Inteligencia Emocional en el emprendedor
Para un emprendedor, comprenderse a sí mismo y a los otros es necesario para asumir el rol de conductor en una empresa. El fortalecimiento de la llamada inteligencia emocional ayudará a profundizar el conocimiento de las motivaciones, fortalezas y debilidades tanto ajenas como propias.
La inteligencia emocional aplicada al emprendimiento es la capacidad de juntar las habilidades de gestión personal con las de nuestra capacidad para trabajar con otros.
Componentes de la inteligencia emocional en la empresa:
- Autoconciencia. Se trata de conocer y estar dispuesto a hablar de las debilidades propias. Por ejemplo, si trabajas mal con plazos cortos o bajo presión, debes planificar cuidadosamente tu tiempo y explicar a tus colegas lo importante que es para ti cumplir con el cronograma establecido.
- Autogestión. Significa tener la capacidad de controlar los propios impulsos y canalizarlos hacia otros fines. No perder el control es muy importante para poder ejercer el liderazgo.
- Motivación. La idea es estar motivado por u impulso interno al logro, hacer las cosas que te gustan y no por gratificaciones externas. Hay que buscar desafíos creativos, aprender y sentir gran orgullo por un trabajo bien hecho. Todo aquello que estimule tu creatividad y te haga ser más productivo.
- Empatía. Tener en cuenta los sentimientos de otras personas al momento de tomar decisiones nos lleva a tratar a cada miembro del equipo a nuestro cargo con equidad.
- Habilidades Sociales. Debemos construir relaciones con otros inspirándolos a cooperar para que lleguen a la dirección deseada. Ser personas con vocación de servicio, comunicativas, brindar nuestro apoyo y compartir nuestras experiencias y conocimiento.
Los emprendedores tienen que evolucionar junto con su entorno empresarial para lograr el éxito deseado, debido a que crear y mantener una empresa dependerá tanto del coeficiente intelectual y los conocimientos profesionales, como también de la inteligencia emocional.
Este último concepto es relativamente nuevo. Fue acuñado hace poco más de 10 años por el psicólogo norteamericano Daniel Goleman, y consiste en darle importancia a reconocer los propios sentimientos y los de los demás. Esta habilidad sirve para tener un mejor manejo de las emociones y relaciones, lo que permite mayor productividad.
Existen algunas características que son imprescindibles para la inteligencia emocional de los emprendedores:
Confianza
Los emprendedores deben generar en sí mismos la sensación de controlar el negocio y su desarrollo. Al mismo tiempo, deben originar el sentimiento de dominio ante el éxito de los productos o servicios que se ofrecen en el mercado y transmitirlo al equipo de trabajo y a los clientes en todo momento. Con esto nacerá la confianza de que todo resultará de acuerdo a lo planeado.
Un emprendedor debe evolucionar junto con su negocio y para ello, debe aprender a delegar y a confiar en su equipo.
Curiosidad
Este concepto es innato en los emprendedores, pero muchas veces carece en el equipo. Es fundamental que nazca tanto en ti como en ellos y sólo dependerá del líder emprendedor. Es él quien debe formar el sentimiento de curiosidad y de aprendizaje constantes, lo que provoca felicidad y satisfacción de poder ayudar.
El emprendedor debe ser curioso para innovar y reinventar su negocio, más aún en tiempos difíciles.
Intención
Está claro que todos los emprendedores tienen las mejores intenciones para sacar adelante su negocio. Sin embargo, lo ideal es que sea notorio para todos los que los conforman y comenzar a actuar en consecuencia; esto provocará el sentimiento de ser competente, astuto y eficaz. Para lograrlo, debes tener bien definido cuál es el objetivo a seguir y las metas que persigue tu negocio, tanto económicas como personales, sociales y ambientales.
Autocontrol
El peor enemigo de los emprendedores es el desorden y la confusión. Es importante que siempre predomine el autocontrol, tanto de sí mismo como de su entorno y las labores empresariales, donde exista claridad del cumplimento de los procesos y legalidades.
Evita que emociones como el enojo y la ira se apoderen de ti, en especial en el momento de tratar con empleados y clientes.
Relación
Una relación ideal entre emprendedor e inversionista o cliente está basada en la comprensión y en ser empático para llegar a pensar como ellos (comprender qué pediría, qué necesita, qué desea que le ofreciera). Esto ayudará a formar vínculos más personales y de largo plazo, pero siempre con el respeto que se merece el negocio.
Comunicación
La transmisión de ideas o sentimientos al equipo de trabajo, como también a los clientes es fundamental. Una buena comunicación genera confianza y las relaciones son más estrechas generando fidelidad de parte de los clientes o inversionistas. Es ideal que las personas conozcan a quién está detrás de la empresa y qué es lo que piensa y siente.
Cooperación
La ayuda y cooperación mutua entre emprendedor, cliente y empleados es la clave para sacar beneficios. Por lo que hay que tener en claro que mientras se buscan las ganancias, el otro lado persigue un beneficio, y para ambos es conveniente obtener resultados positivos del negocio. Esta cualidad es básica en el momento de construir alianzas, buscar socios y contratar colaboradores.
Emprendedor, la inteligencia emocional es la capacidad que tiene una persona para identificar, entender y manejar correctamente sus sentimientos, de modo que se faciliten sus relaciones con los demás, la obtención de metas, el manejo del estrés o la superación de obstáculos.
6 claves para incrementar la inteligencia emocional
1. Conócete a ti mismo
Procura hacer una introspección y evalúa tu comportamiento frente a diferentes situaciones. Saber cuál es tu reacción ante determinadas circunstancias o reconocer cómo te sientes a lo largo de un día, es clave para conocerte a ti mismo.
2. Siente empatía
Es la capacidad de ponerse en el lugar del otro y ser capaz de sentir lo que el otro está sintiendo, entendiendo la situación que está atravesando.
3. Busca el equilibrio emocional
Todas las personas tenemos impulsos, pero aquellos individuos emocionalmente inteligentes se diferencian del resto porque tienen la capacidad de pensar antes de actuar y controlar su impulsividad.
Es bueno que no reprimas tus emociones y te desahogues siempre que lo necesites, pero cuidando que las emociones no te sobrepasen ni a ti ni a los demás.
4. Desarrolla tus habilidades sociales
Ser emocionalmente inteligente implica que tus relaciones con los demás no son solo beneficiosas y productivas para ti, sino también para el resto. Una persona emocionalmente inteligente sabe reconocer las emociones de los demás, y sabe, por ejemplo, cuándo alguien necesita ser motivado. Al reconocer los sentimientos de nuestro entorno, podemos ser más empáticos y ayudar a los demás a ser más felices o a sentirse más a gusto en determinadas situaciones.
5. Procura automotivarte
Las personas emocionalmente inteligentes se caracterizan por sacar la voluntad y la fuerza necesarias para llegar a sus objetivos, incluso en los peores momentos. La automotivación es importante para mantener la propia fortaleza y lograr los objetivos propuestos.
6. Intenta ser feliz
La felicidad no se puede medir. Sin embargo, una persona emocionalmente inteligente puede transmitir bienestar y energía positiva a todo su entorno, lo que se traduce en un ambiente pacífico.
Estrategias para desarrollar tu liderazgo e inteligencia emocional
1. Un emprendedor persigue sus sueños
Un emprendedor no se queda con el simple deseo de querer hacer algo; está dispuesto a encontrar oportunidades y a trabajarlas para abrir su empresa, cumplir sus sueños.
2. Un emprendedor es un líder natural
Un emprendedor es una persona que toma decisiones y está dispuesto a asumir responsabilidades. En el día a día deberá convencer a los demás con el ejemplo de que su proyecto es bueno. Cuando ya tenga colaboradores debe convencerlos de que su manera de trabajar es la mejor.
3. Un emprendedor cree en sí mismo
Un emprendedor necesita mucha confianza en sí mismo, porque de lo contrario desistirá cuando aparezcan problemas. Tiene que estar convencido que puede lograr sus metas y que sus proyectos se concretarán.
4. Un emprendedor trata de resolver problemas
Un emprendedor no necesariamente es alguien que ha inventado una gran idea, también es un individuo que ha detectado un problema en la sociedad y busca resolverlo, convirtiéndose en un agente de cambio.
Las personas emocionalmente inteligentes son aquellas que pueden registrar lo que les pasa a cada momento. Utilizan sus emociones como guía hacia la acción. Toman una actitud positiva que les permita seguir adelante.
Como la alquimia, logran transformar el carbón en oro, transformando lo negativo a positivo. Toman la responsabilidad de sus resultados y aprenden de cada situación.
Desarrollar la inteligencia emocional trae muchas ventajas a los emprendedores y a continuación te mostramos cuáles son:
1. Ganarás confianza
Los emprendedores con inteligencia emocional transmiten confianza y serenidad a sus colaboradores o compañeros de trabajo. Además, generan un sentimiento de dominio y optimismo, ante el éxito de los productos o servicios que ofrecen, contagiando a su equipo de trabajo y a los clientes en todo momento. Con esto nacerá la confianza de que todo resultará de acuerdo a lo planeado.
2. Tendrás autocontrol
Los peores enemigos de los emprendedores son el desorden, el miedo y la confusión. Es importante que un emprendedor tenga autocontrol, tanto de sí mismo como de su entorno, pues solo así podrá afrontar mejor los momentos difíciles. Esto se logra con inteligencia emocional.
Un emprendedor evita que emociones como el enojo y la frustración se apoderen de él, en especial en el momento de tratar con colaboradores y clientes.
3. Podrás comunicar mejor tus ideas
Transmitir de forma adecuada tus ideas o sentimientos al equipo de trabajo, como también a los clientes, es fundamental. Una buena comunicación genera confianza entre tus allegados y fidelidad por parte de los clientes o inversionistas.
4. Crearás relaciones útiles para tu empresa
Una relación ideal entre emprendedor e inversionista o cliente está basada en la comprensión y en ser empático para llegar a pensar como ellos (en el sentido de comprender qué pediría, qué necesita, qué desea que le ofrezcan). Un emprendedor con inteligencia emocional tratará de "ponerse en los zapatos del otro", esto ayudará a formar vínculos más personales y de largo plazo.
Somos el reflejo de las personas con las cuales más tiempo pasamos. Para que nuestro emprendimiento crezca de forma saludable, es clave que elijamos gente positiva, diversa.
Las personas emocionalmente inteligentes, son conscientes que lo importante está en el interior. Se permiten conocer a las personas de manera profunda sin dejarse llevar por las apariencias. Seleccionan cuidadosamente con quién desarrollar su negocio.
Conclusión
Las personas con alta inteligencia emocional, cuidan sus pensamientos y sus palabras. Saben que éstos crean su realidad. Expresan gratitud. Consiguen un buen equilibrio entre el pensamiento crítico y el reconocimiento sincero. Pueden ver lo bueno en el otro, no sólo aquello que tiene que mejorar. Se esfuerzan para lograr sus metas, pero se toman el tiempo para celebrar sus logros.
Reconocen el trabajo y esfuerzo de los demás de forma oportuna y auténtica. Son agradecidos con la vida y con las personas por las cosas buenas que les suceden mientras llevan adelante su emprendimiento.