Gracias por escoger el menor de los males

Gran alivio hemos sentido la gran mayoría de costarricense, sobre todo quienes tenemos conciencia del peligro que corría el país ante una debacle económica tan o más seria que la de los años 80 en la época del Gobierno del Lic Carazo Odio. Ya varias veces he mencionado que no fui partidario del PAC ni de don Carlos Alvarado. Menos aún comulgo con algunos postulados que van en contra de los principios que heredé de mis padres y abuelos, a quienes agradezco. Pero dice el dicho popular que “lo cortés no quita lo valiente” y hoy quiero reconocer al Presidente Alvarado dos cosas. 1) El manejo de la huelga, donde mostró carácter y a la vez habilidad. 2) Junto con su equipo económico y de la presidencia, el manejo del proyecto de Fortalecimiento de la Finanzas Públicas mejor conocido como Plan Fiscal. En este punto hay que destacar la habilidad para negociar con los jefes de las fracciones más importantes de manera que le permitieran sacar adelante ese Plan, último faro en un mar de espanto y calamidades donde Costa Rica estuvo a punto de zozobrar. Claro está, ya era la última oportunidad. Para hacer conciencia colaboraron además la academia, el Estado de la Nación, cámaras patronales y la gran mayoría del pueblo, que aunque sería afectado un poco en sus ingresos, era esto o algo peor.

No voy a dejar de lado la que en mi concepto creo ha sido “la estrella” que nos ha guiado en este penoso andar hasta llegar a ver ya la luz al final del túnel. Hablo de la Lic Carolina Hidalgo Herrera, Presidenta de la Asamblea Legislativa. Ahí donde uno la ve callada, humilde, de poco hablar y en apariencia hasta tímida en cierto modo, pero con una gran preparación, conocimiento por sus años como asesora legislativa y con gran tacto para manejar su puesto en una Asamblea atomizada por la gran cantidad de partidos políticos ahí representados y en momentos en que desaparecieron los caudillos que “tenían influencia y buen manejo” de estos grupos. Ahora es como arriar gatos por la avenida central. Prueba de ello ha sido las manifestaciones de gobiernos anteriores como el de don Oscar Arias, Abel Pacheco, Laura Chinchilla y Luis Guillermo Solís, quienes alegaron durante su período que el país era ingobernable. Y en verdad que lo era y mucho de esto emergía de la Asambleas Legislativas respectivas donde siempre ha imperado el interés partidario al del país. Esta vez cambió la cosa y por esto hago extensiva mi felicitación a los jefes de fracción de los partidos que apoyaron este Plan anteponiendo el futuro del país. Claro está, a lo mejor entendieron que un país quebrado dentro de 3 años y resto, a nadie le convenía y nadie querría gobernarlo. Pero bueno, la sabiduría, humildad, trabajo tesonero, tacto, conocimiento y buenas relaciones de la Lic Hidalgo Herrera y los jefes de fracción, has logrado salvar al país. Porque una “verdad de Perogrullo” es que estuvimos en el filo de la navaja y no había seguridad de qué pasaría en la Sala IV. Podría suceder lo que al Gobierno de doña Laura Chinchilla, lo que habría sido fatal, desastroso. Gracias a Dios y también pienso yo, a las amplias explicaciones que nuestro Presidente Carlos Alvarado presentó en esa Sala Constitucional haciendo ver el grave peligro que existía, caló en la sensatez de los Magistrados de esta Sala, contradiciendo incluso a la Corte Plena quien encabezada por el Lic Ortuño ya habían dicho que esto sería un desastre para el trabajo rutinario del Poder Judicial. Ahora la Sala IV enmienda la página y dice que eso no es así. Qué lamentable aquella decisión de la Corte Plena!!! Este enmienda es mi sentir, lleva más lodo a ese alto órgano.

Felicito pues al Señor Presidente y su gabinete, a la Sra Presidenta de la Asamblea Legislativa, a los jefes de fracción de los partidos PAC, PLN, PUSC y los independientes que apoyaron el esfuerzo porque Costa Rica tenga la oportunidad de salir adelante. Ojalá en otros campos como en el resguardo de nuestros valores pudieran actuar igual. Las mayorías han sido olvidadas por ser respetuosas, no brincar donde el piso está parejo, ni hacer berrinches. Este es el precio a la cultura que viene de antaño y por eso sintiendo que somos mansos, nos pasan por encima.