Feels like the first time

Feels like the first time

"... I would climb any mountain. Sail across a stormy sea. If that's what it takes me, baby. To show you how much you mean to me. And I guess it's just the woman in you. That brings out the man in me. I know I can't help myself. You're all in the world to me..."

Las primeras veces siempre son incómodas, llenas de incertidumbre y mucho nerviosismo, pero todas llevan al final el sello indeleble de la experiencia aprendida y la satisfacción de haberlo intentado y/o logrado algo nuevo y diferente.

El primer beso, el primer examen, el primer trabajo, el primer día de clases, el primer baile, la primera rumba, el primer cafe, la primera cerveza, el primer trasnocho, la primera desilusión, el primer amor, la primera fractura, el primer vuelo a un destino desconocido, el primer grito de gol de tu selección, el primer cheque mensual, el primer matrimonio, el nacimiento de tu primer hijo, el primer apartamento, la primera cena de dos, la primera patada de tu bebe en el vientre materno, el primer título, el primer viaje manejando, en fin... repletos de primeras veces vamos por el mundo definiéndonos como expertos en cualquier cosa.

Lo cierto es que todos los días amanecemos a un abanico de sorpresas que nos aguarda apenas abrimos nuestros ojos a la luz del día. Pero todos buscamos siempre lo inalcanzable: La seguridad y certeza suprema de que todo estará bien.

Para sentir seguridad a la hora de enfrentarnos a todas estas primeras ocasiones, nos apoyamos en factores externos que nos dan la supuesta estabilidad y seguridad de que ninguna situación por más novedosa e inesperada que pueda ser, siempre nos tomará preparados.

La preparación no es aquella que nace de lo externo, del dinero, del hogar, del trabajo, del poder, de la familia, de la pareja. La preparación no es más que la certeza y confianza de que siempre, pero siempre, independiente de que suceda lo que suceda - hasta la muerte misma - todo estará bien y todo será satisfactorio cuando se vea y enfoque como un recuerdo. Porque cuando se enfrentan las situaciones - aún cuando sea la primera vez - desde la convicción individual suprema y a sabiendas y reconociendo que nuestra acción no genera daño alguno a nuestro alrededor, siempre se tomará la decisión adecuada y se estará bien.

No hay fórmula mágica para ser invulnerable y creerse siempre asegurado y protegido, pero si lo que yace dentro de ti tiene la fortaleza de un roble con raíces sanas, que brotan de tu más profunda y sana convicción, mas temprano que tarde saldrás adelante con el sabor de la victoria o en el peor de los casos con el dolor de la lección aprendida y la certeza de no volver a pasar por allí nunca más y dar así una vuelta de tornillo más en tu evolución como ser humano.

En nuestros tiempos a todos nos toca diariamente vivir lo inesperado, claramente haciendo honor a la trillada frase: "Lo único constante, es el cambio constante". Si tu actuación ante esta realidad ineludible es alineada a tus principios, valores y no tus objetivos del "ego", mañana estarás mejor, escuchando en la intimidad de tu habitación y la certeza de tu ser al antiguo grupo Foreigner retozando con la felicidad del niño aprendido su tema: "Feels like the first time"

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