Impacto del Quitosano en el Crecimiento de las Raíces Capilares y la Defensa Vegetal

Impacto del Quitosano en el Crecimiento de las Raíces Capilares y la Defensa Vegetal

El quitosano o chitosán, es un polisacárido natural que se obtiene a partir de un proceso de desacetilación de la quitina, este es un polisacárido elemental en la formación de los exoesqueletos de crustáceos, insectos y paredes de hongos. Ha cobrado importancia como una herramienta fundamental en la agricultura contemporánea.

Este copolímero lineal, formado por unidades de glucosamina y N-acetil D-glucosamina unidas mediante enlaces β 1-4, se distingue por sus notables propiedades fisicoquímicas y biológicas, que favorecen tanto el crecimiento como el rendimiento de cultivos de alto valor agroeconómico, como el tomate. Además, su uso está relacionado con la disminución de la incidencia de fitopatógenos y la promoción de prácticas sostenibles, teniendo propiedades antifúngicas, antimicrobianas, antivirales, inductora de defensas y estimuladoras de crecimiento, lo que lo convierte en una alternativa viable al uso intensivo de fertilizantes y pesticidas convencionales.

La biotecnología vegetal ha reconocido al quitosano como un bioestimulante que puede reforzar las defensas naturales de las plantas. Una de sus acciones más relevantes es la inducción de la formación de calosa, un polisacárido que se acumula en las paredes celulares en respuesta a situaciones de estrés y ataques de patógenos. Estudios recientes en Arabidopsis thaliana, una planta modelo en la investigación de biología vegetal, han demostrado que la aplicación de quitosano puede estimular de manera significativa la deposición de calosa en las raíces, especialmente en los pelos radiculares, actuando como una barrera física contra la invasión de patógenos. Este hallazgo resalta el potencial del quitosano no solo para aumentar la resistencia de los cultivos agrícolas, sino también para mejorar la sostenibilidad en la producción de alimentos más seguros y con un menor impacto ambiental.


Imagen 1

¿Cómo es el método de acción?

El quitosano, derivado de biopolímeros presentes en insectos, activa en las plantas los sistemas HR (respuesta hipersensible) y SAR (resistencia adquirida sistémica). El sistema HR induce el suicidio celular al detectar infección, mientras que el SAR prepara las células concentrando defensas ante futuros ataques.

Sin embargo, las concentraciones elevadas de quitosano pueden inhibir el crecimiento de los pelos radiculares en plantas, afectando su capacidad de absorción de agua y nutrientes. Este fenómeno destaca la importancia de ajustar cuidadosamente las dosis para maximizar los beneficios del quitosano sin comprometer el desarrollo radicular


¿Cómo funciona en las raíces de Arabidopsis thaliana?

Recientemente, los esfuerzos se han centrado en las distintas variantes de quitosano; aquellas que presentan distintos valores de masa molecular y diferentes capacidades de solubilidad, ya que de estas características depende la efectividad con que el biopolímero puede actuar como un activador de defensa de las plantas. Los resultados han mostrado cómo el quitosano con diferentes propiedades químicas puede inducir variaciones en la deposición de calosa en las raíces de Arabidopsis thaliana. En particular, se ha demostrado que el quitosano es más eficaz en los pelos radiculares, unas estructuras especializadas en la absorción de agua y nutrientes, donde se ha demostrado una mayor acumulación de calosa en respuesta a su aplicación. Esta acumulación de calosa en los pelos radiculares es relevante ya que esta zona de las raíces es un punto débil donde los patógenos pueden introducirse con facilidad.

Por el contrario, cuando se aplicó la quitina no desacetilada, un compuesto químicamente similar pero que no ha sufrido el proceso de desacetilación que la determinaría como quitosana, no se produjo la misma inducción de calosa. Esto subraya la relevancia de su estructura química en cuanto a la quitosana específica, particularmente el grado de desacetilación que necesita para inducir la defensa de la planta. La quitina no desacetilada no parece ser “reconocida” por las plantas de la misma manera en que lo es la quitosana; esto pone de manifiesto la importancia de la modificación química de los biopolímeros con el fin de optimizar sus efectos en biotecnología vegetal.


Imagen 2. A) Estructura de Arabidopsis thaliana; B) Apariencia de las raíces/pelos radiculares de AB y BF (las flechas rojas señalan las señales de calosa amarillentas)

Beneficios Medioambientales y Sostenibilidad del Quitosano en la Agroindustria

Su origen renovable y biodegradable lo convierte en una opción ambientalmente responsable en comparación con los insumos químicos tradicionales. Al disminuir la dependencia de fertilizantes y pesticidas sintéticos, el quitosano juega un papel importante en la reducción de la contaminación del suelo y de los recursos hídricos.

En la agricultura el quitosano entra en la categoría de bioestimulante, alterando los procesos vegetales mejorando su rendimiento. Desde el punto de vista agrícola, su capacidad para activar las defensas naturales de las plantas, facilitar la absorción eficiente de nutrientes y aumentar la resistencia a fitopatógenos resulta en cultivos más productivos y resistentes. Este enfoque no solo mejora los rendimientos agrícolas, sino que también promueve prácticas más sostenibles, respondiendo a las crecientes demandas globales de alimentos más seguros y de producción ambientalmente responsable.

Beneficios agronómicos del quitosano:

  1. Estimula el crecimiento vegetativo, la producción de raíces, la floración, la absorción y movilidad de nutrientes, así como la síntesis de compuestos bioquímicos.
  2. Fortalece las estructuras de la planta (aumenta el grado de lignificación y suberización)
  3. Reduce el estrés abiótico
  4. Reduce la dispersión de enfermedades en la planta, el impacto de ataques fúngicos, bacteriales y virales
  5. Reduce el impacto de ataques de insectos y nemátodos.

El producto Germen Energy al ser un bioestimulante, junto con el quitosano que se posicionan como herramientas innovadoras en la agricultura sostenible, con un enfoque en la optimización de la salud y productividad de los cultivos. El quitosano actúa como un inductor natural de mecanismos de defensa en las plantas, incluyendo la deposición de calosa y la activación de la resistencia sistémica adquirida (SAR), fortaleciendo la respuesta frente a patógenos y condiciones de estrés. Por su parte, Germen Energy, mediante su formulación avanzada de bioestimulantes, promueve el desarrollo vegetal, mejora la eficiencia en la absorción de nutrientes y potencia la tolerancia al estrés ambiental. La integración de ambas estrategias representa un avance significativo hacia prácticas agrícolas más resilientes y respetuosas con el medio ambiente.


Imagen 3. Promoción bioestimulante Germen Energy

Conclusión

El quitosano, a través de su capacidad para inducir respuestas específicas en las plantas, como la deposición de calosa en los pelos radiculares, representa un componente innovador en la mejora de la resistencia vegetal frente a patógenos y estrés ambiental. Estas respuestas, que varían según la concentración aplicada, subrayan su potencial en la modulación del crecimiento y la defensa de los cultivos.

Al integrarse con bioestimulantes avanzados como Germen Energy, el quitosano se consolida como una herramienta clave en la agricultura moderna. Su uso estratégico no solo contribuye al incremento en la productividad de los cultivos, sino que también promueve prácticas agrícolas sostenibles, mejorando la resiliencia de las plantas y reduciendo la dependencia de insumos químicos tradicionales.

 

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Referencias:

 

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