Integridad Intestinal: Componentes: Sistema Inmunológico

COMPONENTES DE LA INTEGRIDAD INTESTINAL

Hablar de la integridad intestinal, es hablar de un gran número de funciones fisiológicas, microbiológicas y físicas, que trabajan en armonía para mantener la homeostasis intestinal.

Hablamos de una función de digestión y absorción efectiva de los nutrientes, de una función de barrera, que reduce la exposición a las toxinas ambientales y patógenos potenciales, de un eficaz sistema inmunológico, y de una microbiota que actúa como una segunda barrera contra la colonización por patógenos, y proporciona metabolitos para la nutrición del huésped.

Por lo tanto, podemos resumir que el mantenimiento de la salud intestinal óptima depende de una triada de factores interdependientes: sistema inmunológico, microbiota y nutrición.

SISTEMA INMUNOLÓGICO

El sistema inmunológico intestinal está formado por:

1. Una robusta capa mucosa

2. Células epiteliales intestinales estrechamente interconectadas,

3. Inmunoglobulina A soluble

4. Péptidos antimicrobianos (AMPs).

La mucosa consiste en una capa exterior poco compacta que los microorganismos pueden colonizar y una capa compacta interior, que repele la mayoría de las bacterias.

Como componente de la inmunidad intestinal innata, la mucosa impide que los microorganismos intestinales penetren en el epitelio intestinal y sirve como la primera línea de defensa contra la infección.

Debajo de la capa mucosa, una simple capa de células epiteliales separa el densamente colonizado y expuesto al medio ambiente, lumen del intestino, del tejido subepitelial en gran parte estéril.

Un subconjunto de las células epiteliales intestinales secreta péptidos antimicrobianos que son una defensa clave contra los microbios del lumen intestinal.

La unión de las células epiteliales es muy fuerte, esto ayuda a formar una superficie continua y ayuda a sellar el espacio intercelular, cerca de la superficie apical, del ambiente externo.

La IgA secretora, producida por las células B intestinales proporciona una capa protectora adicional de las bacterias luminales.

Las defensas antimicrobianas del huésped como la homeostasis se basan en vías de señalización inducidas por receptores inmunes innatos. Los enterocitos tienen receptores de reconocimiento de patrones, que detectan el patógeno conservando marcas moleculares.

Estos receptores no responden a los comensales de la microbiota durante la homeostasis, pero durante una infección, lesión u otra agresión ambiental, inician una cascada de eventos que contribuyen a la inducción de una respuesta inflamatoria.

Las respuestas inmunes intestinales están fuertemente controladas para permanecer tolerante a la microbiota comensal y al mismo tiempo mantener la capacidad de responder adecuadamente a estímulos dañinos.

Varios mecanismos celulares y moleculares han evolucionado para contribuir al equilibrio efectivo (homeostasis), mientras se atenúan las reacciones exageradas perjudiciales o alterando las funciones metabólicas de la microbiota (disbiosis).

Las múltiples funciones de la inmunidad intestinal se dan en la mucosa, usando un número de células inmunes (macrófagos, células dendríticas, un subconjunto de células T, linfocitos intraepiteliales) y moléculas (citoquinas) para mantener la homeostasis inmune y proteger contra la inflamación prolongada.

En resumen, mantener en el intestino la homeostasis inmune y la inmunidad protectora a los patógenos se logra principalmente a través de: 1) La limitación del contacto bacteriano directo con el epitelio intestinal y 2) detección y eliminación rápida de los patógenos que penetran el epitelio.

NOTA: El presente artículo es un resumen de notas personales tomadas en conferencias y seminarios, revisión de bibliografía relacionada con el tema y comunicaciones personales con profesionales y técnicos del área. La imagen es un diseño propio realizado con material recopilado en worl wide web, creditos a sus autores. Agradecemos sus comentarios y observaciones.