Geotermia para generación eléctrica y calefacción en edificios
Artículo de Nervis Villalobos publicado en Energética XXI
Los recursos geotérmicos de media y baja temperatura, (entre 30 y 150ºC) llevan siendo utilizados por el hombre desde la antigüedad para aclimatar aguas y espacios. Hoy sus usos son de lo más variado: balnearios, calefacciones, instalaciones de agua caliente, invernaderos, piscifactorías o generación de electricidad. Esta última, solo para temperaturas superiores a los 100-150ºC., es posible gracias a una tecnología de cada vez mayor implantación, las centrales EGS de ciclo binario.
Tecnología para explotar la media y baja temperatura
En España existen bastantes yacimientos de media entalpía, que permitirían su explotación y conversión en energía eléctrica a través de plantas de EGS- ciclo binario. Esta tecnología que lleva funcionando más de 50 años, se usa sobre todo en yacimientos de temperatura media.
En una planta de este tipo, la producción de energía pasa por tres fases diferentes. La primera es la obtención y extracción del calor proveniente del subsuelo a partir de un reservorio térmico o pozo productor. La segunda, consiste en la separación del agua y vapor y del transporte en la superficie de los fluidos geotérmicos a través de un separador ciclónico. El vapor es transportado hasta un colector y luego llevado a un último filtro denominado separador de humedad, que elimina el posible remanente de agua que puede quedar antes de entrar en la turbina y hacer girar los álabes, encargados de generar energía eléctrica. Posteriormente, un transformador se encarga de hacerlo pasar a la red eléctrica. Por último, la tercera fase que se realiza en la planta de producción, es la conversión de geotermia a energía mecánica y posteriormente a eléctrica. La energía eléctrica que se produce no se puede almacenar, por lo que es consumida instantáneamente en los centros de carga. El vapor geotérmico es condensado hasta convertirse en agua y enfriado en torres para bajar la temperatura. Una vez acabado todo el proceso el fluido se reinyecta al subsuelo, recargando el recurso y alargando la vida útil del reservorio. Así consigue el aprovechamiento de manera sostenible.
Mientras que la geotermia media tiene un excelente potencial en términos de generación eléctrica, la entalpía o geotermia de baja temperatura se utiliza sobre todo para la climatización de viviendas y edificios y suministro de agua caliente. Su gradiente térmico procede del calor generado bajo la corteza terrestre y del sol que esta absorbe. La tecnología más empleada para su aprovechamiento consiste en un intercambiador que, a través de un circuito subterráneo extrae calor del suelo y mediante una bomba lo trasmite al edificio en invierno, calefactándolo .En verano el proceso se invierte, es decir, que refrigera gracias a que se cede calor al terrero a través del mismo circuito de intercambio. Las bombas de calor geotérmicas no necesitan combustión, no emiten dióxido de carbono ni contaminan, lo que supone una gran ventaja para la atmósfera. En lugares como los balnearios, piscifactorías o invernaderos el uso de la Geotermia es directo incluso, no es necesaria ninguna bomba de calor.
Geotermia en España
España no tiene prácticamente desarrollo en este tipo de energía, sin embargo si es un territorio con varios puntos potenciales para la explotación geotérmica sobre todo de media y baja entalpía. En este sentido, desde el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital han comunicado que dentro de España: “la ciudad de Ourense y su entorno disponen de importantes recursos geotérmicos”. Según el Ministerio, el consistorio gallego ya ha propuesto un primer proyecto piloto para el diseño de un District Heating en el área urbana de Ourense conocida como A Ponte, donde hay numerosos edificios públicos que se podrían beneficiar de la energía geotérmica.
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