Gestión de Colaboradores de Bajo Desempeño: Clave para una Cultura Organizacional Saludable
En esta época de fin de año atraen nuestra atención los colaboradores que no lograron los resultados esperados Éste es un reto común tan importante que puede impactar negativamente en la moral del equipo y los resultados del negocio. ¿Cómo abordarlos correctamente sin comprometer la confianza y el respeto del equipo? Es una oportunidad también para reforzar la cultura organizacional y demostrar el compromiso de la empresa con el desarrollo de su gente.
Hay varios elementos clave a considerar en el manejo de los colaboradores de bajo desempeño:
1. Diagnostica el problema
Antes de tomar cualquier acción, es crucial recopilar evidencias objetivas sobre el desempeño y analizar la situación:
Un liderazgo consciente y compasivo entiende que las personas no trabajan en un vacío. La empatía es fundamental para identificar y abordar las causas subyacentes considerando el entorno que puede propiciar los bajos resultados.
2. Mantén conversaciones honestas y empáticas
Las conversaciones difíciles pueden ser una herramienta poderosa para reforzar la cultura organizacional. Estas interacciones deben ser un espacio de escucha activa y claridad.
Estas charlas también son una oportunidad para reforzar los valores de la organización, como la transparencia, el aprendizaje continuo y el trabajo en equipo.
3. Diseña un plan de mejora
Una cultura organizacional saludable se basa en el crecimiento. Por ello, después de la conversación inicial, es vital generar un plan de acción conjunto donde jefe y colaborador asumen compromisos.
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Cuando invertimos en el desarrollo de nuestros colaboradores, enviamos un mensaje poderoso: valoramos su potencial y creemos en su capacidad de superarse.
4. Toma decisiones difíciles, si es necesario
Si, a pesar de los esfuerzos, el colaborador no muestra mejoras significativas, puede ser momento de considerar otras opciones. Estas decisiones deben tomarse con respeto y profesionalismo, siempre buscando soluciones que protejan tanto al equipo como al colaborador. Después de un proceso de desincorporación lo más importante es la percepción del equipo de trabajo que permanece, debe haber percibido un trato justo, transparente y cuidadoso.
5. Cuida el impacto en la cultura organizacional
La forma en que gestionamos el bajo desempeño refleja los valores de la empresa y tiene un impacto directo en la cultura organizacional. Una gestión justa, transparente y orientada al desarrollo crea un ambiente donde:
Una cultura fuerte no se construye evitando los retos, sino enfrentándolos con integridad y compromiso para fomentar el compromiso recíproco de los colaboradores.
¿Cómo manejas los casos de bajo desempeño en tu organización? Comparte tus experiencias en los comentarios y hablemos sobre cómo podemos fortalecer nuestras culturas organizacionales a través de un liderazgo consciente y estrategias efectivas.