¡Feliz Año Nuevo!
¿Te suena extraño?
Que no te suene tanto. Te voy a decir por qué.
Tu año nuevo empezó hoy cuando abriste los ojos.
Así es, empezó hoy en la mañana.
Sigo sin entender por qué las personas toman conciencia del paso del tiempo el 31 de diciembre. Ese día se sientan a hacer su lista de "deseos" para el año que está por comenzar y para febrero -cuando mucho- ya no se acuerdan de nada. ¡Cómo si ese fuese el único día en el que podemos sentarnos a revisar lo que estamos haciendo, lo que queremos y lo que nos importa!
No sé tú, pero cada día valoro más el tiempo y lo que hago en él y con él.
Cada día me molesta más desperdiciarlo y hacer cosas que no armonizan con lo que me es importante.
Cada día le pongo más corazón a las cosas que tengo en mi agenda porque son, la mayoría, las que valoro y quiero hacer.
Esto es en realidad una invitación para que no te esperes a que llegue esa fecha para organizarte y organizar tu agenda.
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¿Cómo puedes hacerlo?
Empezaré por decirte que planear tu agenda no se trata de retacarla de actividades y no tener tiempo para respirar. Se trata de un ejercicio de introspección profundo en el que te puedas plantear con toda claridad lo que quieres.
Ni más ni menos.
¿Qué dices? Te reto a que tomes el control de tu Año Nuevo a partir de este preciso momento y seas testigo de un cambio en tu vida.
¿Le entras? ¿Por dónde vas a empezar? ¿A quién le vas a compartir esto para que se motiven mutuamente? Cuéntame y cuenta conmigo.
¡Feliz Año Nuevo!
Claudia https://linktr.ee/claudiacalvin
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Journalist, editor, translator (EN/ES/FR), proofreader, content writer and, above all, inline skater
3 años¡Hola Claudia! Me encantó tu texto, quizá porque me identifico. Vivo así cada día de mi vida, procurando no desperdiciar un segundo (a veces de manera un poco neurótica pues me cuesta "perder" tiempo, o sea vida, en buscar unos calcetines, mis lentes o las llaves), y planeo en lo posible los días que vienen. Celebro cada mañana estar vivo, a mis 55 años sigo patinando y disfrutando caminar en los Viveros; me dedico a difundir lo que me gusta porque creo que a otros les puede gustar, comparto mi felicidad con quien se deje (no todo mundo ama ser feliz), tengo un hijo de 28 años que ama hacer cine, enseñarlo en comunidades lejanas, y cantar; un hijo de cuatro años que ama las letras y las matemáticas, y una hermosa hija de dos años que es la felicidad encarnada y desparrama amor por donde pasa. Ni a Slim le alcanzan sus ahorros para comprar mi camisa de hombre feliz, y soy tan rico que lo único que me hace falta en esta vida es dinero. Esto se logra, más que celebrando cada año, celebrando cada día, cada mañana, y pensando que quizá sea el último día vivido. Va un gran saludo y celebro que alguien tan valiosa para este mundo como tú lo viva con tanta intensidad y amor.