Generación Z: ¿Inadaptados o genios?

Hace poco estuve hablando con un chico de 16 años que no tiene ni idea a qué se quiere dedicar a nivel profesional. Ha revisado todas las universidades dentro y fuera de España, se ha paseado por toda la red y sólo ha encontrado en una universidad suiza algo que más o menos podría interesarle en el campo de la electrónica. Sin embargo, este genio ya sabe programar, hace apps y videojuegos y claro, habla 3 idiomas, todo aprendido de forma autodidacta o con cursos online. Aun así tiene un nivel de estrés y preocupación que no sabe exteriorizar ni gestionar que lo hace sentir como si fuese un perdedor.

And here they are: The Z Generation

La generación smart, nacidos en medio de la digitalización, la “infoxicación” y el social media tienen en sus manos el mundo, acceso a cualquier información y los medios para crear lo que quieran, de aquí que existan tantos emprendedores que no superan los 20 años. Sus habilidades y conocimiento empiezan a nivelar e incluso a sobrepasar lo que el sistema educativo y las empresas les ofrecen y su divisa, el tiempo, sienten que es muy valioso como para gastarlo en organizaciones que no les ofrecen lo que esperan: experiencias diferenciadas, aprendizajes prácticos y participación en la solución de problemas reales.

Por lo tanto tenemos dos situaciones que nos competen a todos:

1.      Un sistema educativo que no ha evolucionado de la forma y con la rapidez que se requiere, que continúa actuando bajo el paraguas de “rellenar cerebros” con información que muchas veces los Z ¡ya conocen! Porque gracias a su ecosistema hiperconectado, entre you tube, podcasts, blogs, reviews e influencers, pueden volverse verdaderos expertos en cualquier materia que les interese y por cuenta propia.

2.      Pocas ó nulas oportunidades de inicio o crecimiento profesional si no se cuenta con un título académico o si no se está cursando un programa de educación superior, así ya hayan adquirido habilidades y conocimientos base, obligatoriamente deben “enlistarse” sólo para poder acceder al mercado laboral de interés. Los más arriesgados darán skip a la educación superior para lanzarse a hacer un proyecto propio esperando ser apoyados por sus padres y familiares.

Estamos frente a un grupo que desde que son conscientes (no que cambió el chip como nosotros) han creído que vienen al mundo para hacer aquello para lo que son buenos, que tenga sentido, con lo que puedan ayudar a otros y que los haga felices (IKIGAI). Pero si los medios para poder crecer y desarrollar su “misión” no están dispuestos, se agudizan los problemas de motivación, de estrés y de desorientación vocacional. De aquí que ésta sea la generación con mayor probabilidad de depresión y tendencia a pensamientos suicidas porque no se sienten adaptados aunque muchos de ellos sean verdaderos genios.

Por lo tanto, es necesario que eliminemos algunos mitos para empezar a sacar el mayor provecho a la genialidad de la Generación Z: 

Mundo universitario:

-         No se tiene por qué dar el salto inmediato a la universidad y de ser así, las universidades TODAS deberían tener unos programas de iniciación/adaptación/integración al mundo profesional con programas que permitan desarrollar habilidades como: resolución de problemas, liderazgo, habilidades sociales y de comunicación, negociación, creatividad, innovación es decir temáticas que cualquiera sea el camino que decidan les aporte un gran valor añadido.

-         Dejar de encerrar las profesiones en campos de acción específicos, permitiendo que los límites entre ramas de conocimiento se empiecen a difuminar para generar un ambiente más colaborativo y menos de competición.

-         La colaboración con empresas debe darse desde el día 1 a través de la generación de retos reales que permita a las empresas conseguir nuevo talento e ideas frescas y a los estudiantes trabajar por algo real. Esta generación también valorará el impulso hacia el emprendimiento en cualquiera de las ramas de conocimiento.

Mundo empresarial:

-         La mentorización y el coaching personalizado no es un tema de superación personal, es la herramienta para ayudar a crear planes de estudio y de carrera a la medida de las expectativas, sean estas a corto o largo plazo. Aquí está la oportunidad para que las empresas se queden con el mejor talento naciente.

-         Los puestos de trabajo no serán ocupados por más de 2 años. Con la necesidad constate de los Z de adquirir nuevos aprendizajes una vez que se ha cumplido con el reto asignado, se empiezan a buscar nuevos horizontes. En las empresas está el permitir encontrarlos dentro de la misma organización o dejarlos ir o incluso a migrar a una forma de trabajo más por proyectos que por cargos.

-         En equipos de innovación, debería ser un must incluir a jóvenes Z, como talento creador y participativo. El 40% de la población hace parte de esta generación, ¿quiénes accederán a los productos y servicios en el 2030?

Padres y familiares:

-         Dejar de creer que a los cortos 16-17-18 años se tiene que tener resuelta la vocación de toda la vida. Permitir la experimentación, los planes a corto plazo, las pequeñas metas que les permita el auto-conocimiento, auto-descubrimiento y auto-reflexión.

-         Las reglas sí pueden ser cambiadas, para gustos los colores. Una persona que primero se interesó por la informática después puede ser comunicador o arquitecto. Con jóvenes adquiriendo habilidades trasversales es normal que esto pase y que sus intereses sean mucho más amplios.

-         Si su Z más cercano quiere aventurarse al emprendimiento antes de continuar sus estudios, por favor apóyenlo. Tarde o temprano volverá a las aulas cuando reconozca realmente en qué debe formarse, a menos que cuente con la fortuna de ser el próximo Bill Gates o Steve Jobs. Personas arriesgadas y con necesidad de logro son las que movilizan el mundo.