Infraestructura digital

Infraestructura digital

El mundo se mueve en medio de una revolución tecnológica sin precedentes. Electromovilidad, inteligencia artificial y BIG DATA -transmisión de gran cantidad de datos en tiempo real- son fenómenos que comienzan a surgir desde diferentes trincheras. Esto nos obligará a repensar desde otra perspectiva muchas disciplinas que hoy son solo proyecciones de los últimos cien años. Una de ellas es la infraestructura. Hasta ahora, las soluciones a las que hemos recurrido ante los desafíos del futuro han sido réplicas de lo que se pensó cuando comenzaron a aparecer barcos de gran tonelaje, ferrocarriles, automóviles, aviones, la electricidad y las telecomunicaciones. La nueva realidad a la que nos invita esta revolución tecnológica supone cambios en el campo de la infraestructura de gran envergadura.

En transporte, la incorporación de los vehículos eléctricos implicará revisar las redes de servicios, el tipo de carreteras y las normas de seguridad, por ejemplo, ante el silencio de los motores. Si a esto se agrega, desde el “big data”, la posibilidad de los vehículos autoconducidos, hoy una realidad en la minería, es posible tener que rediseñar nuestras redes para permitir la operación de series de camiones conducidos por una sola persona, transportando grandes cantidades de cargas. La telemedicina, la educación y las compras a distancia, entre otras tecnologías, cambiarán no solo el negocio de los servicios, sino su localización y alcance.

Autopista eléctrica piloto en Alemania

Para que esta realidad, que hasta no hace mucho era ciencia ficción, se materialice, es necesario contar con una capacidad de transmisión de una gran cantidad de datos con seguridad. Hasta ahora la única tecnología alcanzable que permite esto es la fibra óptica, básicamente un cable formado por filamentos capaces de transmitir impulsos eléctricos (datos) con máxima confidencialidad (sin dispersión) a la máxima velocidad posible. 

En Chile aún estamos al debe en este tipo de infraestructura. Las empresas del sector han hecho un esfuerzo importante por dotar a las zonas de mayor densidad poblacional con este soporte. Sin embargo, zonas urbanas e interurbanas de menor densidad, así como nuestras conexiones con el extranjero, especialmente con el Asia Pacífico, todavía no cuentan con el soporte necesario para asegurar un nivel de conectividad que nos permita incursionar en estas nuevas tecnologías al mismo tiempo que se despliegan en el resto del mundo. Es por ello que ha sido muy bien recibido el anuncio de la Subsecretaría de Telecomunicaciones de que se diseñará una modalidad para licitar una amplia cobertura nacional de fibra óptica y la conexión con nuestros socios comerciales del Asia, en el cual se considerará la posibilidad de subsidiar los servicios que puedan llegar a ser deficitarios. 

En este proceso será necesario reconocer la organización que hoy existe en la industria de las telecomunicaciones y potenciar las oportunidades que esto representa. De igual forma será necesario asumir que esa estructura de la industria puede no ser perfecta, tomándose todas las precauciones para evitar la excesiva concentración y, en lo posible, incentivar la entrada de nuevos actores. Es de esperar que los anuncios de la Subsecretaría puedan materializarse a la mayor brevedad. Eso potenciaría enormemente la capacidad competitiva de nuestro país, ampliando el horizonte de lo posible y nuestro crecimiento potencial. 


Mario Ignacio Artaza

Ambassador of Chile to Indonesia, to ASEAN and to Timor-Leste (Personal Account)

5 años

Me encanta todo lo atingente a esta verdadera revolución en cuanto a tecnología, transmisión de datos y accesibilidad, comunicaciones. Sin embargo, noto que hay una deficiencia no menor en cuanto a la normativa asociada a la accesibilidad de datos privados, control y seguimiento, uso de imágenes y antecedentes alcanzados vía reconocimiento facial, data sobre comportamiento en actividades varias, entre otros. La tecnología nos hará muy bien, empoderará, pero la ciudadanía, usuarios y beneficiarios en general, han de tener claridad en torno a reglas y límites que a diferencia de China - en donde hoy existe un sistema de ranking de comportamiento social producto del acceso y uso de data - en Chile sí tienen el potencial de convertirse en temas de preocupacion para consumidores, autoridades y legisladores. Por ello, junto a pensar en infraestructura, bien vale la pena abordar lo regulatorio en un entorno con mayor infraestructura digital y su empleo responsable, seguro.

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