Formas de vida flexibles, espacios híbridos

Cuando hace años el sociológo polaco Zygmunt Bauman acuñó el concepto de “modernidad líquida” para definir el cambio social y cultural al que estaba enfrentándose nuestra sociedad, no fuimos conscientes de que tan solo estábamos viendo la punto del iceberg. 

El 2020 nos ha retado en muchos aspectos, pero sobretodo ha acelerado el cambio en nuestro estilo de vida hacia un modelo líquido, flexible e impredecible. La pandemia ha puesto encima de la mesa dos cartas: la vulnerabilidad del sistema global, y la ineficicencia de las previsiones y los planes a largo plazo. 

En el ámbito laboral esta aceleración ha revolucionado los recursos humanos. El obligado teletrabajo ha desafiado las políticas laborales de las empresas, sobretodo las más conservadoras. La centralización de los equipos se ha puesto en entredicho, y las grandes oficinas corporativas aguardan, vacías, la supuesta vuelta a la normalidad. Una normalidad que ni está, ni se la espera.

Si aceptamos que la presencialidad incondicional de los equipos ya no es necesaria, y que no todas las empresas están preparadas para un modelo 100% remoto, nos quedan un abánico de modelos híbridos aún por descubrir, que se postulan para ser la solución de ensamblaje del puzzle. 

¿Por qué no permitir que cada trabajador pueda escoger cómo, cuándo y dónde trabajar? ¿No será un buen momento para deshacernos de los calentadores de sillas, los bolis que se caen automáticamente cuando marca la hora y la falsa conciliación familiar? 

Si eres de los que has decidido confiar en la autonomía de tu equipo, solo te falta encontrar el modelo híbrido de espacios de trabajo que se adapte a las necesidades de tu compañía. Seguramente tu equipo querrá mantener ciertos días de teletrabajo semanal. Pero también echará de menos el día a día con sus compañeros, salir de casa, y hablar con gente. Te proponemos diferentes soluciones que pueden servirte. 

· Diseña un sistema de rotación para tu equipo que os permita un modelo híbrido y a la vez reduzca los riesgos de centralizar a todos en un mismo espacio. Paga solo por el espacio que estás usando en cada momento, no por el acceso de los miembros ni la cantidad de sillas que caben en la mesa. 

· Construye un Basecamp para tu compañía; un lugar de referencia para tu equipo, ese oasis al que poder acudir si trabajar en casa se está convirtiendo en una pesadilla, un punto de encuentro para las reuniones de seguimiento entre los departamentos, o donde reunirte con clientes y proveedores. 

· Ofrece soluciones para quienes el modelo del teletrabajo no les funcione. Puede que no sean la mayoría, y que tampoco justifique el gasto de oficina corporativa. Permíteles trabajar en espacios flexibles, con todo lo que necesitan para poder estar cómodos y concentrados. Con internet, calefacción, sillas cómodas, agua café… En la localizacón que quede más cerca de su vivienda. Y con todas las medidas de seguridad para garantizar su bienestar. 

· Hazte con un pack de horas para salas de reuniones y workshops. Si habéis decidido pasar a un modelo 100% remoto, os irá bien hacer encuentros de seguimiento de proyectos o quedadas de equipo para fortalecer el vínculo. Utilizalas cuando las necesites y escoge entre las distintas localizaciones de la ciudad para no dejar de sorprender. 

Si quieres saber más sobre cómo en Aticco estamos implementando el modelo híbrido, no dudes en escribirnos para venir a tomarte un café con nosotros y comentarlo.