Insurtech: ¿El declive de un ecosistema?

Insurtech: ¿El declive de un ecosistema?

Ante todo...

Debo partir de una premisa fundamental: la innovación ha sido un pilar indispensable en las distintas revoluciones tecnológicas que han existido a través de la historia. Por tanto, siempre fui fiel creyente de que la Industria de los Seguros no tardaría en encontrar en las soluciones tecnológicas, un nuevo modelo de comercializar los seguros.

Y así fue.

Desde inicios del siglo XXI, aupadas por la expansión del internet, muchas empresas se fundaron con una visión enfocada en el desarrollo tecnológico en todos los sectores de la economía. En la Industria de Seguros, particularmente, acercar a los clientes a cotizaciones sencillas, interfaces amigables, emisiones de póliza breves, y procesamiento de reclamos ágiles, fueron las primeras necesidades con las que se intentó consolidar el ecosistema Insurtech.

¿El idealismo Insurtech como utopía?

Hay varias aristas por las que podríamos navegar para comprender cómo las idealizaciones primarias terminaron fracasando. Hablaré de tres, las cuales considero clave:

  1. No identificar las verdaderas necesidades de la Industria: Varias plataformas se centraron en construir sus productos desde una perspectiva propia de lo que el mercado requería, pero que, al ofrecerlos a los demás agentes de la Industria, no fueron fáciles de comercializar. Detallo algunos factores: nula integración con softwares ya establecidos, solventaban riesgos que las aseguradoras no veían como meterializables, sus soluciones no eran prioridad en los procesos de las aseguradoras, etc. De este modo, al no estar alineados, el fracaso fue inminente.
  2. Desenfoque en el giro de negocio: Si ofrezco un producto tecnológico que puede ser útil en la Industria de Seguros, no significa que este alineada a lo que es una Insurtech. ¿Cómo? Simple, aunque estas plataformas creen estar diseñadas para atender necesidades en el mercado asegurador, en realidad, solo se basan en transformar la interacción de los clientes. Es decir, manejan una alta inversión en interfaces, aplicaciones, o sitios web, (front-end), pero una baja inversión en todo lo que va por detrás (back-end); cómo se contabilizará la póliza, cómo se registrará el pago, cómo se sincronizará con la atención de reclamos. De ese modo, al no conocer de fondo cómo una compañía de seguros funciona, una empresa de software podía ser confundida desde su concepción con una Insurtech, cuando no tenia relación directa. Y, por ende, su tasa de mortalidad fue alta.
  3. Costos elevados en la redefinición de procesos, controles y correcciones: Muchas empresas pioneras vieron este punto como el más relevante en su temprana caída. Trabajar de la mano con aseguradoras que manejan miles de transacciones por mes, puede representar un gran reto. Cuando surgen los errores, falta de controles, y demás inconvenientes que tienen que ser solucionados a la brevedad, las Insurtech no cuentan con un colchón financiero para desarrollar las correcciones, ni para contratar el Capital Humano necesario para ejecutarlas.

Así, las primeras Insurtech fueron sorteando estas distintas perspectivas en la Industria, pero, ¿aprendieron de sus falencias? o, ¿continúan navegando únicamente desde su idealismo?

Una realidad que no miente

La inversión en el ecosistema ha venido a la baja en los últimos años, llegando casi a mínimos históricos en Latinoamérica: de 177 millones de dólares en el primer semestre de 2022 a poco más de 26 millones de dólares en el mismo periodo en 2024, lo que representa un decrecimiento del 85% (2024 vs 2022).

Esto debido en gran medida a la desaceleración de la economía mundial, como bien explica Angela Puga en MAPFRE Economics. Sin embargo, con sorpresa se evidencia que, a pesar del importante decrecimiento de la inversión en las Insurtech en Latinoamérica, en el último año el crecimiento de la constitución de nuevas empresas en el ecosistema, asciende al 7% respecto al 2023, siendo casi 500 Insurtech a la fecha. Y la tasa de mortalidad de estas compañías ha bajado hasta el 10%.

Esto demuestra que los emprendedores todavía confían que el futuro del ecosistema, no obstante, ¿los inversionistas apuestan por colocar su capital en otros sectores? ¿La inversión actual permitirá que la baja tasa de mortalidad se sostenga a través del tiempo? Si tienen alguna idea clara, les invito a comentarlo.

Después de todo...

Aun cuando, el ecosistema Insurtech está atravesando momentos complejos, repleto de retos en cuanto a su definición de negocio, la idealización de su propuesta de valor, y la baja inversión de capital. El hecho de encontrar actores que siguen confiando en este mercado, me hace confiar también.

Desde que di mis primeros pasos en la Industria de los Seguros, viví de cerca la problemática y cómo termina siendo complicado llegar a acuerdos con empresas innovadoras, con mucho potencial que, al no contar con una experiencia sostenida, y un capital financiero sólido, no pueden negociar convenios a largo plazo. Y es entendible. Si tomamos en consideración que la mayoría de las startups no sobreviven más allá de cinco años.

No obstante, confío porque el ecosistema ha aprendido de sus errores y ha logrado tener casos de éxito como Loovi (Brasil), Welbe (México), Sostengo (El Salvador). Donde si se tiene una adecuada inversión y un producto que en realidad este alineado tanto en su front-end como en su back-end, pueden ser sostenibles y rentables en el tiempo.

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