“The Future"​ ya llegó
Foto tomada en la Noche de Endomarketing Vol. 9, Hard Rock Café Medellín

“The Future" ya llegó

Y lo que antes era suficiente ahora no nos alcanza.

Hace 46 años llegó el primer celular Motorola (Motorola DynaTAC) que nos permitía, por primera vez, llamar desde cualquier lugar. Hoy, una llamada no es suficiente, los dispositivos que nos acompañan todo el día tienen más de 200 funcionalidades y sin embargo, sentimos que deberían hacer más cosas.

En 1967 (hace apenas 52 años), apareció el primer mecanismo de almacenamiento portátil: el Disquete de 8'' con una capacidad máxima de 1 Mb, hoy el disco duro “promedio” tiene una capacidad de casi 2 millones de megas y hay incluso ofertas con mayor capacidad porque menos, no nos alcanza.

Y por supuesto que las dinámicas organizacionales no quedaron exentas.

Hace 259 años, en la primera revolución industrial, las grandes ciudades se transformaron y el universo del trabajo bajo las estructuras del poder vertical y el dominio sobre el otro (y lo otro), inician. Y solo 159 años más tarde, se suscribió el Tratado de Versalles originando la creación de la O.I.T como ente que regula y vela por los derechos a la seguridad de los trabajadores.

Hoy, hace 3 años el concepto de la Cuarta Revolución Industrial fue introducida en el Foro Económico Mundial, por Klaus Schwab, el autor del libro que declara:

“Estamos al borde de una revolución tecnológica que modificará fundamentalmente la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos.”


Y mientras muchas personas se centran en la primera parte de ese texto, en nuestra mente retumba la última parte: “...que modificará fundamentalmente la forma en que vivimos, trabajamos y nos relacionamos.”

Ya que los nuevos valores que rigen la sociedad: inclusión, respeto, amor y diversidad también rigen el pedacito de la sociedad que representan las organizaciones. 

Y ese concepto de dualidad que partía en 2 nuestra experiencia de vida, al declararnos como “una” persona en el trabajo y “otra” persona en la vida, hoy, lo vemos bajo una mirada integral, llegando a un entendimiento que:

La vida laboral es solo una parte de la experiencia de vida.

Y desde allí se siente el cambio en la democratización del poder en las relaciones laborales, dando espacio a conceptos como:

  • Colaboradores empoderados.
  • Marca empleadora. 
  • Métodos de colaboración o co-creación.
  • Ecosistemas en vez de estructuras organizacionales. 
  • Balance vida+trabajo.
  • Desarrollo de habilidades como: empatía, escucha y comunicación emocional.
  • Formación de Líderes en vez de jefes

Y es precisamente en esta revolución que mientras todos tienen los ojos puestos en lo que se lleva y nos deja la tecnología, es imperativo que no perdamos de vista a la revolución en las relaciones entre colaboradores y empresa y eliminar cuanto antes el arraigo que las políticas laborales, los procesos corporativos y la visión de la comunicación interna tienen a un mundo que dejó de existir hace 50 años.

Solo de esta forma, nuestras organizaciones podrán surfear la revolución de las estructuras organizacionales y de los trabajos en el futuro, en vez de esperar a que la ola llegue y nos deje “revolcados” en la playa.


Ana Lucía Molina

Directora Creativa, Grupo Baobab



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