Generando Puentes

Quiero compartir con ustedes los resultados de una experiencia interesante que realizamos hace un tiempo, con un grupo de jóvenes técnicos / profesionales recién egresados y con profesionales con 3 a 5 años de trabajo y, que palpo en forma permanente en en trabajo directo con ellos. Hicimos, les comentaba, 2 focus group, donde la idea era averiguar cómo conjugaban sus expectativas laborales con su vocación y cuán definidos estaban para gestionar su propia carrera profesional.

En el primer grupo, los recién egresados estaban ansiosos de encontrar trabajo de inmediato y donde fuera, pues lo importante era sentirse “exitosos”, y el éxito lo medían en relación a encontrar una posición rápida en algún puesto relacionado con sus estudios. Para algunos, esta experiencia de trabajo era temporal en función de cumplir otros objetivos y para otros, era la posibilidad de generar experiencia, pues estaban muy ciertos que el mercado laboral es complejo y, en general, para ser contratados la mayoría de las empresas hacen un requerimiento de 1 ó 2 años de experiencia. Entonces, lo importante era llenar este requisito, aunque fuera en posiciones que no respondieran específicamente a su interés o vocación primera. Reflexionaban que, ya con más tiempo, podrían escuchar la voz de su vocación en una empresa que pudiera llenar mejor sus expectativas de desarrollo y crecimiento laboral.

En el segundo grupo, profesionales y técnicos que contaban con experiencia de 3 a 5 años, nos comentaban que estaban en la actualidad revisando, justamente, su motivación por el trabajo y que se sentían en condiciones de migrar a lo que realmente les gustaba. Sin embargo, se encuentran con un problema importante cuando quieren cambiarse de área, pues el “currículum manda”, es decir, no cuentan con experiencia necesaria para dar respuesta a su interés vocacional y, por tanto, se veían obligados a migrar a otras empresas en la misma área, hasta ahora desarrollada, con la esperanza de hacer cambios internos. Se sentían “atrapados” por la experiencia ganada y no saben cómo mostrarles a otras empresas que pueden ser una oferta de valor para otro puesto. 

Desde esta conversación y reflexiones, convenían que si efectivamente hubieran contado con mayor asesoría de sus respectivos lugares de estudio, que los hubiera ayudado a discernir de mejor manera, su vocación, y así estar más seguros y tranquilos para buscar posiciones y empresas donde efectivamente se sintieran ser un aporte comprometido, podrían estar mejor preparados para gestionar su propio desarrollo y no ser sólo reactivos a los vaivenes del mercado.

En esta perspectiva, coincidimos que es un tema relevante y necesario de abordar y, que se torna parte de la oferta motivacional de las diferentes instituciones educacionales, no sólo de formar en excelencia sino que entregar herramientas concretas para que cada uno de sus estudiantes y profesionales que egresen, logren hacer realidad su sueño de futuro con la impronta personal en valor para sus proyectos como para las empresas donde comiencen a hacer carrera.

Y una de las herramientas, principales para lograr aquello es el autoconocimiento, es por ello que nos gusta trabajar con Value Drivers, esta herramienta nacida desde la neurociencia que sintetiza aspectos fundamentales que permiten encauzar decisiones de inserción laboral por el camino correcto, nuestro correcto camino. Los talleres desarrollados, permiten a los técnicos y profesionales que inician su carrera profesional, adquirir conocimiento de sí, de sus fortalezas, drivers motivacionales y orientaciones de carrera, que unido al desarrollo y consolidación de competencias de empleabilidad, puedan asegurar una gestión más eficiente del propio potencial hacia posiciones buscadas, transformándose en protagonistas de su carrera profesional y laboral.

La invitación es a constituirnos en puentes eficientes para que los estudiantes de hoy, se conviertan en técnicos / profesionales apasionados y comprometidos con los proyectos laborales que inician. Conversemos.