GAS NATURAL !!!

Para llevar al mundo hacia energías más limpias y a una economía sostenible, existe un recurso precioso que tiene menos impacto en el medio ambiente que el carbón y el petróleo y es eficaz para apoyar la creciente demanda de energía. Una necesidad que las fuentes renovables hasta la fecha aún no pueden satisfacer completamente: aquí es donde el gas natural entra en juego para acompañar a la economía en la transición energética.

Hoy vivimos un momento crucial desde el punto de vista del cambio climático, la contaminación ambiental, pero también desde la perspectiva política de las decisiones que han tomado los gobiernos para delinear el mundo energético del futuro. El objetivo es promover la política energética europea basada en la descarbonización, la misma que contempla la reducción de las emisiones de CO2 a través de la eficiencia energética y el uso de fuentes de energía que generen menores emisiones.

En este punto de transición, el desafío es continuar garantizando la generación de energía, esencial para el crecimiento económico y el bienestar de las personas y las comunidades, mientras que al mismo tiempo se seleccionan las fuentes más sostenibles desde un punto de vista ambiental y económico.

En esta transición hacia el verde existe una fuente fósil accesible, económica y disponible en cantidades abundantes que garantiza una reducción de las emisiones contaminantes: el gas natural. El gas emite hasta un 60% menos de dióxido de carbono que el carbón, hasta un 20% menos que el petróleo y al mismo tiempo reduce sustancialmente los contaminantes del aire, incluidos los óxidos de azufre (SOx), los óxidos de nitrógeno (NOx); el mercurio y las partículas. Es la alternativa más económica al carbón y al petróleo en términos de eficiencia y sostenibilidad de la combinación energética.

Además, el gas natural es una fuente que puede respaldar el desarrollo de la energía renovable: cumple con la demanda máxima y es un recurso valioso de respaldo para compensar la intermitencia de las fuentes renovables. No sólo eso. Es una fuente acumulable, ya que gracias a la tecnología actual y las infraestructuras disponibles es posible almacenar grandes cantidades de energía.

Las proyecciones recientes elaboradas por las organizaciones internacionales prevén que Europa e Italia tendrán que importar de los países productores la mayor parte del gas natural que necesitarán, ya que la producción interna está disminuyendo drásticamente. Existen dos métodos para importar gas natural: uno utiliza ductos que parten de los países productores y están sujetos a variables políticas y estructurales, mientras que el otro utiliza el sistema de licuefacción que permite la importación de gas licuado desde áreas de producción remotas. Las tecnologías avanzadas, las capacidades de ejecución de proyectos y las economías de escala han reducido los costos, aumentando la capacidad para desarrollar el mercado del gas natural licuado (GNL).

El GNL es un líquido incoloro y no tóxico que se forma cuando el gas natural se enfría a -162 ° C. A esta temperatura, el gas reduce su volumen en 600 veces y puede almacenarse fácilmente en tanques, colocarse en los transportadores de GNL y transportarse a largas distancias hasta los mercados de consumo final, donde se regasifica y distribuye. En Italia hay 3 terminales para el almacenamiento y la regasificación de gas líquido: en Livorno, en Panigaglia y en Rovigo. En 2017, la terminal Adriatic LNG en Rovigo colocó más de 6 mil millones de metros cúbicos de gas en la red, más de mil millones más que el año anterior. La terminal se encuentra a 15 kilómetros de la costa veneciana en el mar Adriático, en una isla de hormigón armado donde se almacena, se regasifica y luego se distribuye en Italia a través de la red de tuberías. En términos de confiabilidad, este terminal alcanza un porcentaje muy alto, más del 99.8% y respeta todos los estándares internacionales más avanzados de protección ambiental, eficiencia energética y seguridad.

El gas natural es un recurso precioso para garantizar energía sostenible para Italia, para desarrollar fuentes renovables y para contribuir de manera realista a la descarbonización, respetando los objetivos fijados por la Comunidad Europea.

ARTÍCULO TRADUCIDO POR EL SUSCRITO Y TOMADO DEL DIARIO "CORRIERE DELLA SERA."