Gestión del soborno y la corrupción: cinco acciones para mitigar el riesgo en su organización
El 8 de septiembre de 2024, entró en vigor un nuevo delito de soborno internacional en virtud de la Ley de modificación de la legislación penal (lucha contra el soborno internacional) de 2024. Esto constituye un oportuno recordatorio para que los líderes empresariales revisen y mejoren las medidas clave para mitigar los riesgos de soborno y corrupción.
La legislación establece un delito de "incumplimiento de la obligación de prevenir". Las empresas pueden enfrentarse a responsabilidad penal y a sanciones importantes por no impedir el soborno internacional por parte de sus asociados. La definición de asociados es amplia e incluye a los directivos, empleados, agentes, contratistas y cualquier persona que preste servicios en nombre de la empresa. Una empresa puede evitar la responsabilidad por el delito de "incumplimiento de la obligación de prevenir" si puede demostrar que cuenta con procedimientos adecuados para impedir el soborno internacional por parte de sus asociados.
La complejidad y el desafío de gestionar los riesgos de soborno y corrupción sigue siendo un tema destacado en una encuesta realizada este 2024 en PwC. La encuesta reveló que el 73 % de los encuestados australianos perciben que el riesgo de pagos corruptos o indebidos ha aumentado o no ha cambiado en los últimos 12 meses. Este desafío constante sigue creando un entorno operativo difícil para las empresas.
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La encuesta revela otros desafíos relacionados con terceros, que representan un riesgo significativo de soborno. Si bien los datos muestran que el 77% de los encuestados australianos se sienten confiados en su capacidad para gestionar los riesgos de corrupción, el 30% no tiene un programa de gestión de riesgos de terceros o no evalúa a sus terceros como parte de sus esfuerzos contra el soborno y la corrupción. Si bien la implementación de marcos básicos, como una política de denuncia de irregularidades o un código de conducta contra el soborno y la corrupción, es un primer paso crucial, las organizaciones también deben considerar medidas de riesgo de terceros que fortalezcan la gestión contra el soborno y la corrupción (ABAC).
Qué puedes hacer: Cinco acciones para mitigar el riesgo
A continuación, se presentan cinco acciones clave para respaldar un programa eficaz de cumplimiento anti soborno y corrupción:
1. El mensaje desde arriba:
Incluso el programa de cumplimiento mejor diseñado solo puede ser eficaz si cuenta con el apoyo de la alta dirección. Las organizaciones que se destacan en materia de cumplimiento son aquellas en las que el directorio y el equipo ejecutivo demuestran y comunican activamente su compromiso con estos programas.
2. Adopte un enfoque basado en el riesgo:
Sustente su programa de cumplimiento de la corrupción con una evaluación de riesgos de soborno y corrupción adecuada a sus necesidades que tenga en cuenta tanto medidas cuantitativas como cualitativas. Esto permite a las organizaciones diseñar e implementar procesos y controles ABAC que sean proporcionales al nivel de exposición al riesgo de soborno y corrupción en lugar de aplicar un enfoque único para todos. Cuando las organizaciones dependen en gran medida de terceros para la entrega de bienes y servicios, estos deben ser un área de enfoque como parte de su programa de cumplimiento ABAC.
3. Diseño con intención:
Las políticas, los procesos y los procedimientos de la organización deben estar en consonancia con la exposición y la tolerancia a los riesgos de soborno y corrupción de la organización. Todos los usuarios de la empresa deben tener claro por qué existen las políticas y los procedimientos y las consecuencias del incumplimiento.
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4. Basarse en datos y evidencias:
Las organizaciones deben monitorear de manera proactiva la efectividad del programa de cumplimiento y los controles mediante la recopilación y presentación de informes de datos/evidencias (por ejemplo, debida diligencia de terceros, registro de obsequios) y la ejecución de análisis periódicos de los datos internos (por ejemplo, cuentas por pagar, reembolso de gastos de empleados) para identificar anomalías/actividad inusual. Es gratificante ver que el 75% de los encuestados de GECS informaron que utilizan análisis de datos para respaldar los objetivos de cumplimiento anticorrupción de su organización. También es importante garantizar que exista la capacidad adecuada para evitar quedarse atrás en la revisión de los resultados de los análisis y las acciones de seguimiento oportunas.
5. Crear una cultura y canales de denuncia:
Los incidentes de soborno y corrupción pueden ser secretos por naturaleza y, por lo tanto, difíciles de detectar, por lo que una gran parte de las sospechas de soborno y corrupción se identifican primero a través de empleados o terceros que hacen una denuncia a la organización. Esto resalta la importancia de un programa de denuncia de irregularidades eficaz. Pero para que sea eficaz, debe ser visible, accesible y la gente debe entenderlo. Además, debe estar respaldado por una educación deliberada y continua sobre cómo usar los canales, el impacto positivo de plantear una inquietud y generar confianza en la protección de los denunciantes.
Para abordar el riesgo de soborno y corrupción se requiere la participación de todos los niveles de una organización. Al adoptar estas medidas, las organizaciones pueden gestionar eficazmente los riesgos de soborno y corrupción como parte de operaciones comerciales éticas y sostenibles.
Este artículo se basa en el artículo original “Managing bribery and corruption: Five actions to mitigate risk for your organisation” publicado en PwC. La revisión fue ejecutada por el equipo de PwC Colombia.
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