Importancia del diseño industrial
Dadas las características de los mercados actuales, la gestión estratégica del diseño industrial constituye para las empresas una fuente esencial de ventajas competitivas sostenibles a medio y largo plazo. No obstante, muchas de las empresas en la actualidad no son conscientes de este hecho. Entre los factores que han motivado esta situación destacan los siguientes:
- La falta de conocimiento en torno a lo que el diseño es y sus contribuciones. El diseño es un concepto amplio y multidimensional cuya definición varía en función de las situaciones de uso. Asimismo, su aplicación requiere el trabajo conjunto de varios departamentos de la empresa, y en ocasiones de agentes externos a la misma, cuyos intereses pueden ser contrapuestos.
- La relación empresa-diseñador y el desconocimiento acerca de las funciones o tareas a desarrollar por cada una de las partes que intervienen en el proceso de diseño industrial, empresarios y diseñadores. Las empresas deben comprender mejor el proceso de diseño industrial y el trabajo de los diseñadores, y estos últimos, deben conocer mejor la realidad en la que se desenvuelven las empresas
- La inexistencia de un marco de trabajo en el que analizar la contribución del diseño industrial en los resultados de la empresa. La dificultad a la hora de cuantificar los beneficios o resultados derivados del diseño, y la preferencia por parte de los directivos de las empresas por los resultados a corto plazo, hace que muchas empresas no integren esta variable en su estrategia empresarial.
Es por ello que rescato valorar la importancia del diseño industrial a través de las percepciones que desde dentro de la empresa tienen los directivos responsables de esta actividad. Para demostrar la importancia del diseño industrial dentro de la estrategia empresarial, lo primero que tenemos que hacer es aclarar qué entendemos por este concepto. En un sentido general, definen el diseño industrial como "la actividad que transforma un conjunto de requerimientos de un producto en una configuración de materiales, elementos y componentes". Asimismo, las decisiones referentes al diseño industrial, no sólo conciernen a la apariencia o la estética, sino también a aspectos ergonómicos, de producción simple, eficiente uso de materiales, etc. El diseño industrial "constituye una metodología de concebir los productos que integra tanto las soluciones técnicas como los criterios de mercado". Sin embargo, si tenemos en cuenta algunos estudios realizados internacionalmente, vemos como este concepto no se entiende, en general, como parte de la política de innovación de las empresas. Se considera, erroneamente, que la eficiencia de empresa no está ligada al desarrollo del diseño industrial.
El diseño industrial tiene dos repercusiones fundamentales: en primer lugar, incrementa la competitividad de las empresas, y en segundo lugar, facilita la calidad de vida de las personas. Por estas razones, el diseño se convierte en una poderosa herramienta de la gestión empresarial que debe desarrollarse cada vez más. La integración del diseño industrial en las empresas puede a su vez favorecer el desarrollo de productos y servicios consistentes con las tendencias culturales y sociales emergentes y reducir el riesgo de los consumidores, y afectar así a la repetición de compra y la lealtad de marca. Además, a través del diseño industrial las empresas pueden modificar la respuesta del consumidor por lo que se convierte en un importante factor determinante del comportamiento del consumidor, más aún desde que las diferencias tecnológicas de las empresas se han hecho más pequeñas y son capaces de producir bienes similares.