Focalízate y establece metas inspiradoras
Pedro Luis Márquez
Representante de Ventas Norte América, Personal Care en Elementis Specialties
¿Sabías que más de 1,000 estudios han demostrado, consistentemente, que establecer metas grandes y específicas está relacionado con un mayor rendimiento, persistencia y motivación en la vida y en el trabajo, en comparación con establecer metas vagas o fáciles?
Establecer una meta grande significa establecer una meta que tiene una dificultad alta para ser cumplida, y que solo un cierto porcentaje de personas puede alcanzar. Que la meta sea específica, significa que lo que se desea alcanzar o lograr, esté específicamente descrito.
Aunque muchos reconocen el beneficio de la motivación que una meta grande nos dá, existen también preocupaciones sobre sus posibles efectos negativos. Alguna de ellas son que las metas grandes pueden reducir la atención de otros temas importantes, pueden aumentar los riesgos que las personas asumen, pueden llevar a algunas de ellas a un comportamiento poco ético, y además, pueden crear un entorno excesivamente competitivo.
La barrera más importante, aunque a muchos les cueste admitirlo, para establecer metas grandes o Metas 10X como prefiero llamarlas, desde que lo aprendí de Grant Cardone, es el miedo a fallar en cumplirlas, con el consecuente miedo del que dirán los demás.
¿Qué pasa entonces con las personas que fallan en cumplir una meta grande?
Tal vez, la consecuencia más importante, es que baje su autoestima, su amor propio y su motivación. Y sabemos lo que esto puede hacerle a una persona.
Con el tiempo he aprendido que cuando estableces metas que son “razonables”, probablemente no sean metas que te motiven lo suficiente o que, en realidad, alcanzarlas no significan un avance o una transformación importante en tu vida. Esta es la razón principal por la cual la gente abandona o posterga sus proyectos muy fácilmente, apenas experimentan algún tipo de resistencia. Porque esas metas no los motivan lo suficiente, y por lo tanto no vale la pena pagar el precio por alcanzarlas.
Entonces, ¿cuál es la solución para resolver el dilema entre establecer una meta grande o una meta razonable?.
La respuesta es, que para establecer metas grandes debes tener la actitud adecuada para poder ir tras ellas hasta lograrlas. Tener la actitud adecuada, como mínimo, garantiza el 80% del éxito.
Un ejemplo que quiero compartirte de mi vida personal en relación con establecer metas grandes, es el siguiente: hace casi 16 años estaba pesando un poco más de 100 kg y prácticamente no hacía ningún tipo de ejercicio físico. Es cuando me entero que mi esposa estaba embarazada de nuestro hijo Miguel; las cosas cambiaron para mí. Visualicé cómo sería mi vida con mi hijo, las cosas que haríamos juntos, los deportes que practicaríamos. Sin embargo, viendo la condición física inadecuada en la que me encontraba, me comprometí conmigo mismo a que mi hijo tendría un padre con una buena condición física con quien pudiera practicar su deporte favorito, volar cometas, montar en bicicleta y siempre con mucha energía.
Así que decidí comenzar a ejercitarme un poco, y empecé a realizar caminatas matutinas, y ese hábito me llevó, después de algún tiempo, a trotar y luego a participar en competencias cortas de 10 y 15 kilómetros. Al llegar a este nivel pensé que era suficiente y que había alcanzado lo que me propuse en un principio. Sin embargo, un día pensé y decidí establecerme una meta mucho más grande, una meta 10X, y fue así como me establecí la meta de correr una maratón. Por si no lo sabes, una maratón, es una carrera de competición de 42 Kilómetros, una carrera de una enorme exigencia física y mental.
A algunos de mis amigos mi meta les pareció emocionante, pero no la creían posible. Mi hermano me dijo que estaba loco, que esa no era una actividad para alguien de 50 años, y algunos familiares hasta se rieron. Al final yo estaba decidido y me armé con un equipo de excelentes profesionales: un entrenador, una nutricionista y un deportólogo. Me preparé física y mentalmente para esa gran meta y finalmente tuve éxito. Me convertí en un maratonista y no solo corrí un maratón, sino que en un período de 5 años he corrido cuatro: la Maratón de Lima (2017), de París (2018), de Chicago (2018) y la Maratón de Buenos Aires (2019), y ya todos sabemos lo que ocurrió en el 2020, sin embargo, hoy sigo entrenando para correr algunas más.
Para mí el logro más importante de haber establecido esta meta grande no han sido las medallas que he recibido, ni los increíbles viajes que junto a mi esposa he realizado cuando me acompaña a estos eventos. El logro más importante, producto de esta meta grande, ha sido mi transformación física, mental y espiritual; el haberme convertido en la nueva persona en que me convertí, sin dejar atrás la increíble satisfacción que tengo hoy y que me llena cada día; de ser el ejemplo no solo para mi hijo Miguel, si no también para mis hijas, Salomé y Marta, y ahora también para mi nieta Isabella.
Aprendí que fijarse metas grandes trae enormes y fascinantes resultados, así que me propuse seguir aplicando este principio en mi vida profesional, personal y financiera, dónde he transformado también mis resultados de manera increíble en muy poco tiempo.
Por lo tanto, si decides prepararte para el éxito en la vida, debes establecer metas poderosas y significativas para ti.
¿Cómo puedes lograr la actitud para el éxito?
La actitud es el comportamiento que emplea una persona frente a la vida. En este sentido, se puede decir que es su forma de ser, su carácter o su manera de comportarse.
Otra manera más sofisticada de decirlo, es que la actitud es el resultado de la manera en que nuestro inconsciente organiza nuestras creencias y valores, a favor o en contra de un objeto o situación definida, etiquetándola con una determinada emoción, que nos predispone a actuar coherentemente con lo que creemos y valoramos.
La actitud viene de las expectativas que tenemos en la vida, y las expectativas vienen de nuestras creencias, valores e ideales.
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Puedes cambiar tu actitud, cambiando lo que crees, valoras y esperas.
Una pregunta tan simple como ¿Quién quieres ser?, en la mayoría de las ocasiones es muy difícil de contestar. Por eso, ser conscientes de nuestro concepto propio, es decir, cual es nuestro ideal propio (¿como quien queremos ser?), cuánto nos queremos a nosotros mismos, y cuál es nuestra imagen, (creencias y valores), es lo que nos dá la llave para cambiar nuestras expectativas, y cambiar nuestra actitud.
¿Por qué? Porque para definir quien quieres ser, deberás comenzar con establecerte una meta. Esa meta será la base de muchas otras metas que se tratan de ti, de lo que crees, de lo que valoras, de tus ideales; por eso establecer metas grandes para ti, es lo que te hará crecer, estando alineado con tus valores y creencias. Te inspirarás porque en tus metas grandes te verás reflejado a ti mismo, y el deseo de alcanzar tus más altos ideales. Si tus metas son grandes, pero no están alineadas con tus valores y creencias, probablemente fracasarás y no llegarás a ninguna parte, porque tu actitud no estará alineada con ella.
¿De qué manera las metas grandes e inspiradoras te permiten alcanzar el éxito?
El éxito puede ser definido como la realización progresiva de un ideal valioso.
Cuando una persona, basada en sus creencias y valores, se establece una meta que considera valiosa, trabaja por alcanzarla, y la alcanza, es una persona exitosa.
Algunos ejemplos de metas que las personas consideran valiosas:
Todo dependerá de la persona sus valores y creencias, que como mencionamos anteriormente, generan sus expectativas, y éstas crean la actitud.
4 pasos para establecer metas grandes e inspiradoras:
Paso #1 Sueña y establece metas “grandes” (10X) .
Paso #2 Alinea tus metas con tus propósitos personales y profesionales.
Paso #3 Escribe tus metas como si ya las hubieses alcanzado.
Aquí algunos ejemplos de cómo escribirlas:
Paso # 4. Escribe tus metas a diario, una vez en la mañana y otra en la noche antes de dormir.
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