¿GAME OVER A LAS TARJETAS DE VISITA?

A estas alturas, nadie duda de que el Reglamento Europeo de Protección de Datos ha llegado a protegernos abarcando todos los parámetros posibles, pero ¿sin límites?

Anticuada era la normativa de 1999, ya que, tras casi 20 años en vigor, la tecnología ha evolucionado tanto que prácticamente estábamos a merced de internet y la evolución tecnológica y digital, sin apenas protección. Pero ¿tal era nuestra situación de vulnerabilidad que las tarjetas de visita van a dejar de ser operativas?

A nadie del mundo de los negocios se le pasa por la cabeza cuestionar la utilidad de este sencillo y económico invento, sin embargo y a diferencia de la LOPD, el RGPD no ha excluido de la protección los datos de contacto de las personas físicas que prestan servicios a personas jurídicas, ni los datos de empresarios individuales. A modo de resumen, lo que con la LOPD no se consideraba tratamiento de datos recoger una tarjeta de visita, a partir del 25 de mayo de 2018 sí lo será, por lo que este tratamiento no sólo deberá tener un respaldo legal, sino que el responsable de tratamiento (si actúa en el marco de su actividad profesional) deberá informar al que le entrega la tarjeta de visita de todo lo contemplado en el artículo 13 del RGPD.

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Parece que está en manos de la actualizada LOPD qué carácter “de tratamiento” daremos a estos datos. Si la redacción se mantiene, tendremos que despedir al invento tan codiciado por falta de operatividad.