Hellmann’s y una confusión que solo pudo solucionarse con mucha mayonesa
Una nena de 5 años atiende a su papá por teléfono en la casa y, cual teléfono descompuesto, crea una confusión al mediar la conversación entre sus padres.
Al decir todo al revés, la nena le dice a la mamá que el padre llevaba comida japonesa al otro día pero que la reunión era esa noche y llegaban a las ocho. Cuando la realidad era que se había confirmado la reunión con los japoneses y que iban a ser ocho.
El comercial concluía con la mítica frase: “Dice que a todo le pongas mucha Hellmann’s”, como sinónimo de lo que ella entendía por “Dar lo mejor”, que era el eslogan de la marca en ese momento.
Su inocencia y picardía enamoraron a la audiencia allá por 1991, haciendo que “la publicidad de la nena de Hellmann’s” sea un infaltable entre las campañas legendarias argentinas de la década de los noventa.
El spot fue creado por Young & Rubicam, en épocas de Ramiro Agulla y Carlos Baccetti, y contó con la dirección de Martín Lobo.
“Se grabó en un galpón gigante lleno de objetos y escenografías. Yo jugaba por todos lados, me trataban súper bien. El director fue muy amable, me proponía cosas que me divertían. Ahora, de grande, me doy cuenta lo importante que fue el input de los adultos para lograr esa espontaneidad”, contaba la protagonista en una entrevista que le realizaron en La Nación a más de veinte años de haberse lanzado el comercial.
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La publicidad tuvo su secuela al año siguiente, aunque no con el éxito de la icónica “Confusión”.
Quince años más tarde, la marca lanzó otra publicidad con una nena de la misma edad, que inevitablemente hizo recordar al spot de los noventa. En esta ocasión, sin embargo, la emoción le ganó la pulseada al humor, aunque en ambas se deja translucir un gran storytelling que logra identificar y empatizar con la historia propuesta.
Como última curiosidad, Eugenia López, la “famosa” nena de Hellmann’s que unta su grisín en la mayonesa al finalizar el spot se convirtió en licenciada en Biología por la Universidad de Buenos Aires y con una maestría en Neurociencia y Educación en la Universidad de Columbia en Nueva York. Y volvió a estar frente a las cámaras de TV como conductora del programa La Liga de la Ciencia, en la TV Pública, junto al físico Andrés Rieznik. También condujo Ciencia a la Carta, con el cocinero Juan Braceli, un ciclo que se emitió por TEC, la señal del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación.
Consultada más recientemente por un medio local, López aseguró que le gustaría hacer la remake del comercial, pero con una vuelta de tuerca, que la ajuste a los tiempos actuales, donde ya no sea la mujer la que está en la cocina mientras el padre llama leyendo el diario desde su oficina.