Parecer razonable en muchas cosas y de repente actuar de forma diametralmente opuesta. Como el buen don Andrés que asegura en sus spots que: “estaríamos mejor con ya sabes quién”. Híjole, pues que nos explique a cuál de “Los dos AMLOs” se refiere (relea la columna con este título). Fake.
- Presumir un buen gobierno aprovechando que no te conocen. Se dice que “de lejos todo se ve más bonito”. Y algunos candidatos como el vaquero Bronco de Nuevo León se aprovechan de esto para intentar vender una gran capacidad transformadora. Mentira: el gobierno de Jaime ha sido mediano… ah, y ocurrente e intolerante a la crítica. Fake.
- Decir qué van a hacer… sin explicar cómo. Una epidemia de la que no se salva ningún grillo. Estamos llenos de lo que en inglés se llama “motherhood and apple pie”. Nadie puede estar en contra de la maternidad y el pay de manzana. Todos estarán de acuerdo en que “hay que restaurar el estado de derecho”, “es un deber eliminar la pobreza y la desigualdad” o “borraremos el terrible cáncer de la corrupción”. Nos hablan muy bonito del pastel, pero nunca nos dicen como lo van a cocinar. Fake.
Prepárese, porque vamos a estar inundados de éstas y otras estrategias mentirosonas. Imagínese: tan sólo en las precampañas se transmitirán 17.9 millones de spots. ¿Se le hacen muchos? ¡Ja, súmele otros 41.8 millones de las campañas electorales! Madre mía.
Ah, y aparte faltan mítines, entrevistas pagadas en medios fake y hasta los debates acartonados. ¿En qué cree se parecerán? Fake.
El mundo de los negocios no se salva. Quizá (ojalá no) le haya tocado sufrir a alguno de éstos:
- El perico. Ese sabelotodo o líder ensimismado que nunca escucha y está enamorado del sonido de su voz. Algo peligrosísimo, pues el debate es precondición de la innovación.
- El lambiscón. Súper común cuando hay un líder sabelotodo o intransigente. Ese que prefiere masajear el ego del jefazo, que calla para no contradecirlo, aunque se vaya directo al precipicio.
- El grillo. Quizá no es muy bueno para su chamba, pero es un maestro para meter cizaña. Más falso que un priísta honesto.
Tiene razón Manuel: hay demasiadas personas fake. Identifíquelas y si puede aléjese. La vida es demasiada corta para sufrirlas. Ah… y cuidado, ¡no vaya a ser que en un descuido nos contagiemos!
En pocas palabras…
“En la libertad falsa el hombre hace lo que quiere, en la verdadera hace lo que debe”
Charles Kingsley, escritor inglés
Twitter: jorgemelendez