Impacto en la problemática de las okupaciones.
Vamos a profundizar rsobre la reciente reforma de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y su impacto en la problemática de las okupaciones.
El enfoque aquí será no solo explicar el "qué", sino también el "por qué" y "cómo" esto afecta a las personas involucradas. Además, exploraremos posibles soluciones y enfoques más amplios.
1. ¿Qué es lo que realmente cambia con esta reforma?
La reforma introduce juicios rápidos para los casos de allanamiento de morada y usurpación, lo que significa que los procedimientos judiciales que antes podían tardar años ahora deben resolverse en un máximo de 15 días. Este cambio pretende agilizar procesos y devolver la propiedad a los dueños más rápido.
Sin embargo, agilizar el juicio no significa que el desalojo sea inmediato. El procedimiento incluye:
-Celebrar el juicio.
-Emitir una sentencia.
-Posibles recursos y apelaciones.
Resultado real: Aunque los tiempos se acortarán, el desalojo no será en cuestión de horas ni días, como algunos titulares han sugerido. Este punto genera una brecha entre expectativas y realidad.
2. Tipos de ocupación y quiénes se ven afectados
Es crucial entender que la reforma aborda principalmente allanamientos y usurpaciones, dejando fuera la creciente problemática de las inquiokupaciones. Veamos las diferencias:
-Allanamiento de morada:
Ocurre cuando alguien entra a tu vivienda habitual por la fuerza y se niega a abandonarla.
Es un delito penal grave con penas más severas.
La reforma facilita su tratamiento judicial.
-Usurpación:
Se trata de la ocupación de inmuebles deshabitados, lo que sigue siendo un delito penal, pero con sanciones más leves (generalmente económicas).
-Inquiokupación:
Ocurre cuando un inquilino deja de pagar el alquiler y no se marcha. Esto no es delito penal, sino un incumplimiento de contrato que debe resolverse en la vía civil.
Este fenómeno ha crecido significativamente, especialmente desde las medidas antidesahucios de la pandemia, que algunos aprovechan como escudo legal.
3. ¿Por qué se queda corta la reforma?
La reforma tiene buenas intenciones, pero hay varios puntos críticos:
Los grandes tenedores son los más beneficiados:
Allanamientos y usurpaciones afectan mayormente a bancos y fondos de inversión (el 95% de los casos según algunos abogados). Los pequeños propietarios, que sufren mayormente inquiokupaciones, están fuera del alcance de esta reforma.
La duración del proceso sigue siendo un problema:
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Aunque el juicio sea más rápido, el tiempo total para recuperar una vivienda sigue siendo incierto, ya que faltan mecanismos para desalojos cautelares inmediatos.
4. ¿Qué proponen los expertos?
Algunos enfoques que podrían marcar la diferencia incluyen:
Desalojos cautelares inmediatos:
Países como Alemania o Dinamarca permiten medidas que obligan a los okupas a abandonar la vivienda en un máximo de 72 horas desde la denuncia, sin necesidad de esperar al juicio.
Ley Integral contra la okupación:
Debe incluir soluciones específicas para:
Allanamientos y usurpaciones.
Inquiokupaciones.
Protección real para pequeños propietarios, que son los más vulnerables.
Educación legal y comunicación efectiva:
Gran parte del problema está en la desinformación. Algunos propietarios no conocen sus derechos o el proceso correcto para actuar frente a una ocupación.
5. ¿Qué impacto tiene en el día a día de los propietarios?
Para un pequeño propietario que depende del alquiler de una vivienda para sus ingresos, una inquiokupación puede ser devastadora.
Financiero: Pérdida de ingresos durante meses o años.
Psicológico: Angustia e impotencia al ver cómo las leyes no lo protegen eficazmente.
Práctico: Costes legales y tiempos largos para resolver el problema.
Mientras tanto, los grandes tenedores tienen recursos legales y financieros que les permiten manejar estos casos de forma más eficiente, lo que evidencia un desequilibrio en la aplicación de las leyes.
6. Reflexión final: ¿Es esto suficiente?
La reforma es un paso adelante, pero insuficiente. Aborda solo una parte del problema y deja fuera casos como las inquiokupaciones, que son las que más afectan al ciudadano común. Lo que se necesita es un cambio estructural, con medidas integrales que incluyan:
-Procesos judiciales más rápidos y efectivos.
-Protecciones específicas para pequeños propietarios.
-Penalización adecuada para todos los tipos de ocupación ilegal.
Al final, más allá de la ley, es fundamental que las reformas reconozcan y resuelvan la realidad social de las okupaciones en todas sus formas. Porque la vivienda no solo es un bien material, sino una pieza esencial en la vida de cualquier persona.