HOY LA TRANSFORMACIÓN A TRAVÉS DE LA GESTIÓN DE PERSONAS ES UNA OPORTUNIDAD

Estamos inmersos en un escenario del que nadie había escrito una presentación, y ha llegado de repente. Como un terremoto de grado 6, como mínimo, de la escala Richter, ha removido todos nuestros cimientos: los planes estratégicos y anuales de los negocios, nuestra vida, tanto en lo personal, como en lo profesional….

Ahora estamos recomponiéndonos, y si hay algo generalizado, es la profunda transformación en la que todas las organizaciones están reflexionando. Sin haber hecho ninguna encuesta, en estas semanas he hablado con muchas personas, principalmente fundadores o directores generales de compañías, y directores de RRHH, y a pesar de las grandes incógnitas que aún hoy existen, hay algunos aprendizajes claves que todos destacan:

·      Compartir toda la información

¿Cómo se va a conseguir recuperar la confianza de los clientes, la rentabilidad? Solo lo pueden hacer los empleados y colaboradores, los que han estado, durante el confinamiento, haciendo escenarios y proyecciones económicas sin parar, aportando soluciones imaginativas a problemas totalmente inesperados, trabajando presencialmente, aún sin medios las primeras semanas, o bien, aguantando la incertidumbre en casa. Y todo esto, les ha dejado en un estado de gran agotamiento.

Y para que los empleados sigan acompañando el negocio, en un entorno de tantas incógnitas, deben estar seguros de que tienen toda la información. El esfuerzo y los sacrificios han sido y van a ser grandes, la transparencia debe ser total, sólo así empujarán para llegar al destino, aunque sean muy conscientes de que es imposible conocer cuál es este destino con exactitud.

·      Interesarse por cada situación individual

La mayor parte de las personas tenían ordenadas por un lado, las cuestiones profesionales y por otro lado, las personales. Casi siempre separadas en el día a día, y cada una resuelta en lo operativo, con una visión de futuro….

Pues bien, ahora todo se ha mezclado, y en la mayor parte de los casos, todo sigue aún así: las jornadas se confunden, los peques han visto ya en nuestro ordenador a nuestros compañeros de trabajo, hemos asistido a las clases de nuestros hijos, hemos visto a los abuelos en el ordenador del trabajo…. Las compañías no pueden ignorarlo, al revés, lo que están esperando los empleados es que haya interés por conocerlo, y proponer entre todos entornos más flexibles, llegando a romper límites y prejuicios pre-COVID 19 que, con lo que nos ha cambiado la vida, ya no son tan importantes.

·      Conocer las preocupaciones

Antes las organizaciones no conocían las preocupaciones y miedos de los empleados, ya que eran compatibles con el día a día, es decir, no impedían a nadie acudir a su puesto de trabajo. Ahora hay nuevos miedos, que a algunas personas les está inhabilitando para desplazarse al centro de trabajo.

¿Son conocidos? ¿Es posible adaptar algunos aspectos para tenerlos en cuenta? Los empleados esperan que las organizaciones les animen a hablar de ellos con total transparencia y buscar soluciones. Ya no es posible mirar hacia otro lado y no hacer nada.

·      Identificar cuáles son, hoy, las posiciones y personas clave

El contexto ha cambiado tanto, que ahora los servicios de prevención y salud son clave en cualquier sector. Los años anteriores era posible tener unidades que funcionaban muy bien con previsiones de largo plazo, y con personas muy resistentes al cambio y poco ágiles. Incluso, algunos directivos no tenían en cuenta las emociones e individualidad en sus equipos, pero los resultados eran excelentes, etc.

Es urgente, ahora, revisar qué posiciones van a marcar la diferencia en el presente, y también, si predominan en los equipos personas con las habilidades como por ejemplo resiliencia, creatividad, optimismo, empatía,… Y cuanto antes se aborden los planes y los cambios necesarios, mejor, no hay tiempo que perder.

  En definitiva, son claves que antes, podían estar o no en la lista, pero ahora, cada organización debe asumir e interiorizar para transformarse.