Fondos monetarios y de renta fija

Fondos monetarios y de renta fija

En el mundo de las inversiones, los fondos de inversión monetarios y los fondos de renta fija son dos alternativas muy interesantes para aquellos inversores que buscan obtener rentabilidad sobre sus ahorros.

En el contexto económico actual, marcado por una tendencia bajista en los tipos de interés, muchos ahorradores se enfrentan al dilema de cómo lograr una rentabilidad razonable para su capital.


Fondos monetarios

Los fondos monetarios invierten principalmente en activos muy a corto plazo y normalmente con una calidad crediticia alta. Los más habituales son las letras del Tesoro, depósitos a plazo o incluso deuda corporativa con vencimientos inferiores a un año.

El objetivo principal de los fondos monetarios es preservar el capital y aportar liquidez, algo muy interesante dado que es uno de los puntos más demandados por los inversionistas más conservadores.

Los gestores de estos fondos dan prioridad a la estabilidad y a la liquidez por lo que evitan activos volátiles y de largo plazo que puedan comprometer el capital.

En un entorno como el que vivimos actualmente de tipos de interés en descenso, los fondos monetarios tienden a ofrecer rendimientos reducidos. Esto se debe a que los activos subyacentes se renuevan con tasas más reducidas, lo que provoca que su atractivo disminuya como herramienta de inversión. Sin embargo, siguen siendo una opción válida para aquellos que desean preservar el capital sin obtener rentabilidades elevadas.

Dado que la duración de los fondos monetarios es muy baja, la variación en los tipos de interés tendrá un impacto mínimo en su valor. Por ejemplo, si los tipos de interés bajan, el efecto en los activos subyacentes del fondo será marginal.


Fondos de renta fija

Por otro lado, los fondos de renta fija invierten en bonos emitidos por gobiernos o empresas a plazos más largos. Suelen beneficiarse de las bajadas de tipos de interés. Como bien sabemos, a medida que los tipos caen, el valor de los bonos existentes aumenta generando así ganancias de capital.

Los fondos de renta fija tienen duraciones que varían ampliamente según el tipo de bonos que incluyan. La duración más larga significa que son más sensibles a los cambios en los tipos de interés. Por ejemplo, si los tipos de interés bajan, como ya hemos comentado, los bonos existentes que ofrecen cupones más altos, aumentan de valor. Por el contrario, si los tipos suben, los bonos existentes pierden de valor. Esto se explica porque cuando se emiten bonos con tasas más alta, los inversores prefieren los nuevos bonos por lo que el precio de los bonos ya existentes se deprecia.

En el contexto actual, los fondos de renta fija con duraciones medias o largas ofrecen mayores rendimientos. Esto es debido a que cuanto mayor es la duración, más sensible serán los bonos ante variaciones en los tipos de interés. Los bonos de mayor duración mayor será el incremento en su precio si lo comparamos con bonos con duraciones más bajas. Lo contrario cuando los tipos suben. Los bonos de larga duración sufren caídas en precio más profundas.


Contexto actual

Los fondos monetarios como hemos comentado con anterioridad son ideales para inversores que buscan estabilidad y liquidez, aunque su rentabilidad se ve limitada en un entorno de tipos de interés bajos donde los fondos de renta fija tienden a ser más atractivos por varias razones.

  • Potencial de revalorización: Los precios de los bonos en los que invierten los fondos de renta fija aumentan a medida que los tipos caen, lo que puede generar rendimientos adicionales.
  • Mayor rentabilidad: Los fondos de renta fija suelen ofrecer un mejor retorno esperado que los fondos monetarios, que se ven penalizados por las tasas más bajas. Incluso con tipos más bajos los fondos de renta fija ofrecen cupones más altos debido a los mayores riesgos asociados a la duración de los bonos. (La duración es una medida de riesgo).
  • Diversificación: Algunos fondos de renta fija incluyen bonos de diferentes geografías y duraciones, lo que permite una mayor diversificación de la cartera mitigando riesgos.

No obstante, la elección entre ambos dependerá del perfil del inversor, su tolerancia al riesgo y sus objetivos financieros. Si el objetivo es la preservación del capital y la liquidez inmediata, los fondos monetarios son una opción sólida. Por otro lado, si se busca un rendimiento superior y se está dispuesto a asumir un mayor riesgo, los fondos de renta fija pueden ser la alternativa más estratégica.


Conclusión

En el contexto actual de bajadas de tipos de interés, los fondos de renta fija ofrecen un mayor potencial de rentabilidad y pueden aprovechar las condiciones del mercado para generar ganancias de capital. Sin embargo, los inversores deben tener en cuenta su horizonte temporal, necesidades de liquidez y tolerancia al riesgo antes de decidir.

Recordemos que esto no es una recomendación de inversión. Invertir conlleva riesgo y que rentabilidades pasadas no garantizan rentabilidades futuras.

Inicia sesión para ver o añadir un comentario.

Otros usuarios han visto

Ver temas