No hay grupo malo
En el fondo somos sherpas del conocimiento

No hay grupo malo

Algo que en los últimos años me está llamando la atención es aquella manida frase de: Qué tal tu grupo?, es un buen grupo? Que tal la gente en clase?.... Pues cómo va a ser: BIEN, siempre BIEN

Y es que no hay mal grupo, sólo mal líder. Y es que los grupos pueden ser más o menos callados, con mayor o menor capacidad de trabajo, con más o menos vocación, con mil características diferentes, pero siempre bueno, siempre bien.

Somos los docentes los que tenemos la capacidad, e incluso diría más, la OBLIGACIÓN de gestionar las energías y capacidades del grupo. Somos conductores de gente, gente que quiere (o suele querer) aprender sobre nuevos temas, nuevas profesiones o nuevos aspectos en los que sin duda podemos ayudarles. Quedarnos a la espera de que un grupo presente su propia personalidad es dejar todo a la improvisación, es dejar que los falsos líderes del grupo decidan en que dirección se moverá el conjunto, y eso no es lógico ni recomendable.

Tenemos mil armas, mil formas de conseguir que los alumnos gestionen sus capacidades y sobre todo mil maneras de que el AMBIENTE de trabajo sea el idóneo para conseguirlo. Al igual que en una empresa la jefatura debe proponer y asumir que modo de trabajo se busca, el docente debe fomentar y crear el espacio que considere más apropiado para obtener el mejor rendimiento de todos y cada uno de los participantes de la formación.

Podemos gammificar, crear dinámicas de cohesión, estrategias grupales y cuantos recursos sean necesarios para que sino todos, si al menos la mayoría de los alumnos se adapten lo antes posible y despierten la máxima curiosidad e interés por la materia. Aquello del viejo maestro a pie de pupitre rezando su clase, sin más interés que acabar su materia ya pertenece a otro tiempo. Hablamos de integrar, de conseguir el mejor entorno para el máximo aprendizaje, algo que todos valoramos pero que pocos cultivan y trabajan. Cuanto más óptimo sea el ambiente de trabajo mejores resultados se consiguen, porqué entonces no todos trabajamos en esa dirección?, el esfuerzo siempre merece la pena.

No existe mal grupo, sólo mal conductor. El reto es apasionante y merece la pena, siempre merece la pena.

María Carmen Ares Pumares

Docencia y asesoramiento en Administración de Empresas / Economista

5 años

Genial Julio González Troncoso, y es ahí donde marcamos la diferencia: en las expectativas puestas sobre la bondad del grupo y sobre uno mismo como docente. Autoevaluación para la mejora. Asumir que todos podemos aprender de todos construye grupo y el docente es la pieza fundamental para abordar esa construcción.

Inicia sesión para ver o añadir un comentario.

Otros usuarios han visto

Ver temas