Gestión económica del conocimiento

Hoy, en una reunión para preparar el presupuesto del año que viene, me han surgido algunas reflexiones sobre la gestión económica del conocimiento. Las dejo aquí por si a alguien le sirven:

Primero: se pueden valorar y presupuestar algunas actividades asociadas al conocimiento. Por ejemplo, si una empresa dedica tiempo de sus empleados a generar y difundir conocimiento, podríamos calcular su valor económico (al menos desde el punto de vista de coste) en función de las horas dedicadas a esas actividades por el coste/hora del personal.

Segundo: si bien las actividades asociadas al conocimiento se pueden valorar económicamente, su clasificación “contable” es o podría ser distinta. Es decir, el coste de la generación de conocimiento la podemos vincular a un activo (el conocimiento generado) y por tanto ser una inversión. Sería un activo intangible, pero que no se reflejaría en el balance de la compañía al generarse internamente (quizás se podría hacer en el caso de que fuera tuviera como resultado una patente). Mientras que la difusión de conocimiento la tendríamos que considerar como un gasto (igual que haríamos con una actividad comercial).

Tercero: determinar cuanto presupuesto asignamos a la generación de conocimiento es un tema clave para algunas organizaciones, ya que puede formar parte de su ventaja competitiva. Como cualquier otra asignación de capital, el management le debe prestar especial atención. En caso contrario, será una actividad que realizan las personas simplemente cuando no tienen algo mejor que hacer (vender, realizar un proyecto, atender a los clientes…).

Cuarto: si la generación de conocimiento produce un activo, y no un gasto, podemos pensar que dicho activo se acumula con el tiempo. Por ejemplo, gastamos un año 50 millones en generar conocimiento y el año siguiente otros 50 millones, podríamos pensar que nuestro activo tendría un valor de 100 (más adelante comentaré por que realmente no será 100 sino algo menos).

Quinto: si el conocimiento es una activo que se va acumulando a lo largo de los años, los gestores tienen que conocer cuanto rendimiento le están sacando a dicho activo. Si una empresa invierte en generar conocimiento (su capital invertido crece) pero no es capaz de generar valor con ese conocimiento, su ROIC (retorno de capital invertido) disminuirá. Esto puede provocar mal estar entre los accionistas de la empresa ya que el management estará haciendo una mala asignación de capital.

Sexto: como cualquier activo, el conocimiento se deteriora. Podemos decir que se queda anticuado porque el entorno cambia (el conocimiento ya no aplica), porque la competencia también dispone de ese conocimiento, o por otras razones. En este caso, tenemos que ser conscientes del ritmo al que nuestro conocimiento está perdiendo valor o se está depreciando (siguiendo con el ejemplo de antes, el gasto de 50 millones del primer año se reduciría el segundo año, por lo que el total no sería 100 millones) y que CAPEX de mantenimiento requiere si queremos que se sostenga (por ser una ventaja competitiva o simplemente por el mercado nos lo exige).

En resumen: el management, el consejo de administración, los inversores de una organización donde el conocimiento es relevante, deben aplicarle conceptos económicos que generalmente se usan en otro tipo de actividades y activos, como son: coste, valor, rentabilidad, depreciación, CAPEX, asignación de capital …

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    Sacado de un artículo leído hoy (dejo abajo el link). Son frase de Ray Dalio.

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