Hostelería-Reinvención-Resiliencia, un "matrimonio" a tres con todas las garantías de éxito.
Hostelería-Reinvención-Resiliencia, un "matrimonio" a tres con todas las garantías de éxito.
Nadie puede negar que estamos viviendo una situación totalmente nueva para todos nosotros, una situación que nunca antes habíamos conocido.Y no me refiero al sector de la hostelería, sino a toda la sociedad en su conjunto.
Todas las grandes empresas, grandes corporaciones preparan cada año su plan bienal, trienal, quinquenal con proyecciones de futuro en base a consolidados históricos y lineas de tendencia del momento presente. Incluso las Naciones Unidas (todos los miembros del Gobierno lucían el logotipo en la solapa), habían puesto en marcha la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, firmada en 2015 por los jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros de Naciones Unidas. Representa el compromiso internacional para hacer frente a los retos sociales, económicos y medioambientales de la globalización, poniendo en el centro a las personas, el planeta, la prosperidad y la paz, bajo el lema de "no dejar a nadie atrás".
Y sin embargo todo esto se paralizó, debido a la crisis del coronavirus. Y no sólo se paralizó, sino que incluso muchas de esas 17 objetivos de Desarrollo Sostenible se tiraron por tierra y se han incumplido reiteradamente, por el "bien común de todos" para salir de esta pandemia.
Hemos pasado de poco menos que "estar prohibido" mencionar la palabra plástico, a producirlo y consumirlo en cantidades ingentes. O más que plástico, todo aquello que generaba residuos que pudieran hacer daño al medio ambiente. Hemos pasado a producir, consumir, y desechar cantidades incontables de mascarillas y guantes de plásticos. Que además nadie nos ha explicado cómo debemos desechar de forma correcta, por lo que las hemos tirado-dejado-depositado donde mejor hemos entendido - y seguramente donde no corresponde - cuando no las hemos tirado directamente a la calle, a los jardines, a los arbustos de al lado de casa.l
Y qué decir de las miles de toneladas de "plástico" que hemos generado, y maldesechado (perdón por el "palabro", pero es que aquí tocaba ponerlo) en todos esos envases-embalajes-envoltorios de todos los productos que hemos comprado en los supermercados y tiendas de barrio, porque a pesar de la Agenda 2030 par el Desarrollo Sostenible, todos los productos tiene que venir en un envase que va dentro de un envoltorio que va dentro de un embalaje final. Más del 90% de los residuos de plástico que se generan en el mundo no se reciclan.
Y es aquí donde la hostelería tiene por delante uno de los mayores retos a los que se ha enfrentado. La #hostelería siempre ha demostrado una gran capacidad de adaptación y de resiliencia, de reinventarse a sí misma, y ahora que estamos viviendo un momento y una situación totalmente novedosa que ninguno antes habíamos vivido, es cuando este sector tiene que "poner toda la carne en el asador" (nunca mejor dicho) y poner, y proponer todas las soluciones posibles ante una situación que se antoja complicada, y precisamente por ello será donde mejor demostraremos nuestra capacidad no sólo de adaptación, sino de poner sobre la mesa soluciones a la altura del problema.
La hostelería, como no podía ser de otra manera, ha apostado por el #delivery y el #takeaway como medida de solución ante la parálisis total que sufrió el sector a raíz del #coronavirus. Independientemente de todo lo que este nuevo modelo de negocio tiene que evolucionar y mejorar, han sido las dos palancas que han permitido al sector de la restauración generar ventas durante este período de parálisis global. Y las dos palancas que han permitido también a los clientes, no lo olvidemos, "normalizar" de alguna manera esta situación tan traumática para el conjunto de la sociedad. El delivery y el take away nos han permitido tener la sensación de "normalidad" de que seguíamos "comiendo fuera", seguíamos yendo a comer o cenar a nuestros restaurantes de siempre, y seguíamos comiendo ese plato que tanto nos gusta, e incluso seguíamos subiendo a las redes esas fotos tan maravillosas de esos platos que tanto nos gustan, y que tanta envidia le dan a nuestros amigos ... Sí, el delivery y el takeaway nos han permitido seguir "sintiéndonos normales" y "hacer cosas normales" en un momento de caos global de la sociedad.
Y junto con ello (miremos las fotos que hemos ido colgando en las redes sociales) hemos generado miles de toneladas de material "desechable" que no sabemos, realmente, cómo desechar (¿alguien lo sabe? ¿nuestros políticos lo saben? ?los responsables de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible lo sabe?). Pero esto no tiene que ser freno para que la hostelería siga vendiendo. Ahora más que nunca. Ya lo he dicho arriba. Poder seguir comiendo nuestros platos preferidos, u otros nuevos, poder seguir "comiendo en casa" eso que tanto nos gusta, ha "normalizado" nuestro caos.
Vamos a seguir llevando mascarilla, nosotros y nuestros clientes, vamos a seguir vendiendo cafés para llevar (en esos vasos tan característicos de una marca tan característica que todos reconocemos), vamos a apostar por el delivery y el takeaway (y además vamos a mejorar este modelo de negocio que tiene mucho que darnos, a este sector, y al cliente), y vamos a seguir cocinando para nuestros clientes, nuestros amigos, ahora más que nunca.
Tendremos que trabajar juntos todos los actores que componemos esta obra, los proveedores tendrán que incorporar nuevas formas de embalar, tendrán que fabricar con nuevos componentes y materiales, y tendremos que reinventar nuevas formas de servir, mejores formas de desechar, aprender a reciclarnos para reciclar, porque hostelería es reinvención, es resiliencia.
Y qué decir del aprovechamiento de las mermas, del #nowaste. Pero esto nos da para otro artículo, o más ...
🎯PROVEEDOR de soluciones para empresarios a la deriva. REINVENTÁNDOME A DIARIO. 👍 Iniciando un viaje nuevo... 😉¿Te unes a mí?😉
4 añosTienes toda la razón Pedro Sánchez Marqués... adónde va a ir a parar todo ese material desechable? Si no nos ponemos las pilas pronto, nos encontraremos en el océano islas flotantes de mascarillas y guantes.