Hay que reducir la distancia entre la dirección y primera línea
«Tú puedes hacer lo que yo no puedo hacer. Yo puedo hacer lo que tú no puedes. Juntos, podemos hacer grandes cosas.» —Madre Teresa de Calcuta
Todos sabemos que la excesiva distancia entre dos partes suele dificultar su interacción. En el caso nuestras Instituciones de Salud, cuando se trata de tomar decisiones y marcar el rumbo, la larga distancia es especialmente dañina. Y también creo que excesivamente frecuente. Desde el punto de vista de los profesionales de los servicios asistenciales y de soporte, provoca que se reciba el mensaje de la dirección diluído en ese camino tan largo, además de correr el riesgo de desvirtuarse (llega de manera parcial, errónea o no llega). Parece claro que la adecuada implantación y adherencia a las directrices queda seiamente amenazada. Y desde el punto de vista de la dirección, estar demasiado alejada de la primera línea de trabajo supone un elevado riesgo de no percibir el ruido generado en el pié de obra y hacer una interpretación errónea de la realidad de su institución, llevándole a tomar decisiones erróneas.
No creo que los responsables de gestión deban sumergirse en el nivel asistencial, porque gestionar implica tener una visión de sistema, y por lo tanto perspectiva. Pero si es necesario mantener esa distancia (perspectiva) en unos niveles que no permitan que aparezcan los problemas que he citado más arriba. Y reconozco que no es fácil hacer esto por variadas razones que, principalmente, tienen sus raices en la cultura de nuestras organizaciones, en el nivel de las creencias, prejuicios y asunciones. En esta reflexión que comparto me gustaría proponer algunas claves para trabajar este tema:
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Imprescindible para trabajar estos aspectos: la comunicación. Observo que este tema se suele reducir a usar correo corporativo, redes o intranet. Herramientas. Lanzo el mensaje y que lo lean todos, y ya está. De nuevo, artesanía en muchos casos. La comunicación tiene sus leyes y sus técnicas, y si no se conocen y aplican, de poco sirve tener lo último en herramientas. Se debería tomar en cuenta:
No es fácil; como ya he comentado considero que son cambios a realizar en la propia cultura de la institución, y eso siempre complica las cosas. Pero eso no quiere decir que no haya que ponerse a ello de manera inmediata, si no queremos seguir manteniendo, o aumentando, una grieta importante que hace que dirección y pié de obra parezcan pertenecer a dos mundos diferentes.