Incendios forestales en Perú, reflexiones de un investigador.

Desde la perspectiva de quienes analizamos la realidad social y ambiental del país, la reciente gestión de los incendios forestales en Perú nos deja preocupantes lecciones. Como investigador, no puedo evitar reflexionar sobre la falta de coherencia y prontitud en las decisiones de nuestros gobernantes. Inicialmente, se minimizó el impacto de esta crisis, a pesar de los daños evidentes y el clamor de la sociedad. Días después, la presión pública llevó a un cambio de postura con la declaración de estado de emergencia.

Este cambio tardío evidencia un problema recurrente: la reactividad en lugar de la proactividad en la gestión de emergencias. Las acciones tardías no solo han afectado a las comunidades locales, sino que también han causado una pérdida cuantiosa de biodiversidad en nuestra Amazonía. En estos ecosistemas únicos, cada día de demora significa la destrucción de hábitats vitales y la extinción de especies que dependen de ellos para sobrevivir.

Como seres humanos, tenemos la responsabilidad de cuidar de los demás seres vivos con los que compartimos este planeta. Somos, en muchos sentidos, los guardianes de la biodiversidad, y debemos actuar como tales. No podemos permitir que las decisiones se tomen únicamente bajo presión pública, sino que deben estar guiadas por el principio fundamental de protección de la vida y del medio ambiente.

Invito a la comunidad académica y profesional a reflexionar sobre cómo podemos, desde nuestras respectivas disciplinas, impulsar políticas públicas más efectivas y responsables, que no solo respondan a las crisis, sino que las prevengan, asegurando la conservación de nuestro invaluable patrimonio natural.