Huevos revueltos con jamón

Huevos revueltos con jamón ...

Hay 2 frases en inglés que me gustan mucho: “be accountable” y “take ownership”. Su traducción al español – “ser responsable” y “tomar posesión”-, no hacen mérito a la real virtud de su significado.

Estas 2 frases me permiten desarrollar una idea que ha estado dando vueltas en mi cabeza: ¿Cuál es la diferencia entre estar Comprometidos con tu trabajo y estar Comprometidos con la empresa?

La mejor analogía que alguna vez escuché para definir “accountability” y expresar su diferencia con involucramiento y/o responsabilidad es la del rol que el cerdo y la gallina tienen en un “plato de huevos revueltos con jamón”. Muy simple: en dicho plato, la gallina está involucrada pero el cerdo está comprometido o es “accountable”. Por lo tanto, la relevancia o el nivel de participación de quien es “accountable” es entregar alma, corazón y vida, con pasión y convicción con el propósito de la empresa.

Mi percepción es que existe un alto porcentaje de trabajadores que están comprometidos con su trabajo. ¿Qué significa esto? ¿Qué mérito tiene? Sin duda, significa bastante, porque las personas ponen esfuerzo, compromiso y conocimientos para hacer su trabajo. Suelen ser eficientes, son bien evaluados y contamos con ellos como parte de nuestro equipo. Realmente, poco de que quejarse.

En términos futbolísticos o musicales, es un excelente delantero que hace goles o un gran guitarrista muy bien rankeado.

Pero ¿Qué pasa cuando tenemos grandes delanteros y no les llegan los balones para marcar goles o el equipo contrario nos ataca con vehemencia? ¿Qué esperaríamos del delantero?, que ayude a defender al equipo, que retroceda para buscar balones; porque el objetivo del equipo está por encima del desempeño y meta individuales. ¿Se imaginan, de igual manera, la poca armonía de una canción con un gran guitarrista pero sin la sincronización a la que aspira una orquesta y que surge del entrenamiento, coordinación y colaboración?

Por lo tanto, ¿Qué características tienen los trabajadores que están comprometidos con la empresa? En primer lugar, un alto compromiso con su trabajo, ya que es una condición básica contar con recursos eficientes, productivos y en proceso de mejora continua – nadie quiere una persona incapaz y que bajo la justificación de su esfuerzo y cariño por la empresa, haga mal su trabajo.

En segundo lugar, las personas comprometidas con la empresa hacen cosas que nadie les pide, que van más allá del rol asignado, son proactivas, están observando fuera del ámbito de su propia zona de confort, están dispuestas a colaborar y a aportar ideas para que la empresa cumpla su propósito. Asimismo, por el lado emocional, disfrutan y celebran los triunfos del equipo y les duele e indignan las derrotas. Si podemos resumir, para estar comprometidos con la empresa necesitamos ser “accountables “ y tomar “ownership”, dejando de excusarnos en las ineficiencias de los demás, las cuales podremos analizar y resolver posteriormente.

Creo que hasta acá, muchos coincidiremos con los conceptos, sin embargo, como no me quiero quedar con la inquietud, voy a plantear una honesta reflexión.

He leído decenas de artículos y libros sobre liderazgo y casi todos proponen que el éxito de un equipo depende, principal o inicialmente, de la forma en que un líder inspira a los demás para que lo sigan. Hay muchas recomendaciones de cómo ser un buen líder, con las que coincido; y no niego que muchas de esas lecturas me han aportado en mi pretensión de ser un mejor líder.

Sin embargo, ¿cuánto se ha escrito sobre el rol de los que siguen al líder: del trabajador, del guitarrista, del delantero del equipo de fútbol? Usualmente, si el equipo funciona mal, solemos hacer principal responsable al líder y en algunos casos, eximimos de culpa alguna, a los miembros del equipo. ¿Creemos sinceramente que un equipo funciona únicamente teniendo buenos líderes?: de ninguna manera

Los equipos son exitosos cuando su líder y sus integrantes están comprometidos con la empresa. La fuerza del equipo no solo viene de arriba hacia abajo (del líder a los integrantes del equipo) sino también de abajo hacia arriba, generando la energía de un remolino que al final crea un círculo virtuoso. Para que el círculo sea virtuoso, tiene que ser continuo y eso requiere que el líder y los integrantes del equipo empujen hacia el mismo lado con la misma fuerza y que ésta perdure en el tiempo.

En mi trayectoria profesional, he interactuado con buenos líderes y algunos no tan buenos; pero también he conocido trabajadores hábiles y eficientes que no estuvieron comprometidos con la empresa, porque sus objetivos personales no estaban alineados con el propósito de la empresa, o porque no tenían la pasión para comprar la misión de ésta.

No estoy en capacidad de compartir alguna fórmula secreta para hacer que todos se comprometan con la empresa, pero les confieso que, en ocasiones, cargar con la responsabilidad del éxito de un equipo, sin que el resto del equipo sienta que es igual de responsable, es una tarea que es difícil de sobrellevar. Por suerte, la vida me ha permitido conocer muchas personas que están comprometidas con sus empresas y que han sido inspiración para mí y muchos.

A los profesionales que recién empiezan, solo les puedo recomendar que evalúen su nivel de compromiso y que si no encuentran la motivación suficiente para alinearse con el propósito de la empresa, quizás no sea ese el lugar donde deban estar. No vivamos nuestra vida profesional haciendo únicamente responsables a nuestros líderes del nivel de compromiso que tenemos, porque, a pesar que en algunos casos, podrían tener razón, es más placentero y motivador jugar en un equipo donde podemos comprometernos.

¿Que opinan ustedes? ¿Que porcentaje de las personas con las que trabajan están comprometidas con la empresa? ¿Qué hacer para que más personas se comprometan con el propósito de la empresa? ¿Cuánto de lograr este compromiso depende del líder y cuanto viene de las propias convicciones de los liderados?

Nota: cuando menciono Empresa, no solo me refiero a una compañía u organización tal como la conocemos, sino a cualquier emprendimiento económico, social, cultural que tenga un objetivo