Finanzas Corporativas Los Mercados Financieros
Las empresas a menudo necesitan capital para realizar los planes de crecimiento; los gobiernos necesitan fondos para financiar sus proyectos de construcción, y los individuos solicitan préstamos para comprar automóviles, casas o pagar la educación. ¿De dónde los obtienen? Por fortuna hay otros individuos y empresas que perciben más de lo que gastan. Los mercados financieros reúnen a la gente y las organizaciones necesitadas de dinero con los que tienen exceso de fondos. Hay muchos mercados financieros en una economía desarrollada. Cada uno utiliza un tipo especial de instrumento, atiende a clientes con necesidades específicas o está ubicado en determinada zona geográfica. A continuación describimos los tipos principales.
1. En los mercados de activo físico (llamados también de activo “real” o “tangible”) se intercambian productos como trigo, automóviles, bienes raíces, computadoras y maquinaria. En los mercados de activo financiero se intercambian acciones, bonos, pagarés, hipotecas y otros instrumentos financieros. No son más que simples trozos de papel, con cláusulas contractuales que otorgan a los tenedores derechos y reclamaciones específicas sobre el activo real. Por ejemplo, un bono corporativo emitido por IBM concede derecho sobre los flujos de efectivo producidos por el activo físico de la compañía; en cambio, una participación en sus acciones concede otra serie de derechos sobre el flujo de efectivo. A diferencia de estos instrumentos financieros ordinarios, las cláusulas contractuales de los derivados no son un derecho directo sobre el activo real ni sobre los flujos de efectivo. Más bien se trata de derechos cuyo valor depende, o deriva, de que tenga otro activo. Los futuros y las opciones son dos tipos importantes de derivados, cuyo valor depende del precio de otros activos: las acciones de IBM, el yen japonés o el precio de la carne de cerdo.
2. Los mercados al contado y los mercados de futuros son aquellos en que se compran y se venden activos para entrega inmediata (literalmente en unos pocos días) o para entrega futura: a seis meses o a un año.
3. En los mercados de dinero se negocian valores de deuda a corto plazo y de gran liquidez. En los mercados de capitales se negocian acciones corporativas y deuda a plazo largo e intermedio. La Bolsa de Valores de Nueva York es un ejemplo. Al describir los mercados de deuda, “corto plazo” indica menos de un año, “plazo intermedio” indica de 1 a 5 años y “largo plazo” indica más de 5 años.
4. En los mercados hipotecarios realizan préstamos sobre bienes raíces, agrícolas, comerciales e industriales; en los mercados de crédito al consumidor se financia la compra de automóviles, aparatos electrodomésticos, educación, vacaciones, etcétera.
5. También existen mercados mundiales, nacionales, regionales y locales. Así pues, según el tamaño y el alcance de las operaciones de una organización, podrá financiarse en todo el mundo o limitarse a un mercado estrictamente local o del vecindario.
6. Los mercados primarios son aquellos en que las empresas obtienen capital fresco. Si Microsoft quisiera vender una nueva emisión de acciones comunes para obtenerlo, realizaría una transacción de este tipo. La corporación que vende acciones recién creadas recibe los ingresos correspondientes al venderlos en el mercado primario.
7. El mercado de oferta pública inicial (OPI) constituye una subcategoría del mercado primario. En él las compañías “cotizan en la bolsa” al ofrecer acciones al público por primera vez. Microsoft hizo su primera oferta pública en 1986. Antes, Bill Gates y otros socios poseían todas las acciones. Muchas veces, para conseguir fondos, los socios venden algunas de sus acciones y la compañía vende acciones recién creadas.
8. Los mercados secundarios son aquellos en que los valores actuales, ya en circulación, se negocian entre inversionistas. Si el lector decidiera comprar 1 000 acciones de AT&T, la operación se efectuaría en un mercado secundario. La Bolsa de Valores de Nueva York pertenece a esta categoría, pues maneja las acciones en circulación, no las recién emitidas. También hay mercados secundarios de bonos, hipotecas y otros activos financieros. La empresa cuyas acciones se negocian no participa en este tipo de transacciones, de modo que tampoco recibe fondos de ellas.
9. Los mercados privados, donde las transacciones se efectúan directamente entre ambas partes, se distinguen de los mercados públicos, donde se negocian contratos estandarizados en intercambios bien organizados. Un ejemplo de esto lo constituyen los préstamos bancarios y la colocación privada de la deuda con las aseguradoras. Por tratarse de operaciones privadas, pueden estructurarse de modo que resulten atractivas para ambas partes. Por el contrario, los títulos que se emiten en los mercados públicos (entre ellos las acciones comunes y los bonos corporativos) quedan finalmente en manos de muchos individuos. Los títulos públicos deben ofrecer características contractuales bien definidas, para captar el interés de una amplia gama de inversiones y también porque éstos no disponen de tiempo para estudiar contratos especiales, no estandarizados. Por tanto, los títulos que se negocian en los mercados primarios son más adaptables a los compradores pero a la vez de menor liquidez; por el contrario, los que se negocian en los mercados públicos ofrecen menos liquidez pero al mismo mayor estandarización.