No importa el problema, importa la solución.
Uno de mis primeros grandes proyectos, fue la colocación del piso para una tienda de muy prestigiosa marca deportiva.
Estaba deseando una instalación bonita y sencilla de concreto para después darle mi toque de arte en el acabado al alto brillo.
Los que nos dedicamos al concreto sabemos que el “colado”, es una acción de una solo vez y se debe minimizar el error humano. Pero al ser el primer abogado en concreto que conozco en el mercado, soy gran creyente del error humano.
La ley de Morfi me tocó. Un operador con mal tino dejó su huella justo en la entrada de la tienda, el lugar más visible. Según los que saben, esto es ley en los acabados de la construcción. Los errores humanos se marcan en el lugar más visible. No hay más que hacer. De hecho, se deben cotizar como costos indirectos. Por la estupidez humana debó cobrar un porcentaje más para no caer en los infames número rojos.
También he aprendido que lo mejor que uno tiene en la construcción es su nombre. Y este vale más que cualquier obra a precio alzado. Por lo tanto, uno debe de sacar el pecho ante los errores del personal operativo, es deber vender confianza y otorgar resultados.
Una de las soluciones más sencillas es desbastar el total de la superficie, para darle el mismo tipo de acabado, Solución que implica números rojos. De ese rojo color sangre. Pero al desbastar el piso ha de perder nivel lo que crea otro gran problema en sí.
Por otro lado, una de los mejores métodos de venta que tengo, es ponerme en los zapatos del cliente. Ellos quieren lo mismo siempre. Precio, calidad y rapidez en ejecución.
Siguiendo este método y pensando cómo solucionar el problema. El litio de mis neuronas fue buen conductor de ideas. Me acordé de aquel curso en Monterrey en dónde se nos enseñó una gama de productos y técnicas para pintar el logo del cliente en su piso con buenos resultados.
Lo ofrecí sin dudar. Seguramente será buen diseño y le dará una pincelada de color en el piso del concreto. El cliente quedó de consultarlo con su cliente.
Yo preparo más soluciones, pero sin lugar a dudas quedé satisfecho por encontrar respuesta y ver oportunidades en los errores de mis colaboradores.
Estoy a sus más distinguidas órdenes para poner guapos esos pisos.
El Brillo de tus pisos, el brillo de tu empresa.
Atte
Felipe Gallo Korkowski.
Abogado en concreto.