Home Office, trabajo en casa, ¿trabajo en casa?

La situación de pandemia y cuarentena generó (para unos favoreció, para otros obligó, para algunos aceleró) el Home Office y mucho se dijo y escribió sobre esta modalidad. La idea de esta observación no es focalizarse en los pros y contras, ya que considero que, según el tipo de empresa, las tareas y principalmente las obligaciones del puesto, las ventajas y desventajas pueden equilibrar o desequilibrar la balanza subjetiva de cada caso en particular.

Pero hay algo que me parece que puede ser central a todos. Me refiero a tener cuidado cómo lleva cada uno (de vuelta, según su caso) el famoso “Home Office”. Y para ello propongo que en este instante, internamente, traduzcas “Home Office”. Mientras lo haces, te cuento que en muchos traductores de Internet lo transcriben como “Oficina en casa” o “Trabajar en casa” … En ese momento me vinieron algunas preguntas, pero también algunas frases que escuché de empleados con esta modalidad: "¿cómo replico mi oficina?", “la verdad que me faltan un montón de cosas y no puedo hacer el mismo trabajo”, ¿cómo cuenta el tiempo para almorzar o los periodos de descanso?", “estoy trabajando más que antes”, “terminé trabajando Sábado y Domingo”.

Si bien a no todos le pasa lo mismo, muchos consideran que en esta modalidad “no paran”, que “al final hacen más ahora que antes”, etc. Propongo traducirlo como “Trabajar desde casa”, es decir, que están ejerciendo sus funciones desde su casa, por lo que es razonable que no se tengan las mismas condiciones y que no por trabajar desde casa deben estar disponibles las 24hs. La modalidad “Home Office” debe ser una adaptación de la situación particular que tiene cada uno para seguir haciendo su trabajo y disfrutarlo con las comodidades que cada uno pueda darse.