¿Independencia o Erasmus?

Bilbao. 9 de noviembre de 2023

Hay que ver cómo está la calle. Gente, con más de cincuenta tacos, compartiendo piso. Y jóvenes que no pueden salir de casa de sus abuelos, los mismos que los han criado, porque el trabajo “digno” de los padres no daba para más.

¿Digno...? ¿Tanto como los horarios…?

…Y eso con la subida del salario mínimo interprofesional y la negación,  constante, de la existencia de las desigualdades de género.

¿Te has dado cuenta de que, con cincuenta, se cumple ya medio siglo?

¡Hay que ver cómo está la calle!

¡Está que arde!

Ancianos sosteniendo, con sus pensiones ridículas, tras muchos años de trabajo, a todo su entorno familiar.

…Y otros entornos familiares _ los que van de poner el pan en la mesa de los demás, sin ser panaderos_ quejándose de que la gente vive de la “sopa boba” y de que esto no hay quien lo aguante.

¿Pero acaso nos llega para hacer sopa, al precio que está el aceite…? Ni en olla exprés, vamos. ¡Con el tiempo que lleva!

Por muy boba que sea… Si al final la compramos de bote, al coste que nos la impongan.

Yo, todavía me acuerdo de la receta. Para que luego digan que no es importante la memoria:

“Si tuviéramos aceite, ajo, pimentón y sal, haríamos unas sopas, pero no tenemos pan”. Y este es nuestro verdadero pan, de cada día.

¡Hay que ver cómo están las redes sociales!

¿De qué se trata…? ¡Que me opongo!

Sembradas de odio, de los unos contra los siguientes. Y hasta contra sí mismos. Mientras nos dirigen los del centro. Los que se ponen en el centro, al lado del abismo, para canalizarnos hacia sus intereses.

Tiendas de cosmética artificial, que más parecen cursos de idiomas extranjeros… Todo con tal de no comunicarnos con los que nos íbamos entendiendo, a lo largo y ancho de la vida real, que es esa que se extiende de unas elecciones a las siguientes.

Modelos que nos atraviesan con su mirada, su pose de cadera _ digna de contorsionistas de élite_ y su cara de asco.

¿Por qué estará de moda la mirada de desprecio hacia el infinito…? ¿Será el virus? ¿La vacuna…?

A la democracia todavía le quedan dos. Y, a partir de los cincuenta, ya se sabe que no hay quien pueda contra el “edadismo”.

¡Hay que ver cómo están las cosas! Sí.

…Y la gente que ahora salta a la calle, alarmada, por si una de las “nuestras” decide _o no_ independizarse.

¿Puedo poner “nuestras”? ¿Se llevará táperes…? Ya ni nos quedan fiambreras.

Que digo yo que igual solo se va de Erasmus. O de campamento. Y luego vuelve.

Como la paloma.

P.D.: Que lo de la vuelta al hogar, a cierta edad, ya es otro drama. Al precio que está la vivienda... Tanto que estoy yo por independizarme y autoexiliarme a la otra Vía Láctea. La gemela, la del lado oscuro del espejo. La que está en los confines del universo.

¿Y, si se rompe, qué? A sumar años de mala suerte. Ahora, que la tierra vuelve a ser tan plana, como las modelos.