Héroes invisibles

Héroes invisibles

Sirva este artículo como un reconocimiento a los profesionales de recursos humanos y a su excelente labor en las organizaciones.

En el bullicio de las oficinas, donde el sonido de los teclados marca el compás de las horas, existe un lugar donde reina el silencio. Un silencio peculiar, profundo, que sólo se rompe por el susurro de conversaciones confidenciales, los clics delicados de los correos o el roce de una mano entregando una carta que pone fin a una relación que un día empezó con el objetivo de que fuera para siempre.

Ese espacio es el departamento de Recursos Humanos, el corazón latente de cualquier organización, aunque muchas veces su latido se perciba apenas, casi imperceptible, por aquellos que habitan el resto de las organizaciones.

Los profesionales que integran estos departamentos no sólo se enfrentan a un trabajo técnico, lleno de leyes, procedimientos, reglamentos y políticas laborales; también cargan con el peso emocional de ser los guardianes del bienestar de los empleados. Sin embargo, esa labor muchas veces los empuja a una encrucijada solitaria.

La soledad no es física, sino emocional, una barrera que se levanta entre ellos y el resto de la empresa, porque, aunque trabajan por y para las personas, no son lo suficientemente comprendidos por ellas.

Día tras día, en cada decisión que toman, se enfrentan al delicado equilibrio de cuidar de quienes forman parte de la organización, sin perder de vista los resultados empresariales que, sin lugar a dudas, debe ser un objetivo prioritario para todas las personas que tienen algún tipo de responsabilidad.

Caminan por una cuerda floja, midiendo cada paso, con la mirada fija en un horizonte lleno de expectativas empresariales, mientras en sus espaldas cargan los sueños y preocupaciones de aquellos que confían en ellos para mejorar su calidad de vida laboral.

Los departamentos de Recursos Humanos son el pilar que sostiene las relaciones laborales, pero también son la voz silenciosa en las crisis. Cuando un empleado entra en conflicto con su responsable, es el departamento quien media. Cuando llega una baja laboral que trastoca el proceso productivo, es el departamento quien vela por una recuperación rápida que favorece tanto al trabajador como a la empresa. Son ellos quienes deben mirar a los ojos a un empleado, tal vez con una familia que depende de él, y comunicar que la empresa ya no puede seguir contando con él.

Pero, tras esa frialdad administrativa, detrás de cada firma y cada conversación formal, se esconden corazones que laten con empatía. Sus funciones se vuelven un acto de malabarismo: deben entender a las personas, pero no pueden involucrarse demasiado. Deben defender sus derechos, pero también velar por los intereses empresariales. Este doble filo convierte sus días en un desfile de decisiones difíciles, donde pocas veces hay una respuesta correcta que deje a todos satisfechos.

Lo paradójico de esta labor es que, a menudo, la soledad del departamento de Recursos Humanos se ve acrecentada por la falta de apoyo. Son muchos los CEO y directores que ven estos departamentos sólo como meros gestores administrativos, olvidando que, en sus manos, reside la capacidad de transformar el clima laboral, la productividad y, en última instancia, el éxito empresarial. Sin embargo, las inversiones son escasas, los recursos limitados y las decisiones estratégicas en torno a ellos suelen quedar relegadas a un segundo plano.

El desafío más grande al que se enfrentan estos profesionales no es solo lidiar con los problemas cotidianos de la organización, sino también sobrevivir a la indiferencia con la que muchas veces son tratados. Mientras el resto de los departamentos compiten por visibilidad y recursos, Recursos Humanos navega en la discreción, con la esperanza de que algún día su trabajo, profundamente humano, sea valorado de la forma que merece.

Estamos inmersos en una “guerra por el talento”, porque o tienes a los mejores y son liderados con eficacia o tu organización está abocada al olvido.

Ahora, más que nunca, las empresas necesitan reconocer que el departamento de Recursos Humanos no es una isla apartada del resto de la organización. No son simples gestores de personas o ejecutores de normativas, leyes y procedimientos farragosos.. Son, en esencia, los cuidadores de la cultura empresarial, los tejedores invisibles que sostienen la cohesión entre personas y rentabilidad.

Señores líderes empresariales que quieren llevar a sus empresas hacia el futuro: apoyen a quienes, desde la sombra, trabajan para que sus empleados no solo lleguen cada día, sino que lo hagan motivados, comprometidos y, sobre todo, felices. Porque en ese equilibrio entre el bienestar humano y el éxito empresarial, reside el verdadero motor de toda organización. Y el departamento de Recursos Humanos es, sin duda, el guardián silencioso de ese equilibrio.

Juan Amor

Commercial DROM, Suisse, Belgique et Luxembourg

2 meses

Ojalá muchos trabajadores de muchas empresas sean tratados como nos tratáis vosotr@s en el departamento de RRUU de By Demes España

Juan Bautista Saura Iniesta

Juan Bautista Saura Iniesta /Murcia-ESPAÑA🇪🇸 VETERINARIO técnico comercial AND NUTRITION

2 meses

‼️La etapa PFIZER con Silvia Montero liderando la multinacional como VICEPRESIDENT sería digna de prestarle atención. Fue lo IRREPETIBLE 💌🤝RRHH INDEPENDIENTES INFLUYENTES : clave empresas. Por los años 1995/2005⏰

Alba Corbacho Bastida

Responsable de Recursos Humanos • Desarrollo de RRHH • Gestión de Talento • PRL • RRLL • Selección • Formación

2 meses

Gracias Lucio Fernández López suscribo cada una de las palabras del artículo. Lo comparto, saludos.

Patricia Ros Escudero

Responsable Departamento de RRHH en El Dulze Growers, S.L.

2 meses

Me ha encantado el artículo, no has podido expresarlo mejor. Gracias por poner en valor nuestra gran labor en las empresas.

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